La dimisi¨®n de Lesmes reabre una negociaci¨®n sin condiciones entre el Gobierno y el PP para renovar el Poder Judicial

Despu¨¦s de casi cuatro a?os de bloqueo del PP, parec¨ªa imposible ver la luz al final del t¨²nel en el que se ha instalado la justicia espa?ola, pero desde este lunes la situaci¨®n parece retornar al punto de partida. La dimisi¨®n de Carlos Lesmes, presidente del Tribunal Supremo y del Poder Judicial, y el impacto no solo nacional sino internacional que un golpe como ese ha supuesto ¡ªhasta la Comisi¨®n Europea ha mostrado su inquietud por esta crisis sin precedentes¡ª ha logrado un giro inesperado, cuyas conclusiones a¨²n no son definitivas. El Gobierno y el PP mostraron este lunes su ¡°voluntad y disposici¨®n total¡± de llegar a un acuerdo y retomar las negociaciones sin l¨ªneas rojas o condiciones previas. Pedro S¨¢nchez y Alberto N¨²?ez Feij¨®o volvieron a hablarse tras 168 d¨ªas de incomunicaci¨®n. Y la cita aparent¨® salir mejor de lo esperado.

Tanto el Gobierno como el PP trasladan en p¨²blico, y sobre todo en privado, un cambio radical de tono y un cierto optimismo sobre la posibilidad de que esta vez puede ser la buena, despu¨¦s de cuatro intentos fallidos en cuatro a?os. La crisis institucional provocada por la dimisi¨®n de Carlos Lesmes ¡ªque algunos sectores ven¨ªan reclamando hace a?os como f¨®rmula para desbloquear una situaci¨®n enquistada¡ª ha provocado que Pedro S¨¢nchez y Alberto N¨²?ez Feij¨®o hayan reabierto la negociaci¨®n para renovar el Poder Judicial y el Tribunal Constitucional y adem¨¢s sin exigencias expresas de partida, aunque cada uno tiene sus posiciones y las mantiene. El Ejecutivo conf¨ªa en que el PP no aguante m¨¢s la presi¨®n y se avenga a negociar y los populares esperan que el Gobierno les conceda alguna de sus peticiones y rebaje el nivel de los ataques a su l¨ªder.

Cambio de modelo

La parte m¨¢s compleja de gestionar en esta negociaci¨®n es el cambio del modelo de elecci¨®n de los vocales del Consejo General del Poder Judicial. El PP quiere un compromiso de que se reformar¨¢ en breve esa ley vigente desde 1985 para que los jueces elijan directamente a 12 de los 20 vocales ¡ªahora lo hacen indirectamente, ya que el Congreso selecciona a esos 12 entre una lista de 51 magistrados designados por sus compa?eros¡ª y el Gobierno lo rechaza de plano. En el Ejecutivo creen que si aceptaran esa condici¨®n ser¨ªa como asumir que el CGPJ siempre va a estar controlado por conservadores, que son mayor¨ªa en la carrera, voten lo que voten los ciudadanos. Pero ni en la reuni¨®n ni en las ruedas de prensa posteriores se plantearon estas cuestiones como puntos ahora inamovibles y se obviaron al m¨¢ximo.

Ni el PP repiti¨® su tesis de que se acepte esa condici¨®n o nada, ni el Gobierno quiso cerrar esa puerta desde el primer d¨ªa. El ministro F¨¦lix Bola?os, el negociador principal del Ejecutivo, se limit¨® a decir que ¡°las posiciones son conocidas¡± por ambas partes. Una cl¨¢sica estrategia para empezar la negociaci¨®n con buen pie, aunque los dos tengan muy claras sus posturas y en principio parezcan incompatibles.

La gran novedad es que tanto el Gobierno como el PP transmiten la sensaci¨®n de que esta vez va en serio, a pesar de la gran desconfianza que genera el hecho de que esta negociaci¨®n haya estado a punto de cerrarse varias veces en los ¨²ltimos a?os y siempre se ha frustrado porque el PP, al final y con distintos l¨ªderes y excusas, se echaba atr¨¢s. De hecho, las fuentes del Gobierno y del PP consultadas coinciden en que la reuni¨®n fue mejor de lo esperado. Y hasta transmitieron cierto ¡°optimismo¡± con reservas sobre su resultado.

Al comprobar que hab¨ªa espacio para negociar, S¨¢nchez y Feij¨®o, despu¨¦s de una hora y media de reuni¨®n, llamaron a sus negociadores principales, F¨¦lix Bola?os y Esteban Gonz¨¢lez Pons, para que se incorporaran a un encuentro que dur¨® tres horas en total. Con ello quer¨ªan mostrar que la cosa va en serio, y trasladar a sus negociadores de forma directa la voluntad de acuerdo que ellos hab¨ªan pactado poco antes.

Tanto desde el Gobierno como desde el PP se indica que en la charla no se lleg¨® a hablar de nombres, ni siquiera del posible presidente o presidenta del futuro Poder Judicial, un puesto clave, pero s¨ª se dej¨® claro que esta vez tiene que ser diferente porque la situaci¨®n es de ¡°extrema gravedad¡± y la crisis institucional afecta ya a la imagen internacional de Espa?a y sobre todo al prestigio de la justicia, y debe ser resuelta cuanto antes. No se pact¨® un plazo o una fecha l¨ªmite, pero Bola?os y Pons han sido encomendados a buscar una ¡°soluci¨®n r¨¢pida¡±, que en La Moncloa esperan que llegue en los pr¨®ximos d¨ªas. Podr¨ªa organizarse una primera reuni¨®n discreta entre ellos esta misma semana.

Para el PP es muy importante que S¨¢nchez haya aceptado ahora negociar conjuntamente la renovaci¨®n del CGPJ y las vacantes del Constitucional, algo que Bola?os rechazaba sistem¨¢ticamente en las ¨²ltimas semanas, y esa cesi¨®n es interpretada por los populares como un ¨¦xito propio y una cierta ¡°desautorizaci¨®n¡± del presidente con su ministro, una interpretaci¨®n que no asumen en el Ejecutivo. La estrategia del Gobierno hasta ahora confiaba en que Lesmes lograr¨ªa una mayor¨ªa de 12 vocales, contando con los progresistas y un grupo de conservadores ¡ªnecesitaba tres¡ª para poder renovar los dos magistrados que corresponden nominar desde el CGPJ para el Constitucional y as¨ª al menos lograr cambiar la mayor¨ªa de conservadora a progresista en este tribunal clave, que tiene que juzgar recursos tan relevantes contra la ley del aborto o de la eutanasia. El plan del PP se centraba precisamente en bloquear, gracias a sus vocales afines, la renovaci¨®n del Constitucional para forzar al Gobierno a sentarse a negociar un cambio total del modelo de elecci¨®n.

Si el Ejecutivo ha aceptado esa negociaci¨®n conjunta, del CGPJ y del Constitucional, el PP, por su parte, parece haber asumido que el cambio del modelo de elecci¨®n establecido en una ley org¨¢nica con la que han operado distintos gobiernos desde 1985 es una posici¨®n que mantienen en sus documentos y de partida, y con la que iniciar¨¢n las conversaciones tambi¨¦n ahora, pero no una condici¨®n intocable si el Gobierno muestra por su lado alguna flexibilidad. Y ese paso puede resultar decisivo para desbloquear este conflicto.

El nuevo ¡°marco de di¨¢logo¡± retomado este lunes entre S¨¢nchez y Feij¨®o parece, pues, serio, aunque tambi¨¦n ha quedado muy claro que es ¡°la ¨²ltima oportunidad¡± que se conceden, como rese?aron en el balance pactado de la cita tanto Bola?os como Pons. Si este intento deriva de nuevo en fracaso, el Ejecutivo tendr¨¢ que empezar a plantearse medidas dr¨¢sticas, como nombrar los dos miembros del Tribunal Constitucional que le corresponden, sin esperar a que el Poder Judicial designe los suyos. Pero ese no es ahora el plan A. Tanto el Gobierno como el PP se esforzaron por mostrar ¡°optimismo¡± y relegar las grandes diferencias a la espera de ratificar en los pr¨®ximos d¨ªas si esa disposici¨®n se trata de una nueva maniobra de dilaci¨®n.