Los corzos amenazan las carreteras de la Espa?a vac¨ªa
Soria lidera los territorios con m¨¢s siniestralidad por choques con animales, cada a?o m¨¢s frecuentes en carreteras secundarias de provincias rurales
El lamento de un conductor es la felicidad de dos carro?eras. Dos rapaces disfrutan de un banquete junto a una carretera de Soria gracias al principal peligro circulatorio de la provincia: los corzos. Las aves desgarran un ejemplar muerto pr¨®ximo al asfalto, en cuya cuneta a¨²n se aprecian restos de pl¨¢stico y chapa. El escenario y los datos de la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) permiten reconstruir lo ocurrido: un coche atropell¨® al cuadr¨²pedo en uno de los m¨¢s de 30.000 accidentes anuales con fauna en carreteras espa?olas. De ellos, casi el 35% ocurre en Castilla y Le¨®n, con Soria al frente: la provincia vivi¨® 1.590 de estos siniestros en 2021 en una tendencia ascendente. El 9,4% de los percances automovil¨ªsticos ocurridos en las calzadas sorianas se debieron a animales, en su mayor¨ªa corzos. Los n¨²meros se afianzan al consultar por los municipios, donde resulta dif¨ªcil dar con quien no ha tenido vivencias similares, al igual que en otros territorios en riesgo de despoblaci¨®n.
Un informe de la aseguradora L¨ªnea Directa con registros entre 2017 y 2021 se?ala que el 9,4% de los accidentes sorianos los protagonizaron animales; la media nacional se queda en el 0,4%. La mayor¨ªa se da en carreteras secundarias en oto?o y de noche, particularmente los fines de semana al haber m¨¢s tr¨¢nsito. Teruel, Zamora o Le¨®n destacan tambi¨¦n en esta estad¨ªstica. La experiencia en el taller Femme II de El Burgo de Osma (Soria, 4.900 habitantes) lo corrobora. Dos clientes recientes han sufrido el impacto contra especies salvajes. Un veh¨ªculo, con el morro levantado, requerir¨¢ 3.000 euros en arreglos, calculan los mec¨¢nicos, Daniel Ayuso y V¨ªctor Carro, de 34 y 36 a?os. Ambos explican que en la provincia ¡°todo el mundo tiene seguros por si se cruzan con bichos¡± y lamentan que una faena para los conductores consiste en que la reparaci¨®n sea m¨¢s cara que el valor del coche, en cuyo caso las aseguradoras aportan el dinero en lugar de remediar los da?os. Otro autom¨®vil pertenece a una mujer que se llev¨® un corzo por delante y le destroz¨® los focos del lado izquierdo. La chapa se encuentra medio ca¨ªda tras el siniestro.
¡°No queremos que le pase nada a nadie, pero para los talleres es dinero, cuando empieza el oto?o hay semanas que se nos llena¡±, relatan los trabajadores, que hace poco pasaron una factura de 8.000 euros para un cliente que se estamp¨® con un jabal¨ª. La DGT se?ala un aumento gradual de estos casos y precisa que en 2021 hubo 31.481 ¡°accidentes con da?os¡±, contra los 28.742 de 2019, y 509 ¡°con v¨ªctimas¡± en los que murieron cinco personas. La experiencia de surcar estas carreteras comarcales o provinciales hace muy frecuente ver animales en las cunetas, cuyo gran peligro, destacan Ayuso y Carro, es que al quedar deslumbrados por los focos se asusten y ¡°salgan para cualquier lado¡±. La jefatura provincial de Tr¨¢fico en Soria ha pasado de sumar 607 de estos accidentes en 2009 a 1.590 en 2021. La jefa del ¨¢rea, Mar¨ªa Francisca Delgado, lo achaca a una situaci¨®n com¨²n en muchos territorios: ¡°Se debe al aumento de la caba?a de animales. Adem¨¢s, han perdido el miedo a los humanos y se acercan a las carreteras a por comida y agua¡±.
La DGT recomienda circular con precauci¨®n en estas zonas, plagadas de carteles indicando el riesgo, y ¡°frenar para llegar al impacto a la menor velocidad¡±. Tambi¨¦n aconsejan evitar volantazos porque puede invadirse el carril contrario o chocar contra ¨¢rboles o se?ales. Lo correcto es ¡°mantenerse en el carril sin movimientos bruscos¡± para minimizar las consecuencias. La peligrosa carretera nacional 122 en Pe?afiel (Valladolid) qued¨® cortada hace unos d¨ªas por un fuerte impacto de un utilitario contra un jabal¨ª, aunque sin da?os personales. La N-122 recorre Castilla y Le¨®n de este a oeste y propicia abundantes testimonios cr¨ªticos de habitantes pr¨®ximos a la nacional. As¨ª se expresa un vecino de Sard¨®n de Duero (Valladolid): ¡°La gran mayor¨ªa de la poblaci¨®n que reside a lo largo de esa v¨ªa del demonio ha sufrido accidentes con animales¡±.
El estudio de L¨ªnea Directa revela que los corzos son los principales causantes de estos episodios, seguidos por los jabal¨ªes, especies muy abundantes. Seg¨²n explican en el taller de El Burgo de Osma y otros muchos afectados, oto?o se convierte en ¨¦poca especialmente peligrosa por la caza. Las batidas ¡°levantan¡± a los ejemplares, que escapan o cambian de h¨¢bitat, y pueden lanzarse a las carreteras. Algo similar ocurri¨® este verano ante los graves incendios de Zamora, donde muchos venados corr¨ªan por las calzadas alej¨¢ndose del fuego y colisionaban con los autom¨®viles, como explica el fot¨®grafo Emilio Fraile, que condujo por estas comarcas cuando ard¨ªan. Estos percances unen a pol¨ªticos como el diputado zamorano Antidio Fag¨²ndez (PSOE), que cita la nacional 631 como gran fuente de riesgo en su provincia y lamenta que ¡°con los fuegos los animales van a ver mejor la carretera porque no hay vegetaci¨®n¡± y se reducir¨¢ el peligro una temporada. La senadora de Teruel Existe Beatriz Mart¨ªn destaca que hace unos a?os choc¨® con un jabal¨ª y que hasta grab¨® a decenas de cabras montesas atravesando una carretera. El panorama le suena al diputado soriano del PP, Tom¨¢s Cabez¨®n, quien agradece que nunca haya tenido disgustos, pero que cuando vuelve de noche de Madrid ¡°raro es el d¨ªa en el que no cuento 100 corzos¡±.
El historial al volante del soriano Carlos Par¨ªs confirma esta tendencia. ¡°En un a?o arroll¨¦ a tres corzos y una vaca¡±, describe el hombre, que considera ¡°imprevisibles¡± a los c¨¦rvidos porque ¡°salen por cualquier lado y ?catapl¨¢s!¡±, mientras que cuando choc¨® con la res se salv¨® porque viajaba en un todoterreno que le permiti¨® ¡°estar contando esto¡±. ¡°Mi hermano se llev¨® tres de una manada¡±, a?ade Par¨ªs. Sacar el tema en estas provincias arroja un crisol de casos en los que se a?aden choques con zorros o ganado. La propia cadena tr¨®fica incorpora a los buitres a la ecuaci¨®n de siniestralidad, como recuerda la soriana Ana Paulano, de 51 a?os. Hace un tiempo vio una bandada de buitres ¡°comiendo un animal grande en la cuneta¡± a la altura de la N-122 en El Burgo de Osma. Ella baj¨® velocidad, pero ¡°uno se gir¨® y corriendo para coger vuelo se top¨® con mi coche, abarc¨® toda la parte delantera¡±. El animal acab¨® herido. Paulano se llev¨® un golpe frontal y un susto de los que, como otros tantos viajeros, impide mirar sin recelo a los laterales de las carreteras secundarias. Por si las moscas. Por si los corzos.
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