Sumar entra en escena
La reedici¨®n del Gobierno de coalici¨®n depende de la uni¨®n de las izquierdas, no porque las preferencias ciudadanas var¨ªen entre un escenario u otro, sino por la mera aplicaci¨®n del sistema electoral
En diciembre de 2022, EL PA?S y la SER publicaron la primera encuesta que proyectaba la distribuci¨®n de votos y esca?os con Sumar, pese a que entonces no hab¨ªa habido a¨²n un anuncio oficial de presentaci¨®n de candidatura a las pr¨®ximas elecciones generales. Aquel bar¨®metro de 40dB. mostraba que los votantes de las izquierdas a la izquierda del PSOE quer¨ªan que sus respectivos partidos se presentasen con Sumar y que Yolanda D¨ªaz fuese la persona que liderase la candidatura unitaria. Se contemplaban entonces dos posibles escenarios: en uno, las izquierdas alternativas se presentaban por separado, mientras que en el otro lo hac¨ªan bajo el paraguas de Sumar.
El estudio revelaba que la uni¨®n o divisi¨®n de la izquierda era la clave para la reedici¨®n del Gobierno de coalici¨®n, no porque la suma de votos a todas las fuerzas progresistas cambiase de un escenario a otro, que no lo hac¨ªa, sino porque nuestro sistema electoral presenta un sesgo marcadamente mayoritario. Esto significa que, salvo en las provincias muy pobladas, en las que los partidos logran la representaci¨®n parlamentaria que les corresponde seg¨²n sus votos, en el resto de las provincias el sistema castiga o premia a los partidos en funci¨®n de su tama?o.
Llama la atenci¨®n el parecido de la encuesta que se presenta este mi¨¦rcoles con la que hicimos en diciembre, cuando Sumar no era a¨²n m¨¢s que un proyecto. En el escenario actual, en el que Sumar concentra a los partidos que han manifestado querer estar en esta plataforma (como Izquierda Unida y M¨¢s Pa¨ªs, entre otros), pero no a Podemos, el bloque de la izquierda alcanzar¨ªa los 138 esca?os, mientras que el de la derecha llegar¨ªa a 170, qued¨¢ndose a solo seis de la mayor¨ªa absoluta. Por el contrario, si la formaci¨®n morada se uniese a Sumar, alcanzar¨ªan, junto con el PSOE, 152 esca?os y las derechas, formadas por PP y Vox, descender¨ªan hasta los 161. Tal y como suced¨ªa ya en diciembre, la reedici¨®n del Gobierno de coalici¨®n depende de la uni¨®n de las izquierdas a la izquierda del PSOE y lo hace no porque las preferencias ciudadanas var¨ªen entre un escenario u otro, sino simplemente por el efecto puramente mec¨¢nico del sistema electoral.
Igualmente, tal y como se coment¨® ya en diciembre, no se detectan divergencias irreconciliables entre los votantes potenciales de Sumar y los de Podemos, ni en su manera de pensar, ni en su procedencia social, ni tampoco territorial. Con todo, s¨ª se observan ciertas diferencias tanto ideol¨®gicas como generacionales. L¨®gicamente, el PSOE, como primer partido de la izquierda, es la fuerza pol¨ªtica m¨¢s votada en todos los segmentos ideol¨®gicos (incluso en la extrema izquierda, aunque aqu¨ª casi empatando con Podemos), as¨ª como en todas las franjas de edad. Por su lado, Sumar gana m¨¢s apoyos que Podemos entre los ciudadanos de izquierda y de centroizquierda (ventajas de 11 puntos porcentuales), pero no entre los que se sit¨²an en el extremo (15 puntos a favor de Podemos). En este mismo sentido, Sumar se impone sobradamente a Podemos entre las personas de m¨¢s de 35 a?os (con distancias de m¨¢s de siete puntos entre los mayores de 44), pero no entre los m¨¢s j¨®venes que, aunque por muy poco (un punto), prefieren a Podemos (se trata m¨¢s bien de un empate t¨¦cnico).
Cualquier lector o lectora que conozca a unas cuantas familias progresistas en Espa?a entender¨¢ bien este reparto que, insisto, se percibe de manera sutil en los datos en la medida en que el PSOE se impone en todos los segmentos: los abuelos y las abuelas, fieles a los telediarios de la televisi¨®n p¨²blica, se mostrar¨ªan m¨¢s propensos/as a votar al PSOE, su partido de toda la vida; sus hijos e hijas, ya padres, inclinados a informarse mediante la prensa online, que es como lo hace su generaci¨®n, estar¨ªan m¨¢s abiertos/as a apoyar a Yolanda D¨ªaz; y, finalmente, los benjamines, grandes consumidores de redes sociales y tambi¨¦n ligeramente m¨¢s radicales, se mantendr¨ªan algo m¨¢s fieles a Podemos. Todos ellos forman parte de la gran familia progresista, que muy mayoritariamente prefiere la reedici¨®n de un Gobierno de coalici¨®n tras las pr¨®ximas elecciones generales.
Bel¨¦n Barreiro es directora de 40dB.
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