Josep Piqu¨¦, el hombre sensato

Durante diferentes etapas de mi vida tuve el honor de poder mantener largas conversaciones con Josep en las que pude disfrutar de su enorme capacidad para escrutar el mundo y buscar entender hacia d¨®nde se dirige. Era el seny hecho persona, un hombre sensato que hu¨ªa de los superlativos, en unos tiempos como los nuestros en los que todo es exceso e hip¨¦rbole. Un pol¨ªtico cabal en un pa¨ªs polarizado tan necesitado del b¨¢lsamo del sentido com¨²n y de la unidad. As¨ª, busc¨® construir puentes en Catalu?a, creando un espacio que cobijase a quienes desde la realidad de una sociedad plural no deseaban la secesi¨®n de Espa?a, con dialogo y serenidad.

De esa sensatez dot¨® tambi¨¦n a la pol¨ªtica exterior de nuestro pa¨ªs a su paso por el Ministerio de Exteriores. Primer ministro de exteriores del siglo XXI en todas sus acepciones, fue un analista de mirada larga que combinaba como pocos en nuestro pa¨ªs el estudio de la econom¨ªa y la geopol¨ªtica, para aportar claves a un mundo cada vez m¨¢s impulsado por relaciones de poder. Josep Piqu¨¦ era tambi¨¦n reflexi¨®n: como editor de la Revista Pol¨ªtica Exterior a la que, incluso en sus ¨²ltimas horas, no dej¨® de prestar atenci¨®n y tremendamente pedag¨®gico en sus intervenciones, pod¨ªas escucharle pensar cuando hablaba.

Conoc¨ª a Josep Pique cuando ¨¦l ya no ocupaba cargos gubernamentales y yo dirig¨ªa una agencia de Naciones Unidas. Nos ve¨ªamos regularmente y compart¨ªamos an¨¢lisis de la actualidad, sobre todo de Asia, una regi¨®n que ¨¦l conoc¨ªa bien, y que le interesaba. Generoso con su tiempo, cuando fui Ministra de Exteriores siempre estuvo dispuesto a ofrecer sus consejos, que yo apreciaba; alegr¨¢ndose cuando se cerr¨® el acuerdo entre Espa?a y el Reino Unido sobre Gibraltar, tema en el que ¨¦l tanto trabaj¨®. Hace unos meses, en nuestro ¨²ltimo encuentro, hablamos de autonom¨ªa estrat¨¦gica europea y de la necesidad de que la UE desarrolle un m¨²sculo potente en industria de defensa, algo en lo que ambos trabaj¨¢bamos. Se va el servidor p¨²blico leal, sensato, comprometido hasta el final. Queda su legado y los m¨²ltiples espacios que ayud¨® a construir, desde Pol¨ªtica Exterior, al Real Instituto Elcano o el Foro La Toja. Nuestro mejor homenaje ser¨¢ mantenerlos activos como centros generadores de una pol¨ªtica exterior de Estado, cuya acci¨®n est¨¦ presidida por ideas ambiciosas, pero tambi¨¦n serenas y bien cultivadas, como eran las suyas. Descanse en paz.