El cibercrimen comete ya uno de cada seis delitos

El cibercrimen sigue creciendo de modo imparable en Espa?a. Entre enero y noviembre de 2022 fueron denunciados 266.531 delitos cometidos a trav¨¦s de internet, seg¨²n los ¨²ltimos datos disponibles en el Sistema Estad¨ªstico de Criminalidad (SEC) del Ministerio del Interior a los que ha tenido acceso EL PA?S y que recogen las infracciones conocidas por todos los cuerpos policiales salvo la Ertzaintza y los Mossos d¡¯Esquadra. Esta cifra representa un 22% m¨¢s que en el mismo periodo del a?o anterior, cuando se cometieron 217.127; y un 31% respecto a los 11 primeros meses de 2020, a?o en el que se contabilizaron 202.081, ambos condicionados por la pandemia y los confinamientos. Si se compara con 2019, justo antes de la crisis sanitaria y cuando, como ahora, no hab¨ªa restricciones de movimiento, el incremento es del 82%, un porcentaje que sube al 440% si se confronta con 2016, cuando las infracciones penales cometidas por ciberdelincuentes fueron 60.469. Entonces, solo uno de cada 23 delitos conocidos se produc¨ªan en o por medio de internet. Ahora representan uno de cada seis.

¡°Hemos trasladado toda nuestra vida a la red. Las compras, el trabajo, el ocio y las relaciones personales se desarrollan cada vez m¨¢s en el ciberespacio y eso tiene, l¨®gicamente, su reflejo en la delincuencia¡±. Quien habla as¨ª es Elvira Tejada, fiscal de Sala de Criminalidad Inform¨¢tica desde hace 15 a?os, para quien esta tendencia ¡°es inevitable¡± y augura que seguir¨¢ creciendo. Este incremento es a¨²n m¨¢s llamativo si se tiene en cuenta la evoluci¨®n que ha tenido en esos mismos a?os lo que se conoce como delincuencia convencional, que se ha estancado. De hecho, la cibercriminalidad ha pasado en solo cuatro a?os de representar el 10% de todos los delitos conocidos a cerca del 17%.

De entre las ocho modalidades delictivas de cibercriminalidad que recogen las estad¨ªsticas de Interior, el fraude inform¨¢tico es el que acumula m¨¢s casos con diferencia. As¨ª, entre enero y noviembre de 2022 se contabilizaron 234.598 (el 88%), lo que le convierten en el segundo delito m¨¢s com¨²n en Espa?a, solo por detr¨¢s de los hurtos y superando a otros de la delincuencia convencional como los robos con fuerza en domicilios. Phising (creaci¨®n de p¨¢ginas web similares a las reales de una empresa o banco para enga?ar a los clientes de estas), smishing (envi¨® de mensajes SMS fraudulentos), vishing (llamadas telef¨®nicas para obtener informaci¨®n confidencial con los que despu¨¦s saquear cuentas bancarias) o spoofing (usurpaciones de identidades electr¨®nicas) se han convertido, de hecho, en terminolog¨ªa policial al que los ciudadanos se est¨¢n empezando a acostumbrar a la fuerza. Sobre todo en Navidad, el Black Friday o San Valent¨ªn, cuando las compras por internet se disparan y el cibercrimen multiplica su actividad.

De ello da buena cuenta la direcci¨®n de correo electr¨®nico fraudeinternet@polic¨ªa.es que la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Polic¨ªa Nacional puso en marcha hace a?os para que los ciudadanos notificasen cualquier incidente que sufran en la red. ¡°Pasamos de una media de 50 mensajes al d¨ªa el resto del a?o a m¨¢s del doble en estas fechas¡±, detalla la inspectora Beatriz G¨®mez Hermosilla, jefa del grupo de Fraude Empresarial de esta unidad. Esta especialista policial admite, sin embargo, que tanto estas comunicaciones como las estad¨ªsticas oficiales solo reflejan una parte de la cibercriminalidad real y que el n¨²mero de casos que nunca se denuncia, lo que en la jerga policial se conoce como ¡°cifra negra¡±, es muy alta. ¡°Cuando la cantidad defraudada es peque?a o, simplemente, se queda en tentativa, las v¨ªctimas no denuncian¡±, se?ala. El teniente coronel Juan Sotomayor, jefe del Departamento contra el Cibercrimen de la Guardia Civil, va un paso m¨¢s all¨¢ y estima que un 70% de las ciberestafas nunca llega a conocimiento de la polic¨ªa.

Fue este grupo de la Unidad Central Operativa (UCO) el que, en junio de 2019, detuvo a Jordi. A. F., alias Lupin, un leon¨¦s de 23 a?os al que a¨²n hoy se considera el mayor ciberestafador de la historia de Espa?a. Era capaz de ingresar m¨¢s de 300.000 euros en un solo mes con sus estafas y, cuando fue arrestado, hab¨ªa iniciado supuestamente los preparativos para dar un golpe de un mill¨®n de euros aprovechando la campa?a comercial en internet del Black Friday de noviembre de aquel a?o. Sotomayor destaca que, precisamente, el auge de estos delitos est¨¢ ligado a su ¡°alta rentabilidad¡± econ¨®mica, al cada vez menor coste de los equipos inform¨¢ticos necesarios para cometerlos y al reducido riesgo para sus autores. ¡°Pueden estar sentados tranquilamente en un pa¨ªs delinquiendo, mientras sus v¨ªctimas est¨¢n en otro, blanquean el dinero en un tercero y lo guardan en un cuarto¡±, a?ade, antes de reconocer que ello complica extraordinariamente las pesquisas y deja impunes un porcentaje alto de estos delitos. El alto mando se?ala que a esto ¨²ltimo han contribuido tres factores: los foros y chats del llamado ¡°internet oscuro¡± o dark web, donde los grupos de cibercrimen contactan sin trabas para colaborar; la posibilidad de navegar por la red de modo an¨®nimo y las criptomonedas, convertidas en el modo de pago preferida para mover fondos sin dejar rastro. ¡°Todo ello ha creado un entorno ideal para delinquir¡±, concluye.

Tejada ahonda en esta idea de la impunidad y recuerda que, en 2021, la Fiscal¨ªa inici¨® 17.969 procedimientos judiciales por ciberestafas, mientras que ese mismo a?o solo en 2.282 present¨® finalmente escrito de acusaci¨®n. ¡°Estas investigaciones son mucho m¨¢s dif¨ªciles que las de la delincuencia convencional porque la propia red ofrece mecanismos de anonimizaci¨®n y una dimensi¨®n transnacional que convierte en muy complejo identificar a los autores¡±, a?ade. No obstante, Tejada se muestra convencida de que ¡°se puede luchar contra ella¡±. Para ello, apuesta por, un lado, por avanzar en la normativa internacional y los acuerdos entre pa¨ªses que permitan aumentar una cooperaci¨®n que no siempre se da. Pero tambi¨¦n por ¡°aumentar en Espa?a el personal dedicado a estas investigaciones, su formaci¨®n y dotarlas de medios suficientes que permitan, por ejemplo, seguir la trazabilidad de las criptomonedas¡±. El teniente coronel Sotomayor tambi¨¦n aboga por reforzar los equipos policiales: ¡°Habr¨ªa que crear estructuras similares en efectivos y medios a las que, por ejemplo, tienen las unidades que luchan contra el narcotr¨¢fico¡±, se?ala, antes de a?adir que tambi¨¦n favorecer¨ªa las pesquisas ¡°tener jueces especializados en la Audiencia Nacional dedicados en exclusiva a instruir los grandes casos de ciberdelincuencia¡±.

Delitos de odio y pornograf¨ªa infantil

Aunque las ciberestafas sean el delito m¨¢s com¨²n en la red, la fiscal insiste en la necesidad de poner el foco en otros delitos como los ataques a los sistemas inform¨¢ticos de empresas y bancos, y, sobre todo, en aquellos en los que el da?o a las v¨ªctimas va m¨¢s all¨¢ del econ¨®mico, como son los delitos de odio, la violencia de g¨¦nero digital y, sobre todo, la elaboraci¨®n y difusi¨®n de pornograf¨ªa infantil, que no siempre refleje las estad¨ªsticas. De hecho, Interior solo tuvo conocimiento de 1.461 ¡°delitos sexuales¡± en la red en los 11 primeros meses del a?o pasado, incluido aquellos cometidos contra mayores de edad. Esta modalidad delictiva tiene, sin embargo, un ¨ªndice de esclarecimiento mucho m¨¢s elevado. As¨ª, la fiscal¨ªa abri¨® 777 procedimientos judiciales por pornograf¨ªa infantil en 2021 y ese mismo a?o formaliz¨® 368 escritos de acusaci¨®n. ¡°El problema en estos delitos no es la impunidad, sino la falta de denuncias¡±, a?ade.

A la pregunta de qu¨¦ aconsejar¨ªan a los ciudadanos para que no se conviertan en v¨ªctimas, las respuestas de los tres expertos son similares. La fiscal Tejada les pide que ¡°trasladen a la red las mismas precauciones que toman en la vida f¨ªsica. Igual que no ponemos en la puerta de nuestras casas un cartel en el que decimos que vamos a estar fuera de vacaciones 15 d¨ªas, no expongamos p¨²blicamente esa informaci¨®n en nuestras redes sociales¡±. Para la inspectora G¨®mez Hermosilla, hay que ¡°ser muy cuidadosos con la informaci¨®n que compartimos. Si no dejamos a nadie nuestro DNI en la calle, ?por qu¨¦ mandamos alegremente im¨¢genes del mismo en internet al primero que nos lo pide?¡±. El teniente coronel Sotomayor lo resume en ¡°tener sentido com¨²n tambi¨¦n cuando navegamos en la red¡±, aunque a?ade que cuando se sufre un ciberdelito no basta con lamentarse y hay que ¡°denunciar, denunciar, denunciar¡±.