Seis disparos y 12 horas de clase para que la Polic¨ªa Nacional aprenda a usar la pistola el¨¦ctrica
La Direcci¨®n General comienza el adiestramiento de 1.500 de sus agentes en el uso del pol¨¦mico armamento
La Polic¨ªa Nacional iniciar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas el curso para adiestrar a 1.526 de sus agentes en el uso de las pistolas el¨¦ctricas ¨Dm¨¢s conocidas por su nombre comercial, Taser¨D, de las que adquiri¨® hace dos a?os un millar por 2,1 millones de euros. Los polic¨ªas ser¨¢n seleccionados entre las plantillas de las Jefaturas Superiores de Madrid, Andaluc¨ªa Oriental y Andaluc¨ªa Occidental, Comunidad Valenciana, Arag¨®n, Galicia y Murcia, y est¨¢n destinados en su mayor¨ªa en los denominados Grupos de Atenci¨®n al Ciudadano (GAC), encargados de patrullar de uniforme las calles de las ciudades, seg¨²n un documento interno de la Direcci¨®n General de la Polic¨ªa al que ha tenido acceso EL PA?S. Todos ellos deber¨¢n superar dos m¨®dulos formativos, uno te¨®rico y otro pr¨¢ctico, que suman un total de 12 horas y durante los que efectuar¨¢n seis disparos con diferentes tipos de cartuchos, reales y de entrenamiento. Este curso, que se desarrolla de manera escalonada, debe haber concluido el 21 de diciembre y se ver¨¢ continuado en los pr¨®ximos meses con otros similares en el resto de las jefaturas policiales. Fuentes de la Direcci¨®n General estiman que antes de que acabe el a?o ya habr¨¢ agentes patrullando con ellas.
Las pistolas el¨¦ctricas lanzan dardos con electrodos, unidos al arma mediante un cable, que, al alcanzar el cuerpo, provocan una descarga que interfiere en las se?ales que env¨ªa el cerebro a los m¨²sculos e incapacita temporalmente al que recibe el impacto. Estos dispositivos son de uso exclusivamente policial o militar, y no pueden ser adquiridos por particulares, seg¨²n el reglamento de armas. El uso de estas pistolas ¨Ddenominadas oficialmente como ¡°inmovilizadores el¨¦ctricos¡± y de las que existen en Espa?a unas 2.700 en manos de las diferentes cuerpos policiales, seg¨²n fuentes de sector¨D se ha visto rodeada por la pol¨¦mica al relacion¨¢rselas con muertes en diferentes pa¨ªses, seg¨²n ha denunciado reiteradamente Amnist¨ªa Internacional. En Espa?a, un juzgado de Badalona (Barcelona) investiga desde diciembre de 2021 el fallecimiento de un hombre que 24 horas antes hab¨ªa sido reducido por los Mossos con una de estas armas. El Defensor del Pueblo ha advertido en sus informes varias veces sobre el riesgo del ¡°un uso abusivo¡± de estas pistolas tras recordar que ¡°causan dolor y sufrimiento¡±.
El curso que seguir¨¢n ahora los polic¨ªas incluye, precisamente, el adiestramiento de cu¨¢ndo y c¨®mo deben utilizar los agentes estas armas. En la fase te¨®rica, que se har¨¢ mediante seis clases no presenciales de una hora de duraci¨®n cada una, los agentes aprender¨¢n el marco normativo tanto de la pistola como de la c¨¢mara que estar¨¢ vinculada a la misma, y que grabar¨¢ todo lo que ocurra desde que se desenfunde. Las im¨¢genes ser¨¢n volcadas en el fichero policial Caviper (siglas de C¨¢maras de Videograbaci¨®n de uso Unipersonal). Adem¨¢s, los agentes recibir¨¢n detalles sobre la tecnolog¨ªa y diversas ¡°consideraciones legales¡±. Tambi¨¦n, sobre el protocolo que la Direcci¨®n General elabor¨® en 2020, poco despu¨¦s de su adquisici¨®n, para su utilizaci¨®n.
En el mismo se especificaba que estas pistolas solo pueden emplearse para ¡°reducir, inmovilizar o detener¡± a personas que se resistan, que tengan una actitud violenta o que amenacen con armas blancas y objetos peligrosos a los agentes o a terceras personas. Tambi¨¦n contempla su empleo ante tentativas de suicidio. Por el contrario, proh¨ªbe su utilizaci¨®n con ni?os, embarazadas, ancianos y ¡°personas d¨¦biles de salud¡±. Tambi¨¦n las veta en las prisiones, salvo en el caso de motines o toma de rehenes; en manifestaciones; cerca de sustancias inflamables; o cuando el objetivo se encuentre en lugares donde se pueda precipitar al vac¨ªo, ya que la descarga provoca la p¨¦rdida de capacidad motora.
En las 72 horas siguientes a la conclusi¨®n del curso te¨®rico, los agentes deber¨¢n hacer un examen. En caso de no superarlo, tendr¨¢n una segunda oportunidad en las 12 horas siguientes. Si tampoco lo consiguen entonces, ser¨¢n descartados para portarlas. Los que s¨ª superen la prueba acceder¨¢n a la segunda fase del curso, la pr¨¢ctica. Este m¨®dulo, presencial y tambi¨¦n de seis horas de duraci¨®n, se dividir¨¢ en cuatro partes pr¨¢cticas. En la primera, los agentes aprender¨¢n a ¡°extraer, encender y dirigir apuntando¡± la pistola y vuelta a enfundarla, para posteriormente ir dando nuevos pasos como hacer un disparo de advertencia (en la que no se lanza ning¨²n dardo, sino que se dibuja un arco el¨¦ctrico en el extremo de la pistola junto al ruido de la descarga como efecto disuasorio) o lanzar los dardos.
En la segunda pr¨¢ctica participar¨¢n dos agentes, uno de ellos con el rol de atacante, para adiestrar en el uso del arma en situaciones est¨¢ticas o en movimiento, pero sin efectuar disparos. En la tercera, que se realiza con el uso de siluetas de entrenamiento, ya se utilizar¨¢n tanto cargas inertes (que no disparan y que se usan para ver las funcionalidades del dispositivo) como reales para ejercitar. Finalmente, la cuarta pr¨¢ctica se har¨¢ con cargas de entrenamiento denominadas ¡°halt¡± (un proyectil que se adhiere al objetivo, pero que no provoca ninguna descarga) que se disparar¨¢n contra agentes vestidos con trajes especiales de protecci¨®n.
Tres escenarios
En esta ¨²ltima fase, el curso incluir¨¢ tres escenarios. En el primero, el agresor no tiene nada en las manos, pero hace ¡°gestos de lucha desde la distancia¡±. En ese caso, el protocolo contempla que los agentes desenfunden la pistola el¨¦ctrica y le pidan verbalmente que deponga su actitud. En el segundo supuesto, la persona tiene un arma blanca con la que amenaza autolesionarse. El agente deber¨¢ disparar si el sujeto no atiende a las advertencias verbales y se est¨¢ ¡°lesionando activamente¡±. Finalmente, en el ¨²ltimo, el potencial agresor tiene un arma blanca y, pese a los avisos verbales y el disparo de advertencia, mantiene la actitud amenazante y no suelta el cuchillo. El polic¨ªa deber¨¢ dispararlo.
Los agentes que superen esta segunda fase estar¨¢n ya ¡°habilitados para la utilizaci¨®n del inmovilizador el¨¦ctrico¡± que, como recalca en documento interno, solo podr¨¢n usar ¡°en defensa de la ley y de la seguridad ciudadana bajo los principios fundamentales de oportunidad, congruencia y proporcionalidad¡±. La incorporaci¨®n de las pistolas el¨¦ctricas era una antigua reivindicaci¨®n de los sindicatos policiales. Fuentes del Sindicato Unificado de Polic¨ªa (SUP) creen que el curso que se va a impartir es ¡°completo y suficiente¡± para manejar estas armas, aunque pide que Interior contemple para el futuro cursos de actualizaci¨®n. Estas mismas fuentes valoran positivamente que cada actuaci¨®n sea grabada con las c¨¢maras que se activar¨¢n autom¨¢ticamente al desenfundar el arma: ¡°Es una garant¨ªa tanto para los ciudadanos como para los agentes¡±. El protocolo policial contempla que cada vez que se use, los agentes lo comuniquen ¡°en el plazo de 24 horas al delegado o subdelegado del Gobierno, o autoridad competente de las comunidades aut¨®nomas¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.