25 a?os de Poder Judicial bajo control de la derecha
Aznar y Rajoy perpetuaron un sistema de elecci¨®n que promet¨ªan cambiar y que llev¨® a los jueces de la conservadora APM a la c¨²pula de m¨¢s de la mitad de los tribunales cuando no representaban ni el 25% de la carrera
Buena parte del funcionamiento de la justicia ¡ªla mayor¨ªa de los nombramientos de cargos de la c¨²pula judicial; los informes sobre proyectos de ley del Gobierno; la acci¨®n disciplinaria¡ª ha estado en manos del PP (antes AP) y de la conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura desde casi el comienzo de la democracia en Espa?a. Incluso durante los 25 a?os de gobiernos del PSOE (1982-1996; 2004-2011; y 2018-2022), la derecha mantuvo el control del Poder Judicial mediante distintas maniobras: el bloqueo en la renovaci¨®n del Consejo con sus votos en el Congreso o el bloqueo en la renovaci¨®n de cargos judiciales con los votos de los vocales elegidos por ellos mismos. Los hitos principales de esa situaci¨®n son los que siguen.
Una ley constitucional de 1985 que el PP no cambi¨® en 37 a?os. El PP recurri¨® en 1985 la ley socialista que dejaba en manos del Parlamento la elecci¨®n de los 12 vocales de extracci¨®n judicial que hasta entonces decid¨ªan los jueces sin intermediarios. El Constitucional aval¨® en 1986 esa reforma legal y desde entonces el PP ha prometido cambiar el sistema para que los jueces vuelvan a elegir directamente a 12 vocales del Consejo. Pero nunca lo hizo cuando pudo en sus dos etapas y 15 a?os de Gobierno (1996-2004; 2011-2018).
El Consejo del Poder Judicial se cre¨® por ley en 1980 y en sus primeros cinco a?os de funcionamiento estuvo controlado por los 12 jueces conservadores elegidos por sus compa?eros. La conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura (la ¨²nica existente entonces) arras¨® pese a que representar solo al 25% de los jueces. Cuando el PSOE lleg¨® al Gobierno, cambi¨® la ley para evitar que solo jueces conservadores coparan los 12 puestos de vocales judiciales del Consejo.
El PP (entonces AP) recurri¨® la reforma ante el Constitucional, pero fracas¨®. El tribunal aval¨® la reforma al entender que el nombramiento por las Cortes con una mayor¨ªa de tres quintos garantizaba la pluralidad buscada. El Constitucional concluy¨® que los parlamentarios que elaboraron la Carta Magna quisieron que los jueces eligieran directamente a los 12 vocales judiciales, pero de manera que estuvieran representadas las distintas corrientes de pensamiento existentes en la carrera, cosa que no ocurri¨® en la primera y ¨²nica elecci¨®n directa que se produjo.
La sentencia de 1986 respald¨® la nueva f¨®rmula de ¡°atribuir a las Cortes la facultad de propuesta de los miembros del Consejo procedentes del Cuerpo de Jueces y Magistrados, m¨¢xime cuando la ley adopta ciertas cautelas, como es la de exigir una mayor¨ªa calificada de tres quintos en cada C¨¢mara¡±. Aunque en el mismo fallo, el Constitucional advirti¨® del peligro de un mal uso de la nueva norma: ¡°Ciertamente, se corre el riesgo de frustrar la finalidad se?alada de la norma constitucional si las C¨¢maras, a la hora de efectuar sus propuestas, olvidan el objetivo perseguido y atienden solo a la divisi¨®n de fuerzas existente en su propio seno y distribuyen los puestos a cubrir entre los distintos partidos, en proporci¨®n a la fuerza parlamentaria de estos. La l¨®gica del Estado de partidos empuja a actuaciones de este g¨¦nero, pero esa misma l¨®gica obliga a mantener al margen de la lucha de partidos ciertos ¨¢mbitos de poder y entre ellos, y se?aladamente, el Poder Judicial¡±. PP y PSOE desoyeron con estr¨¦pito el aviso del Constitucional.
1995-1996. Aznar bloquea antes para imponer una mayor¨ªa conservadora despu¨¦s. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar bloque¨® la renovaci¨®n del Poder Judicial que tocaba en noviembre de 1995, cuando agonizaba el Gobierno socialista de Felipe Gonz¨¢lez. Solo cuatro meses despu¨¦s, el PP gan¨® las elecciones generales, Aznar fue investido presidente y renov¨® el Consejo imponiendo su mayor¨ªa parlamentaria. Durante la campa?a de 1996, el PP prometi¨® cambiar el sistema de elecci¨®n de los 12 vocales jueces, pero cuando Aznar lleg¨® al Gobierno se olvid¨® durante los ocho a?os de mandato.
1996-2004. El PP logra escorar a la derecha la Sala de lo Penal del Supremo. La conservadora Asociaci¨®n Profesional de la Magistratura no levant¨® la voz para pedir un cambio en el sistema de elecci¨®n durante los a?os de gobierno de Aznar. En ese tiempo logr¨® la mayor¨ªa de puestos que el PP eligi¨® para el Poder Judicial y cop¨® los principales puestos que iban quedando vacantes en el Supremo. Cuando Aznar lleg¨® al Gobierno, la Sala de lo Penal ten¨ªa seis magistrados conservadores y siete progresistas. Cuando se fue, hab¨ªa revertido esa situaci¨®n a favor de la derecha judicial. Una situaci¨®n que llega hasta hoy: de 15 jueces, solo hay tres del sector progresista en la sala que dirime las causas penales contra los pol¨ªticos aforados.
2005. Zapatero cambia la ley para evitar el rodillo conservador. El Gobierno de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero quiso frenar el rodillo conservador en el Poder Judicial y cambi¨® la ley para obligar a que el nombramiento de jueces en el Supremo pasara de la mayor¨ªa absoluta necesaria entonces a tres quintos del Consejo, lo que obligaba a consensuar los nuevos puestos y a un reparto m¨¢s equitativo.
Durante las dos legislaturas de Aznar entraron en la Sala Segunda ocho magistrados conservadores, por solo tres progresistas. La derecha judicial rechaz¨® el cambio legal que le quitaba el poder para nombrar magistrados sin contar con el sector progresista e hizo un informe contrario en el CGPJ.
2008-2013. ¡°Pasteleo impresentable¡± entre progresistas y conservadores. Los vocales conservadores y progresistas negociaron los nombramientos en el mandato 2008-2013 mediante un ¡°pasteleo impresentable¡±, seg¨²n denunci¨® uno de los vocales elegidos por el PSOE en el cupo de juristas de reconocido prestigio. Otra vocal progresista de entonces, Margarita Robles, hoy ministra de Defensa, presumi¨® en un correo dirigido a sus compa?eros de Jueces para la Democracia del reparto de puestos: ¡°La conservadora APM (1.300 afiliados): 21 nombramientos; Jueces para la Democracia (520 afiliados): 18 nombramientos; la centrista asociaci¨®n Francisco de Vitoria (595 afiliados): 6 nombramientos¡±.
De la promesa incumplida al ¡®wasap¡¯ que frustr¨® el pacto
Mariano Rajoy llegó al Gobierno en noviembre de 2011. Una de las primeras promesas de su Ejecutivo fue el cambio legal para que los jueces eligieran directamente a los 12 vocales de extracción judicial del Consejo General del Poder Judicial. Pero cuando Alberto Ruiz-Gallardón, titular de Justicia, llevó la reforma al Consejo de Ministros, Rajoy decidió que la nueva ley no saldría del cajón durante sus siete años de Gobierno.
Dos años después de la llegada del PP al poder, el PSOE, que lideraba Alfredo Pérez Rubalcaba, asumió en plazo la renovación del Poder Judicial con algunas condiciones. El PP propuso a Manuel Marchena, magistrado de la Sala de lo Penal del Supremo, para presidir un Poder Judicial con mayoría absoluta conservadora. Rubalcaba vetó a ese candidato por sus pronunciamientos en dos sentencias, pero aceptó a otro, Carlos Lesmes, que había sido alto cargo del Gobierno de José María Aznar.
Ese Consejo General del Poder Judicial debería haber sido renovado en diciembre de 2018. Un mes antes, Pablo Casado (elegido líder del PP cuatro meses antes) logró en noviembre de 2018 un acuerdo muy ventajoso para elegir a nueve de los 20 vocales y poner al presidente: Manuel Marchena, presidente de la Sala de lo Penal del Supremo. Para justificar ese acuerdo, el entonces portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, hizo circular un mensaje de WhatsApp sobre Marchena como un instrumento en manos del PP con el que podrían controlar "por detrás" la Sala de lo Penal del Supremo. Marchena renunció al regalo al conocer ese mensaje y el acuerdo no se ejecutó nunca. Desde entonces, el PP bloquea con distintas excusas la renovación del Poder Judicial.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.