El aniversario de la crisis interna revuelve las aguas en el PP
Los casadistas reclaman una rehabilitaci¨®n pol¨ªtica de su l¨ªder aunque este no la quiera. Feij¨®o ha buscado la pacificaci¨®n con una estrategia de no injerencia en los territorios
Algunas heridas tardan mucho en cicatrizar. La del PP, un a?o despu¨¦s de la implosi¨®n interna que se llev¨® por delante a su primer l¨ªder elegido en primarias, todav¨ªa no est¨¢ cerrada. El aniversario de aquella crisis que amenaz¨® con hacer sucumbir al principal partido conservador ha revelado c¨®mo de fr¨¢giles son las suturas. Lo demuestra que hayan salido ahora a la luz los mensajes del chat del comit¨¦ de direcci¨®n del PP ¡ªpublicados por EL PA?S¡ª, donde se ve a algunos de los principales dirigentes de la c¨²pula de Pablo Casado halag¨¢ndole en su enfrentamiento con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel D¨ªaz Ayuso, apenas unos d¨ªas antes de participar en la conjura para descabalgarle. Lo revela tambi¨¦n que Alberto N¨²?ez Feij¨®o se fuera a comer esta semana en secreto con su predecesor, y el silencio espeso de Ayuso, la otra parte de aquella guerra, sobre esa cita.
Los equilibrios internos son inestables en el PP, aunque el liderazgo de Feij¨®o y la cercan¨ªa de las elecciones mantienen prietas las filas. ¡°El partido no est¨¢ unido, el partido est¨¢ acojonado. El 80% de los cargos actuales fueron nombrados por la direcci¨®n anterior, y para renovar en las listas todos saben que se impone la obediencia debida¡±, asegura un dirigente casadista que sigue dentro del PP. Quedan pocos, porque la mayor¨ªa traicion¨® a Casado y se aline¨® con Feij¨®o, pero ese grupo, aunque minoritario, est¨¢ muy molesto por el trato que el partido est¨¢ dando a su exl¨ªder un a?o despu¨¦s de expulsarle del poder.
Casado ha sido borrado del mapa en el PP, ¡°como un Hern¨¢ndez Mancha dos¡±, dicen en las filas populares. Y a los suyos les escuece. ¡°Quien diga que no es el momento de rehabilitar a Pablo que piense en los miles de cargos y afiliados que le han querido y a los que les gustar¨ªa verlo. Otra cosa es que ¨¦l no quiera¡±, insiste este dirigente af¨ªn a Casado. ¡°No est¨¢n preparados para hacerlo, en realidad, aquellos que no tienen la conciencia tranquila¡±, se queja en referencia a quienes le traicionaron.
A pesar del enfado de sus afines, Casado no ser¨¢ un problema para Feij¨®o. El expresidente defenestrado no quiere acercarse de nuevo a la pol¨ªtica porque asegura que es incompatible con su trabajo actual, como captador de inversiones para un fondo de tecnolog¨ªa y defensa, y tampoco quiere dar guerra. Casado mantiene un escrupuloso silencio desde su salida de la pol¨ªtica hace un a?o, y no pretende romperlo, seg¨²n fuentes de su entorno. Al contrario, est¨¢ obsesionado con que nadie pueda reprocharle que enreda o que trata de influir en el nuevo rumbo del partido como hicieron algunos de sus predecesores, sobre todo Aznar, que lleg¨® a convertirse en un dolor de cabeza para Rajoy. Aunque reivindica su etapa, y est¨¢ muy dolido por lo que pas¨®, el exl¨ªder no har¨¢ ruido.
La figura de Casado, en todo caso, es inc¨®moda y controvertida en el PP. ¡°Nadie le echa de menos. Ha pasado como un par¨¦ntesis en blanco¡±, opina un l¨ªder territorial de los que estaban en el punto de mira de la anterior direcci¨®n. Feij¨®o sabe que Casado conserva muchos enemigos internos ¡ªla principal, y la m¨¢s poderosa, Isabel D¨ªaz Ayuso¡ª, y que su rehabilitaci¨®n pol¨ªtica tampoco ser¨ªa pac¨ªfica. Por eso opt¨® por una comida que pretend¨ªa ser discreta ¡ªaunque la revel¨® EL PA?S¡ª para acercar posiciones con su antecesor en el cargo sin soliviantar a sus adversarios. ¡°Feij¨®o es muy inteligente y se ha elevado humana y pol¨ªticamente con la comida con Casado¡±, analiza un bar¨®n. ¡°Ha buscado lavar su imagen¡±, opinan en cambio otras voces en el PP.
Ayuso es la clave. Feij¨®o no puede ni quiere enfadar a la presidenta de Madrid, que hace un a?o estaba reclamando la expulsi¨®n del PP de todos los que hubieran participado en la ¡°campa?a¡± contra ella, es decir, al intento de Casado de que rindiera cuentas por los negocios de su hermano con el Gobierno de Madrid por la venta de mascarillas en plena pandemia. En G¨¦nova saben que un acercamiento a Casado podr¨ªa abrir la caja de los truenos con Ayuso, y prefieren evitarlo. De ah¨ª la comida, ante la que Ayuso ha guardado un elocuente silencio mordi¨¦ndose la lengua. ¡°Las cuestiones del PP las trato en el PP¡±, ha replicado la l¨ªder madrile?a revelando su incomodidad con ese encuentro.
Algunos en el PP interpretan que el patio interno est¨¢ tranquilo por la cercan¨ªa a las elecciones, pero que hay figuras que permanecen agazapadas. ¡°Hay dos personas en una posici¨®n de cautela hasta las generales¡±, analiza un dirigente que estuvo con Casado pero particip¨® de su ca¨ªda. ¡°Una es Ayuso, y la otra es Aznar. Ayuso ahora no muerde porque hace muy poco que mordi¨®. Ella va a aguantar y va a esperar a ver si tiene que dar el salto en seis meses desde sus elecciones como salvadora del partido, en caso de que Feij¨®o no ganara, manteniendo una buena imagen interna. Y Aznar est¨¢ en que hay que tratar de echar a S¨¢nchez como sea, y luego ya veremos. FAES est¨¢ ayudando mucho con toda la labor preprogram¨¢tica. Son las dos posiciones de custodia del partido¡±.
Feij¨®o ha pacificado adem¨¢s el PP internamente con una estrategia de no injerencia en los territorios. A diferencia de las pr¨¢cticas invasivas de Casado y su lugarteniente Teodoro Garc¨ªa Egea queriendo controlar a las direcciones territoriales, Feij¨®o ha dejado manos libres a los barones. Ha revalidado a la mayor¨ªa de los candidatos de la direcci¨®n anterior ¡ªcomo a Carlos Maz¨®n, en la Comunidad Valenciana; Jorge Azc¨®n, en Arag¨®n; Mar¨ªa Guardiola, en Extremadura; y Marga Prohens en las Islas Baleares¡ª y ha dejado a todos que dise?en libremente su campa?a. ?l solo ir¨¢ a donde le llamen. ¡°Alberto no va a tocar nada hasta las generales¡±, analiza un dirigente. ¡°Est¨¢ actuando en un modelo de confederaci¨®n de partidos. As¨ª, si las cosas fallan, podr¨¢ decir que eran los candidatos del pasado. Si es un acierto, el m¨¦rito ser¨¢ suyo¡±.
Feij¨®o tambi¨¦n ha lanzado otro mensaje importante. En Valencia, en el foro intermunicipal de principios de febrero, cuando se escenific¨® la reconciliaci¨®n entre Aznar y Rajoy, el l¨ªder solemniz¨® ante los suyos que no pretende atrincherarse en el cargo si no gana. Al contrario, les dijo que en ese caso se ir¨¢, y de ese mensaje han tomado nota en todas las direcciones territoriales. ¡°Hoy estoy seguro de que Espa?a va a tener un mejor Gobierno. Y ya sab¨¦is que no me gusta hablar por hablar¡±, dijo ante la plana mayor del PP y los dos expresidentes del Gobierno. ¡°Si no consigo ganar, no merezco ser presidente del partido. Por tanto, ayudad un poco. ?Echad una mano!¡±, clam¨®.
La mayor¨ªa en el PP interpreta ese mensaje como que Feij¨®o tiene la convicci¨®n de que va a ganar las elecciones, y por eso se compromete. Las buenas perspectivas electorales act¨²an como un b¨¢lsamo pacificador, como tambi¨¦n las decisiones t¨¢cticas del l¨ªder pensadas para evitar marejadas internas. El aniversario de la crisis ha puesto de manifiesto que el PP tiene heridas sin cerrar, pero las suturas solo estallar¨¢n si las cosas no salen en diciembre como el l¨ªder espera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.