El hombre m¨¢s rico de la Espa?a vac¨ªa quiere repoblar su tierra

Se suele decir que los ricos viven en una burbuja al margen del resto de los mortales, pero ese no es el caso de Ricardo Leal, de 67 a?os. Para encontrarlo en su pueblo extreme?o, los vecinos de Jerez de los Caballeros (Badajoz, 9.167 habitantes) recomiendan ir cualquier ma?ana a Eritas, un bar de los de toda la vida, con dos m¨¢quinas tragaperras en una esquina y el diario As en la barra. Y as¨ª es. Al abrir la puerta del local, ah¨ª est¨¢ ¨¦l, vestido con camisa y chaleco, desayunando caf¨¦ y tostadas con aceite junto a un amigo y empleado, el abogado Rafael P¨¦rez. Cuentan de Leal los jerezanos que cuando llega la Navidad podr¨ªa viajar con sus nietos a Disneylandia (Par¨ªs), pero prefiere quedarse en Jerez viendo ilusionado la Cabalgata de los Reyes Magos. Tambi¨¦n se lo cruzan por las calles de la localidad, comi¨¦ndose un montadito en la Feria del Comercio o en la del Jam¨®n, recogiendo setas o esp¨¢rragos.

Este jerezano, sencillo y reservado, parece uno m¨¢s del pueblo, pero su fortuna lo hace muy distinto. Hijo de un alba?il, empez¨® de cero su carrera en los negocios en los a?os setenta y ha conseguido levantar un conglomerado empresarial dedicado a actividades tan variadas como las joyas, el acero o las energ¨ªas renovables. En 2022, Leal se convirti¨® en el espa?ol n¨²mero 60? de la lista Forbes de los m¨¢s ricos de Espa?a, con un patrimonio de 450 millones de euros. Por delante tiene a 28 madrile?os, 10 catalanes, seis gallegos, cinco baleares, cuatro valencianos, tres vascos, dos murcianos y un andaluz. Pero Leal es el primero en la lista radicado en la Espa?a interior. En concreto, en un pueblo sin autov¨ªa que pierde lentamente poblaci¨®n. Jerez de los Caballeros ha ca¨ªdo de los 10.237 habitantes de 2009 a los 9.167 del a?o pasado. Que uno de los centros del poder econ¨®mico espa?ol se levante en un lugar con condiciones tan adversas es un ¨¦xito inesperado que ha convertido a Leal, sus empresas y a una fundaci¨®n ben¨¦fica de reciente creaci¨®n en la mejor esperanza para salvar de la despoblaci¨®n a esta villa de casitas blancas ubicada en el sur de Badajoz.

Para llegar en coche desde Madrid a la oficina de Leal hace falta tomar rumbo al suroeste del pa¨ªs y prepararse para un camino largo. Despu¨¦s de casi 400 kil¨®metros de autopista, el ¨²ltimo tramo es una carreterita en mal estado de cerca de 50 kil¨®metros y un ¨²nico carril por sentido. La sede de su corporaci¨®n, CL Grupo Industrial, se encuentra en un edificio de dos plantas. Leal dirige desde aqu¨ª sus 26 empresas, que dan empleo a m¨¢s de 3.000 personas en Espa?a y 13 pa¨ªses de Europa, Sud¨¢frica y norte de ?frica. En 2021, su holding factur¨® 1.500 millones de euros. Una parte considerable de la producci¨®n, nueve compa?¨ªas, se encuentran en Jerez de los Caballeros, donde trabajan para ¨¦l unas 1.100 personas de su municipio y otras poblaciones menores de su comarca, la de la Sierra Suroeste.

Su escalada comenz¨® a los 14 a?os, cuando aprendi¨® el oficio de joyero trabajando para otro jerezano. A los 22 abri¨® su propia joyer¨ªa en la calle de la Amargura. A los 26 cre¨® la marca Cristian Lay, la que le har¨ªa conocido. Y a los 30 abri¨® su primera f¨¢brica de joyer¨ªa en Jerez. En lugar de crecer abriendo tiendas f¨ªsicas en otras poblaciones, eligi¨® para Cristian Lay la f¨®rmula de la venta por cat¨¢logo puerta a puerta. As¨ª se expandi¨® por el mundo en los ochenta y noventa, cuando era a¨²n muy extra?o que una pyme (peque?a y mediana empresa) se lanzara a esas aventuras.

En esos viajes de negocios, ha visto mucho mundo, pero nunca ha vivido permanentemente fuera de Jerez. Y siempre trataba de volver los fines de semana a su tierra. ¡°No me gustan especialmente las ciudades. Soy una persona que se adapta, pero a m¨ª me encanta mi pueblo, respirar aire puro y la naturaleza. Me hace falta¡±, dice Leal al poco de recibir a este peri¨®dico, tras su desayuno en el bar Eritas. ¡°Hay quien vive en Madrid y todos los fines de semana sale para ir a la sierra. Pues yo aqu¨ª lo hago a diario¡±. En su despacho, sobre una mesa de madera, Leal tiene tres fotos enmarcadas: dos de ¨¦l, con sus cuatro hijos varones, y otra de un vecino regal¨¢ndole al papa Francisco una pata de jam¨®n de una de sus compa?¨ªas, la jamonera Dehesa de Valcabao.

El empresario tiene una idea muy descre¨ªda sobre el discurso pol¨ªtico de la Espa?a vac¨ªa. Acepta que el mundo ha cambiado y es imposible mantener pobladas todas las zonas rurales. No todos los municipios de Espa?a pueden ser recuperados, seg¨²n ¨¦l. ¡°Yo, que he recorrido much¨ªsimo el Camino de Santiago, conozco bastantes aldeas por las que he pasado y lo tienen imposible, porque ni tienes colegios para un ni?o que nazca¡±, dice. Son las poblaciones con tama?o suficiente para mantener abiertas las escuelas, como es el caso de Jerez de los Caballeros, las que pueden albergar esperanzas, pero anima a la poblaci¨®n local a no instalarse en la queja, sino a asumir la responsabilidad del desarrollo rural. A su modo de ver, la clave para impulsar estos territorios reside en que los emprendedores de esos municipios encuentren un nicho empresarial y lo exploten. Pone de ejemplo los m¨¢rmoles en Macael (Almer¨ªa) o los tomates de Miajadas (C¨¢ceres). ¡°Ning¨²n empresario va a venir de fuera para arreglarte los problemas de tu casa. Las empresas locales tienen que partir de lo peque?ito y hacerlo grande¡±.

Leal ha mantenido sus f¨¢bricas en Jerez de los Caballeros a pesar de que eso le acarrea un coste adicional de tiempo y dinero por culpa de las malas conexiones. En torno a 500 camiones entran o salen a diario de sus factor¨ªas en el municipio, como la planta de cosm¨¦ticos Perseida, la de joyas Cristian Lay o la sider¨²rgica Balboa. Las carreteras se colapsan y perjudican a toda la poblaci¨®n de la comarca porque a menudo a los conductores les toca transitar durante largos minutos detr¨¢s de un tractor o de un cami¨®n hasta que pueden adelantar.

Una periodista de la radio local, Paula D¨ªaz, lamenta el abandono que sufre la zona, cuyo ejemplo m¨¢s patente es la reivindicaci¨®n de la autov¨ªa, una petici¨®n un¨¢nime de todos los partidos locales. ¡°Por dec¨ªrtelo en t¨¦rminos rurales, si tengo unos bueyes y una carreta fant¨¢sticos, necesito que me arregles los caminos. Traer¨ªamos m¨¢s gente y recursos. Lo que no es de recibo es que tengamos a un empresario que crea riqueza y empleo y las comunicaciones no est¨¦n a la altura¡±. De momento, a lo que se comprometi¨® el a?o pasado la Junta de Extremadura del socialista Guillermo Fern¨¢ndez Vara es a construir un tercer carril en un tercio de la carretera que lleva de Jerez de los Caballeros a Zafra, donde s¨ª hay una autov¨ªa que conduce a Madrid y Sevilla. Las obras a¨²n no han comenzado.

Las familias a las que da empleo y el resto del municipio agradecen a Leal que, a pesar de esas limitaciones, se haya comprometido con la zona. En noviembre, el Ayuntamiento gobernado por la socialista Virginia Borrello reconoci¨® a Leal como Jerezano Ilustre con el voto a favor de 12 de los 13 concejales. El ¨²nico que se opuso, concejal de Unidas por Jerez, expres¨® su respeto a Leal pero explic¨® que votaba en contra porque hubiera preferido galardonar a una mujer, ya que los tres jerezanos premiados hasta entonces hab¨ªan sido todos hombres. La alcaldesa solo tiene palabras de elogio: ¡°Hay que predicar con el ejemplo y este hombre lo est¨¢ haciendo. Este hombre y sus hijos podr¨ªan vivir en cualquier sitio del mundo que ellos quisieran y han decidido seguir apostando no solamente por mantener estas empresas en su pueblo, sino por vivir aqu¨ª¡±.

El hijo mayor de Leal, Miguel ?ngel, tiene 43 a?os y dirige la divisi¨®n industrial del grupo. Ha estudiado en el MIT estadounidense (Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts), pero no le duele decir con rotundidad: ¡°Yo soy de pueblo¡±. Lo hizo en un foro de la Espa?a Vaciada en Jerez hace un a?o y medio. ¡°Un d¨ªa est¨¢s en Jerez de los Caballeros y al d¨ªa siguiente est¨¢s en Nueva York y a los tres d¨ªas, en Shangh¨¢i. Desde Jerez de los Caballeros se puede hacer eso¡±, les dijo. ¡°Criar aqu¨ª en el pueblo a mi hija y otra que viene en camino le va a dar unos valores que en otros sitios a lo mejor no se pueden dar¡±.

Con todo, la gente joven se est¨¢ yendo del municipio y la natalidad cae como en el resto de Espa?a. El due?o del bar Eritas, Joaqu¨ªn el Melli, tiene dos hijas estudiando en la universidad en Sevilla. ?l les anima a buscarse la vida en la capital andaluza o donde haga falta. ¡°Lo ¨²ltimo es Jerez¡±, les suele decir por su bien. Muchos jerezanos piensan como ¨¦l. La poblaci¨®n lleva dos d¨¦cadas reclamando esa autov¨ªa que nunca llega y recientemente se han manifestado por la falta de m¨¦dicos en el centro de salud.

Hace tres a?os el pueblo se asom¨® al precipicio. Ocurri¨® cuando el grupo sider¨²rgico Balboa, fundado por el otro gran empresario jerezano, Alfonso Gallardo, se ahogaba por las deudas. Los jerezanos entraron en p¨¢nico porque pujaba por el conglomerado otra empresa de fuera de Extremadura. Los puestos de 900 personas, gran parte de Jerez de los Caballeros, corr¨ªan peligro. Y entr¨® en juego Fern¨¢ndez Vara: el presidente extreme?o pidi¨® a Leal que se quedara con la acer¨ªa. Era un gran riesgo. La producci¨®n de las cinco plantas de Balboa se hab¨ªa parado por la pandemia, que estall¨® ese a?o, y el grupo se estaba arruinando. Fern¨¢ndez Vara pens¨® en Leal porque ten¨ªa experiencia adquiriendo empresas en problemas y conoc¨ªa su compromiso con Jerez y con la comarca suroeste de Extremadura.

¡°Me daba miedo por la responsabilidad que conllevaba¡±, cuenta Leal. ¡°Yo les dije a mis hijos que como eso saliera mal nos iban a correr a porrazos y nos ¨ªbamos a tener que ir de Jerez. Pero lo hicimos por el bien de Jerez y la comarca. Al presidente le respond¨ª: ¡®Vamos palante¡±.

Una de sus ¨²ltimas contribuciones ha sido crear hace tres a?os la Fundaci¨®n Ricardo Leal que, entre otros proyectos, ha abierto en Jerez de los Caballeros un colegio con la filosof¨ªa Montessori, una demanda de los padres de la zona. ¡°Queremos devolver a la sociedad jerezana parte de lo que nos ha dado¡±, dice Leal. ¡°El colegio est¨¢ sembrando futuro¡±.