Feij¨®o enfila su campa?a definitiva sin resolver el problema de Vox y con su grupo en el Congreso
El l¨ªder popular pretende ignorar los retos de Abascal y se refugia con su clan en el Senado ante la falta de equipo propio en la Camara baja
Alberto N¨²?ez Feij¨®o no para de recibir encuestas de empresas demosc¨®picas amigas que le pronostican lo mejor, tiene la agenda llena de contactos con empresarios importantes y por el despacho, o en encuentros m¨¢s discretos, no paran de pasar o pedir cita dirigentes del PP de otras etapas, pr¨®ximos a Mariano Rajoy o a Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, con perfiles moderados y de gesti¨®n, que le entusiasman. Ha transmitido a los suyos el karma de que pueden ganar en cualquier plaza. No es un deseo, es una instrucci¨®n. En ese plan solo le fallan, por ahora, los retos y advertencias ultras que le lanza Vox, que se cuelan sin cesar y peri¨®dicamente, y completar mejor su equipo, especialmente en el Congreso, donde ha constatado que tiene un agujero.
El s¨¢bado, en Zaragoza, desde el escenario en el que fue regalando cari?os a sus candidatos auton¨®micos, Feij¨®o confes¨® que acababa de recibir una encuesta de un buen amigo que le pronosticaba grandes ¨¦xitos. Tampoco se detuvo mucho en ensalzar esa predicci¨®n porque se?al¨® que esos augurios son el denominador com¨²n de casi todos los sondeos conocidos, menos los del CIS, en manos ¡°de un militante socialista¡±, en alusi¨®n a F¨¦lix Tezanos. El PP estima as¨ª que est¨¢ ahora entre cinco y siete puntos por encima del PSOE (26%) y en un porcentaje de voto que fluctuar¨ªa entre el 31% y el 32%, es decir 10 puntos m¨¢s que en las elecciones de 2019 en las que Pablo Casado se qued¨® en el suelo de 89 esca?os. La meta es ganar al PSOE, llegar a 140 diputados, exigir que se respete la lista m¨¢s votada y poder gobernar en solitario, sin Vox dentro.
Vox, aunque no se reconoce nunca, sigue siendo un gran dolor de muelas permanente para el PP de Feij¨®o, como lo fue para el de Casado, con sus acercamientos y alejamientos, como lo es ahora para el PP de Alfonso Fern¨¢ndez Ma?ueco en Castilla y Le¨®n, donde gobierna por primera vez y est¨¢ ya dejando ver sus intenciones y proyectos, como en las medidas antiabortistas propiciadas por el vicepresidente, Juan Garc¨ªa-Gallardo. En Castilla y Le¨®n no habr¨¢ elecciones el 28-M, porque fueron adelantadas y se acaban de celebrar hace unos meses, pero s¨ª en Castilla-La Mancha. Un reciente sondeo interno encargado para uno de los partidos en liza este enero en esa regi¨®n, sin embargo, deja el escenario muy parecido a c¨®mo est¨¢ ahora, con el PSOE de Emiliano Garc¨ªa-Page gobernando con claridad y 18 esca?os (ahora tiene mayor¨ªa absoluta y 19), el PP subir¨ªa cuatro (14), Ciudadanos perder¨ªa otros tantos y Vox se quedar¨ªa con uno de esos solo en Toledo. El panorama no es muy diferente en Arag¨®n, donde el PP ha subido la apuesta auton¨®mica al nominar frente al presidente socialista, Javier Lamban, al alcalde hasta ahora de Zaragoza, la gran capital, Jorge Azc¨®n.
Feij¨®o y su equipo sostienen, sin embargo, que el 28-M pueden ganar en cualquier territorio porque conf¨ªan en recuperar todo el voto en desbandada de Cs, algo del voto ¨²til que se pedir¨¢ a los cabreados de Vox para que castiguen realmente al Gobierno socialista de Pedro S¨¢nchez y tambi¨¦n pretenden generar dudas y disensiones entre el votante transversal m¨¢s cercano en el PSOE al centro pol¨ªtico y molesto con algunas de las medidas m¨¢s pol¨¦micas puestas en marcha por este Ejecutivo, sobre todo las rebajas de condenas a los agresores sexuales y a los corruptos con la modificaci¨®n del delito de malversaci¨®n. Por eso Feij¨®o siempre menciona en sus discursos esos asuntos, adem¨¢s de acusar al presidente de mentir todo el tiempo y sobre cualquier tema para restarle cr¨¦dito.
La estratagema del PP de Feij¨®o frente a los ¨®rdagos presentes y futuros de Vox es ignorarles como si fueran partidos muy diferentes. Feij¨®o y Santiago Abascal se encontraron, como persegu¨ªa el l¨ªder ultra, pero esa conexi¨®n no se va a profundizar. El nuevo portavoz de campa?a del PP, el vasco Borja S¨¦mper, amigo desde la adolescencia de Abascal, ya le aclar¨® la pasada semana a su excompa?ero de partido en Euskadi que su relaci¨®n est¨¢ ¡°a prueba de bombas¡±, pero cada uno por su lado. Tiene la intenci¨®n, incluso, de expresar de manera m¨¢s n¨ªtida que hasta ahora sus diferencias. Vox se ha adherido a e impulsado una manifestaci¨®n contra S¨¢nchez el d¨ªa 21 convocada por la asociaci¨®n Foro Espa?a C¨ªvica y la Fundaci¨®n Foro Libertad y Alternativa en la plaza de Col¨®n de Madrid y el PP a¨²n est¨¢ perfilando si acudir, c¨®mo y con qui¨¦n. Feij¨®o ha reiterado varias veces que tampoco suscribir¨¢ la nueva moci¨®n de censura que patrocina Abascal contra S¨¢nchez en el Congreso. Es decir, coincidencias con Vox, las menos posibles, y en todo caso cuando se justifiquen en los territorios donde son imprescindibles.
El sentido de los recientes fichajes de dirigentes del PP procedentes de quienes apoyaron en las primarias de 2018 a la candidata Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, tambi¨¦n iban en esa misma direcci¨®n: profundizar el perfil centrista, moderado y transversal que pudiera atraer a votantes socialistas desenga?ados. Es algo que ya hizo en Andaluc¨ªa el actual presidente, Juan Manuel Moreno, que fue sorayista, como su antigua mano derecha, El¨ªas Bendodo, ahora con Feij¨®o, y otros de sus colaboradores, como Tom¨¢s Burgos o Antonio Sanz. Los ataques del PSOE a Moreno para azuzar el miedo de que pudiera gobernar con Vox acabaron por propiciar su gobierno en solitario con mayor¨ªa absoluta. Ese es el modelo que querr¨ªa copiar.
En esa estructura, el PP de Feij¨®o se ha tropezado con una falla en su grupo en el Congreso, confeccionado al gusto en su d¨ªa de Casado y su alter ego, Teodoro Garc¨ªa Egea, y que tiene dif¨ªcil arreglo hasta la elaboraci¨®n de las nuevas listas para las pr¨®ximas elecciones, en las que s¨ª habr¨¢ una buena limpia. Cuando lleg¨®, en abril de 2022, Feij¨®o estudi¨® todas las opciones y no solo se qued¨® con la portavoz en el grupo, Cuca Gamarra, que hab¨ªa sido en su d¨ªa sorayista (para romper el techo de cristal de las mujeres) y luego casadista hasta que le traicion¨® entre l¨¢grimas cuando todo el partido le abandon¨®, sino que la elev¨® como n¨²mero dos y secretaria general. No encontr¨® mejor alternativa. Luego intent¨® inmiscuirse algo m¨¢s en la direcci¨®n de ese grupo un tanto descontrolado nominando como secretario general a otro sorayista, Carlos Rojas, del entorno andaluz de Moreno, pero sigue sin confiar en ese equipo. Su clan est¨¢ en el Senado, donde es parlamentario por designaci¨®n auton¨®mica, como la mayor¨ªa de su comit¨¦ de direcci¨®n: Bendodo, Miguel Tellado, Juan Bravo, Pedro Roll¨¢n, Jos¨¦ Antonio Monago, y otros cargos de menor calado.
Feij¨®o tiene despacho institucional en el Senado, trabaja all¨ª muchas horas, se ha reencontrado con muchos veteranos con experiencia y colmillos afilados de su cuerda y sus colaboradores tambi¨¦n se han asentado c¨®modos en los pasillos y despachos de la C¨¢mara alta. Al Congreso ni acude ni ve posibilidades de intromisi¨®n para el tiempo que queda de legislatura, en un grupo ahora muy heter¨®geneo, dividido, sin direcci¨®n clara y con intereses tan contrapuestos que llevan casi dos meses para relevar en la Mesa de la C¨¢mara a uno de sus dos cargos en ese ¨®rgano, el que debe sustituir a Adolfo Su¨¢rez Illana, que dej¨® esa funci¨®n el 29 de noviembre. Hay varios ejemplos de esa falta de confianza.
En el Congreso funcionan hasta tres portavoces del ¨¢rea econ¨®mica, cada uno con sus cuentas pendientes, Elvira Rodr¨ªguez, Jaime de Olano y Mario Garc¨¦s, y ninguno con ascendencia real sobre el verdadero vicesecretario econ¨®mico de Feij¨®o, Juan Bravo, senador. Otro caso a¨²n m¨¢s extra?o: pese a las apariencias y la procedencia gallega, ni Feij¨®o, ni sobre todo su entorno, tienen una buena relaci¨®n con la vicepresidenta del Congreso, la veterana Ana Pastor, y por eso querr¨ªan proponer para el puesto vacante que dej¨® Su¨¢rez a alguien de su entorno: otro gallego, Celso Delgado. Distintas fuentes del PP y del Congreso aseguran que esa es la raz¨®n por la que no se resuelve esa inc¨®gnita, aunque esta semana Gamarra se?al¨® que era porque no hab¨ªa a¨²n un acuerdo ni plenos convocados. Gamarra querr¨ªa para esa funci¨®n tan institucional a Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro, con enorme experiencia y bien visto por todo el grupo. Desde Andaluc¨ªa, y con buena sinton¨ªa con Moreno, podr¨ªa prosperar una tercera v¨ªa, la del sevillano Ricardo Tarno. En el trasfondo de esa disputa interna se ha colado el temor al resultado de esa votaci¨®n, individual y secreta. El PP insinu¨® que quer¨ªa solventar esa vacante en el ¨²ltimo pleno del pasado periodo de sesiones, a finales de diciembre, y el PSOE les hizo llegar que podr¨ªa fracasar por no tener todos los votos bien atados.
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