La batalla del agua en Andaluc¨ªa: una guerra de cifras para eludir la deficiente gesti¨®n del campo

El presidente de la Junta de Andaluc¨ªa, Juan Manuel Moreno, que hace 15 d¨ªas reactiv¨® la guerra fiscal entre comunidades con su anuncio de la eliminaci¨®n del impuesto sobre el Patrimonio, ha enarbolado ahora la bandera de la lucha contra la sequ¨ªa, abriendo un nuevo frente contra el Ejecutivo de Pedro S¨¢nchez con la excusa de las inversiones en obras p¨²blicas. El dirigente andaluz no solo demanda m¨¢s dinero del Estado ¡ªhasta 1.000 millones de euros¨D justo despu¨¦s de renunciar a ingresos propios por la v¨ªa de impuestos, sino que ha deslizado que igualar¨¢ con los fondos de las arcas p¨²blicas andaluzas la cantidad que ponga la Administraci¨®n. Una exigencia que choca aparentemente con su decisi¨®n de suprimir, adem¨¢s del impuesto de Patrimonio, el canon del agua durante 2023, dejando de ingresar 140 millones que iban a ser destinados espec¨ªficamente a infraestructuras hidr¨¢ulicas. Expertos en gesti¨®n del agua, ecologistas y regantes consultados por EL PA?S lamentan que el debate de las inversiones est¨¦ ocultando el verdadero problema: la deficiente gesti¨®n de los regad¨ªos en el sector agr¨ªcola ¡ªel mayor consumidor de agua de Andaluc¨ªa¨D, que es competencia directa de la Junta de Andaluc¨ªa.

¡°El sector regante ejerce una presi¨®n importante en todos los gobiernos [andaluces], y eso determina unas pol¨ªticas que deber¨ªan ser de protecci¨®n de los recursos y de los ecosistemas h¨ªdricos¡±, se?ala Abel La Calle, profesor de Derecho Internacional P¨²blico de la Universidad de Almer¨ªa y presidente de la junta rectora de la Fundaci¨®n Nueva Cultura del Agua. ¡°El discurso oficial es medioambiental, pero la acci¨®n de la Junta no reduce el estr¨¦s h¨ªdrico en las demarcaciones sobre las que tiene competencias porque no se atreve a regular el consumo del regad¨ªo. No se incentiva el ahorro ni se llama la atenci¨®n sobre el cultivo que se va a desarrollar¡±, abunda.

Si Moreno quiso poner a su anterior mandato el marchamo de revoluci¨®n verde, al segundo lo ha bautizado como ¡°la legislatura del agua¡±. Con los pantanos agonizantes ¡ªmenos del 25% de la cota de agua embalsada¨D y previsiones catastr¨®ficas en el sector agr¨ªcola ¡ªque supone el 11% del PIB de la comunidad y genera el 10% del empleo¨D, la primera iniciativa de calado en materia del agua ha sido crear una comisi¨®n de seguimiento de la sequ¨ªa, un gabinete de crisis que se re¨²ne semanalmente bajo la presidencia del propio Moreno. Hasta ahora se ha limitado a autorizar obras de emergencia, en l¨ªnea con las ¨²ltimas actuaciones de la Junta, que en 2020 y 2022 aprob¨® dos decretos de sequ¨ªa para acelerar o activar la puesta en marcha de una treintena de infraestructuras.

Son los 141 millones de euros destinados a esos proyectos los que esgrimi¨® el domingo pasado Moreno en la clausura del congreso provincial del PP de Sevilla, para contraponer su esfuerzo inversor al del Gobierno central, que cifra en tan solo 10 millones, y lanzar su ¨®rdago: ¡°Si son capaces de poner encima de la mesa ma?ana 500 millones de euros, ah¨ª estar¨¢ la Junta de Andaluc¨ªa con otros 500 millones; e incluso si fuesen 1.000, ya nos buscaremos las habichuelas que aqu¨ª estar¨¢ la Junta para poner otros 1.000 millones¡±, dijo.

El Gobierno central maneja unas cuentas bien distintas: sostiene que no son diez millones los que ha aportado a la lucha contra la sequ¨ªa en Andaluc¨ªa, sino 170 millones, adem¨¢s de otros 2.000 millones en inversiones para los pr¨®ximos cinco a?os. El Ministerio para la Transici¨®n Ecol¨®gica y el reto Demogr¨¢fico aprob¨® el 15 de marzo de este a?o 9,65 millones para obras de emergencia en la demarcaci¨®n del Guadalquivir ¡ªla ¨²nica de competencia estatal, frente a las otras tres que, al tratarse de aguas intracomunitarias, dependen de la Junta¨D y otros 5,8 millones para terminar una doble obra: la interconexi¨®n del embalse de La Colada y una estaci¨®n de agua potable en Sierra Boyera (Guadalquivir) para abastecer a 80.000 personas. Esa obra hab¨ªa sido declarada de emergencia en uno de los decretos de sequ¨ªa de la Junta, pero la dej¨® parada al 95% de su ejecuci¨®n. A esos fondos del ministerio que dirige Teresa Ribera se suman las inversiones solo para combatir la sequ¨ªa del Ministerio de Agricultura, que ascienden a 156 millones, y los 1.400 millones presupuestados para la demarcaci¨®n hidrogr¨¢fica del Guadalquivir dentro del ciclo de planificaci¨®n hidrol¨®gica 2022-2027, que tambi¨¦n prev¨¦ otros 600 millones para las demarcaciones intracomunitarias. ¡°El presidente Moreno ya est¨¢ perdiendo el tiempo¡±, le rebati¨® este lunes el delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa, Pedro Fern¨¢ndez, quien subray¨® que varias de las obras incluidas en el primer decreto de 2020 est¨¢n todav¨ªa sin ejecutar.

Los regantes sostienen, en todo caso, que el problema no es la ausencia de infraestructuras sino el descontrol de los regad¨ªos. ¡°Hay obras que s¨ª son necesarias, pero otras solo van a servir para sobreexplotar m¨¢s algunas cuencas. En el Guadalquivir, que tiene un d¨¦ficit estructural de 300 hect¨®metros c¨²bicos, por muchos embalses que se hagan nunca se va a compensar esa carencia¡±, afirma Ricardo Mart¨ªn, t¨¦cnico de la Asociaci¨®n de Comunidades de Regantes de Andaluc¨ªa (CREA). Su presidente, Eduardo L¨®pez, considera que el principal problema en Andaluc¨ªa con respecto al agua ¡°no es por falta de inversiones, sino por el cambio clim¨¢tico que afecta a los cultivos¡±. ¡°Las obras no van a resolverlo. Es competencia de la Junta poner orden en el regad¨ªo andaluz y dejar de incentivar los cultivos intensivos para favorecer los cultivos sociales, que son los que generan empleo y fijan poblaci¨®n al territorio¡±, sostiene L¨®pez.

¡°Un modelo caduco¡±

Su discurso es similar al que defiende la Mesa Social del Agua ¡ªintegrada por sindicatos, organizaciones ecologistas, de agricultores y de consumidores¨D, que pide garantizar un consumo equilibrado y redefinir la dimensi¨®n del regad¨ªo con modelos de agricultura y ganader¨ªa ecol¨®gicos. ¡°Las obras hidr¨¢ulicas que demanda la Junta al Estado son a largo plazo, suponen dar una patada hacia adelante para mantener un modelo caduco¡±, opina Luis Berraquero, coordinador de Greenpeace en Andaluc¨ªa. ¡°El problema del agua est¨¢ relacionado con el desequilibrio en su consumo. Andaluc¨ªa no tiene agua, pero la exporta en forma de frutas y verduras. Hay que hacer decrecer la agricultura de regad¨ªo, pero para eso hay que ponerle el cascabel al gato¡±, subraya.

A las cr¨ªticas por la gesti¨®n de los regad¨ªos, la Junta responde con el mantra de la inversi¨®n. ¡°Ojal¨¢ tuvi¨¦ramos agua para abastecer a todos los regantes, pero, como el agua no se puede fabricar, la ¨²nica soluci¨®n es invertir para ser m¨¢s eficientes, para no malgastarla, para poder desalarla y poder reciclarla¡±, afirma el portavoz del Gobierno andaluz, Ram¨®n Fern¨¢ndez-Pacheco.

¡°Este es un problema de gobernanza, pero cambiar de inercia cuesta votos. A la Junta le da lo mismo el medio ambiente. Es mi percepci¨®n¡±, sostiene el profesor Abel La Calle, que tambi¨¦n cuestiona la supresi¨®n del canon del agua por parte de Moreno. ¡°Est¨¢ en todas las comunidades aut¨®nomas y tiene un car¨¢cter finalista que financia a los peque?os municipios para que puedan realizar obras hidr¨¢ulicas de depuraci¨®n y abastecimiento. Es un elemento de solidaridad. Si se anula pensando que el mercado o la iniciativa privada van a resolverlo, se fomenta que se postergue y agrave un problema que ya nos ha costado una multa millonaria por parte de Europa¡±, remarca en referencia a la sanci¨®n de 12 millones de euros impuesta por el Tribunal de Justicia de la UE por incumplir las normas europeas sobre tratamiento de aguas residuales urbanas. La Junta justifica la suspensi¨®n del canon del agua en la ¡°inejecuci¨®n¡± que hicieron los anteriores gobiernos socialistas de la Junta de los fondos recaudados por esa tasa.