Toques de campana a difuntos y llantos por el sacrist¨¢n Diego Valencia, muerto en el ataque en Algeciras
Mil personas guardan cinco minutos de silencio en la ciudad gaditana por unos sucesos que han conmocionado a las comunidades cat¨®licas y musulmanas
El toque de campanas a difuntos corta el, ya de por s¨ª, fr¨ªo aire de la plaza Alta de Algeciras (C¨¢diz). El corro apelotonado de pol¨ªticos, mandos policiales, medios de comunicaci¨®n y vecinos se articula en torno a las velas y flores que, al mediod¨ªa de este jueves, no paran de crecer. All¨ª, a pocos pasos de la puerta principal de la iglesia de La Palma cay¨® desplomado este mi¨¦rcoles el sacrist¨¢n Diego Valencia despu¨¦s de ser agredido mortalmente supuestamente por Yasine Kanjaa. El joven marroqu¨ª, de 25 a?os, fue detenido poco despu¨¦s, tras recorrer con un machete un camino de terror que le llev¨® por dos iglesias y en el que agredi¨® a varias personas, entre ellas al sacerdote salesiano Antonio Rodr¨ªguez, hospitalizado grave pero estable.
¡°Que este ataque sea el primero, el ¨²nico y el ¨²ltimo¡±, ha exclamado el alcalde Jose Ignacio Landaluce tras los cinco minutos de silencio en una plaza abarrotada por unas 1.000 personas, seg¨²n estimaciones de la Polic¨ªa Local. Tras azuzar el avispero de la ausencia de efectivos policiales en la ciudad ¡ªdesmentida por el Gobierno, que asegura que han pasado de tener 1.201 agentes en el municipio en 2018 a los 1.363 actuales¡ª, el alcalde del PP ha optado por un perfil bajo y no ha querido hacer declaraciones tras el sobrecogedor silencio. Tan solo ha dado las gracias a quienes protegen la ciudad y ha hecho una leve referencia a que ¡°sean m¨¢s¡±, luego se ha acercado a los medios para confirmar que la capilla ardiente del sacrist¨¢n Valencia se instalar¨¢ en la iglesia de La Palma este jueves, a partir de las 18.00.
El silencio se ha roto con un espont¨¢neo ¡°?va por ti, Diego!¡±, pronunciado por uno de los vecinos congregados. Para ese entonces, el p¨¢rroco de La Palma, Juan Jos¨¦ Marina, conten¨ªa las l¨¢grimas como pod¨ªa mientras parec¨ªa musitar un rezo. Al homenaje tambi¨¦n se han sumado poco despu¨¦s familiares del fallecido, hermana y sobrinos, incapaces de contener las l¨¢grimas, mientras eran consolados por algunas de las autoridades presentes en el acto.
La ministra de Transporte, Raquel S¨¢nchez ¡ªque ten¨ªa previsto un acto institucional en la ciudad¡ª, el delegado del Gobierno en Andaluc¨ªa, Pedro Fern¨¢ndez, o la consejera de Fomento de la Junta de Andaluc¨ªa, Marifr¨¢n Carazo, tambi¨¦n han optado por un perfil bajo, despu¨¦s de que espont¨¢neos congregados en la plaza comenzaran una leve pugna dial¨¦ctica sobre las supuestas disensiones entre las comunidades cat¨®licas e isl¨¢micas de la ciudad. El Consistorio cifra esta ¨²ltima entre 12.000 y 15.000 personas, en una ciudad de 121.400 habitantes. ¡°No le conoc¨ªamos. En nombre de la comunidad musulmana condenamos un acto asesino contra una persona religiosa y noble. Que no se ponga en tela de juicio la convivencia de Algeciras¡±, ha exclamado Dris Mohamed, portavoz de la comunidad isl¨¢mica de El Saladillo. Tanto ¨¦l como otros musulmanes congregados en la plaza han realizado un breve rezo por la v¨ªctima mortal, poco despu¨¦s de acabar el acto.
Mohamed ha confesado sentir preocupaci¨®n por ¡°los mensajes de odio¡± que ha comenzado a recibir por redes sociales. Son los mismos que unos pocos aislados han aireado en la plaza ¡ªazuzados por una convocatoria que Vox hab¨ªa realizado en la plaza una hora antes¡ª, quejosos por la congregaci¨®n de migrantes en situaci¨®n irregular en la ciudad. Sin embargo, no era ese el mensaje preponderante en una plaza en la que el p¨¢rroco de La Palma ha resaltado la convivencia pac¨ªfica entre los distintos cultos y c¨®mo ¡°muchas de las familias que reciben ayuda de C¨¢ritas son musulmanas¡±. ¡°Conoc¨ªa mucho a Diego. Era una persona que ayudaba a la ciudad y que desde la sacrist¨ªa siempre estaba ayudando precisamente a ellos [por las personas musulmanas sin recursos]¡±, ha explicado una vecina de 90 a?os feligresa de La Palma que ha preferido mantener el anonimato.
¡°Quer¨ªamos estar aqu¨ª para dar nuestro apoyo a la familia¡±, explicaba una hora antes de la concentraci¨®n Bouchar El Hazani, marroqu¨ª de 46 a?os casada con un espa?ol, y con una hija. ¡°Tengo el coraz¨®n mitad de Espa?a mitad de Marruecos. Y estas cosas no deben pasar, estamos absolutamente en contra¡±, subrayaba la mujer. A su alrededor hab¨ªa una nube de periodistas y decenas de c¨¢maras de televisi¨®n en una plaza tomada por la Polic¨ªa Nacional con tres furgonetas y una veintena de agentes fuertemente armados. Un pu?ado de velas encendidas junto a un ramo de flores ejerc¨ªa de peque?o altar en recuerdo a la v¨ªctima.
Aziz Hamdi, tambi¨¦n residente en Algeciras desde que lleg¨® para estudiar hace dos d¨¦cadas, se acerc¨® minutos antes de la concentraci¨®n para mostrar su repulsa a lo ocurrido. ¡°En casa no hemos podido dormir. Yo no soy nadie, pero desde la comunidad musulmana pedimos perd¨®n a su familia, a la que debemos todos apoyar al m¨¢ximo¡±, sosten¨ªa Hamdi, que destacaba la buena convivencia en la ciudad. ¡°No hay problemas¡±, se?alaba. ¡°Aqu¨ª nos llevamos bien con todos. Hay mucha gente buena. Hay personas malas de todos los colores y en todas las religiones¡±, a?ad¨ªan Jos¨¦ y Pilar, matrimonio algecire?o, media hora antes del minuto de silencio. ¡°Aqu¨ª nos queremos todos, nos respetamos, llevamos muchos a?os de buena convivencia. Nada de esto deber¨ªa pasar¡±, se?alaba Pepi Valencia, prima de la v¨ªctima. ¡°Es como si hubiera perdido a un hermano¡±, se lamentaba emocionada.
¡°Ahora tenemos miedo. Cuando nos enteramos de lo que pas¨®, decidimos cerrar el negocio. Nadie sab¨ªa qu¨¦ podr¨ªa pasar¡±, contaba Najat Sadik, de 52 a?os, que regenta una tienda de segunda mano en el barrio de La Caridad, muy cerca de donde viv¨ªa el sacrist¨¢n fallecido. ¡°Me cruzaba mucho con ¨¦l, lo he visto muchas veces porque llevo ya 20 a?os en Algeciras¡±, afirmaba Sadik.
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