?Tiene Zaragoza que crecer m¨¢s? Un eterno debate

¡°Zaragoza es una ciudad de 700.000 habitantes que funciona como una de 50.000¡å. La frase es de ?ngel Pueyo, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa y Ordenaci¨®n del Territorio de la Universidad de Zaragoza, y encierra una de las dudas eternas de la capital aragonesa. No est¨¢ muy claro si es una buena noticia que Zaragoza haya escalado un puesto en el ranking de las ciudades m¨¢s habitadas del pa¨ªs, por detr¨¢s de Madrid, Barcelona y Valencia.

Juan Alberto Bel...

¡°Zaragoza es una ciudad de 700.000 habitantes que funciona como una de 50.000¡å. La frase es de ?ngel Pueyo, catedr¨¢tico de Geograf¨ªa y Ordenaci¨®n del Territorio de la Universidad de Zaragoza, y encierra una de las dudas eternas de la capital aragonesa. No est¨¢ muy claro si es una buena noticia que Zaragoza haya escalado un puesto en el ranking de las ciudades m¨¢s habitadas del pa¨ªs, por detr¨¢s de Madrid, Barcelona y Valencia.

Juan Alberto Belloch, cuando fue alcalde hace m¨¢s de una d¨¦cada, so?aba con que la capital aragonesa alcanzara el mill¨®n de personas. Ese objetivo est¨¢ muy lejos, pero Zaragoza ha superado a Sevilla y con fecha 1 de enero ¡ªdato del Padr¨®n Municipal¡ª la ciudad contaba con 694.109 personas. No es la primera vez que Zaragoza ronda los 700.000 habitantes. Es m¨¢s, en los ¨²ltimos 15 a?os, ha sobrepasado esa barrera en seis ocasiones. En concreto, en 2019, alcanz¨® los 716.000.

El a?o pasado, la poblaci¨®n en Zaragoza aument¨® en m¨¢s 30.000 personas: 4.369 fueron nacimientos, 13.633 personas que migraron de otros municipios espa?oles, y 12.500 llegaron de otro pa¨ªs. Las bajas fueron en 2022 m¨¢s de 20.000: 6.948 fallecieron, 11.327 cambiaron de residencia a otro municipio espa?ol y 1.989 se fueron a otro pa¨ªs.

No es necesario crecer

Para el arquitecto y urbanista Miguel ?ngel Jim¨¦nez Torres, ¡°el posible cuarto puesto de Zaragoza en cuanto a su poblaci¨®n es un dato irrelevante: el verdadero tama?o de una ciudad se mide por el de su ¨¢rea metropolitana, y la poblaci¨®n de la de Sevilla es claramente mayor que la de Zaragoza. Lo mismo ocurre con M¨¢laga y Bilbao¡±.

Esto es una realidad. A diferencia de lo que ocurre, por supuesto, con Barcelona y Madrid, al igual que con Valencia y Sevilla, la capital aragonesa no tiene un cintur¨®n de municipios con mucha poblaci¨®n. En un radio de 25 kil¨®metros de Zaragoza, las localidades m¨¢s habitadas son Utebo (con casi 19.000 personas y a 15 kil¨®metros de la capital) y Cuarte de Huerva (no llega a los 14.000 habitantes a 10 kil¨®metros de Zaragoza). Son cifras que est¨¢n muy lejos de municipios como Dos Hermanas, que cuenta con 130.000 personas y est¨¢ a 20 kil¨®metros de Sevilla. Otro ejemplo es el Alcal¨¢ de Guada¨ªra, a menos de 20 kil¨®metros de la capital hispalense, que tiene 75.000 habitantes.

Para Jim¨¦nez, Zaragoza no tiene que buscar un crecimiento de poblaci¨®n como un objetivo. Este arquitecto explica que ¡°a comienzos de este siglo, buena parte de los pol¨ªticos y de la sociedad zaragozana fijaron como objetivo alcanzar el mill¨®n de habitantes, al que probablemente no se llegar¨¢ nunca, ya que la poblaci¨®n est¨¢ estancada desde el estallido de la burbuja inmobiliaria¡±.

Este urbanista comenta que este anhelo ¡°provoc¨® importantes desajustes en la planificaci¨®n urban¨ªstica, y parte de un complejo de inferioridad: querer ser una ciudad grande con metro y rascacielos. Es la raz¨®n, por ejemplo, por la que no son rechazados los edificios residenciales mastod¨®nticos que siguen construy¨¦ndose en una de las ciudades m¨¢s densas de Europa¡±. Y a?ade un apunte deportivo: ¡°La permanencia del Real Zaragoza en Segunda divisi¨®n en los ¨²ltimos 10 a?os no hace sino agravar ese complejo¡±.

En la misma l¨ªnea, el profesor de sociolog¨ªa de la Facultad de Ciencias Sociales Chaime Marcuello considera que ¡°la apuesta es mantener la poblaci¨®n y mejorar el entorno metropolitano. No viviremos mejor si crecemos m¨¢s. El crecimiento de la ciudad aumenta las complicaciones de desplazamientos, de servicios y de recursos necesarios. Adem¨¢s, Zaragoza no se puede pensar sin el conjunto de Arag¨®n e incluso su influencia en la ribera del Ebro hasta Soria¡±.

Calidad de vida

En Zaragoza, de hecho, no hay un debate abierto sobre la cifra redonda de los 700.000. Sus vecinos valoran otros aspectos. Un informe de la Organizaci¨®n de Consumidores y Usuarios (OCU) sobre la calidad de vida de las 15 ciudades m¨¢s habitadas de Espa?a situaba a Zaragoza en la segunda posici¨®n, por detr¨¢s de Lugo. La ciudad del Ebro era la segunda m¨¢s valorada en aspectos como la movilidad, el mercado laboral, la calidad del medio ambiente y los servicios de salud.

Hay un concepto, el de ¡°la ciudad de los 15 minutos¡±, que se utiliza para definir lo que tiene que ser una urbe sostenible. El catedr¨¢tico ?ngel Pueyo se?ala que ¡°Zaragoza es la ciudad de los siete minutos y medio, porque a menos de 200 metros el ciudadano tiene equipamientos estructurantes como un colegio, una zona verde, una farmacia o una entidad bancaria¡±.

Miguel ?ngel Jim¨¦nez, que trabaj¨® en los proyectos urbanos de la Expo 2008, explica que ¡°Zaragoza tiene un tama?o muy adecuado para proporcionar calidad de vida: dispone de una atractiva oferta comercial y de ocio, atesora un importante patrimonio monumental y es una ciudad bien equipada y de distancias cortas, sin atascos, con buena calidad del aire y con un buen sistema de transporte p¨²blico, a pesar de que solo dispone de una l¨ªnea de tranv¨ªa, pero que se completa gracias a su red de bus urbano¡±.

Chaime Marcuello tambi¨¦n ve ventajas en el hecho de que no buscar un crecimiento excesivo de poblaci¨®n: ¡°Es una urbe donde se puede caminar y que tiene servicios, por lo general, bien distribuidos. Siempre hay mejoras por hacer, pero la ciudad se percibe mejor que hace 30 a?os. La calidad de las comunicaciones nos permite estar a hora y cuarto de Madrid y poco m¨¢s de Barcelona. Eso es menos tiempo del que tardan los habitantes de la periferia de esas dos grandes ciudades¡± en llegar al centro.

Por d¨®nde crecer

Si Zaragoza tuviera que crecer, ?c¨®mo deber¨ªa hacerlo? Marcuello apuesta por consolidar y mantener la ciudad existente, e impulsar la parte sur, conocida como Arcosur, en la que se iba a construir vivienda protegida, pero que se vio golpeada por la crisis de 2008. Pero este profesor de Trabajo Social explica que ¡°hay que pensar en potenciar las comunicaciones con Huesca, creando un eje metropolitano con muchas posibilidades. Y lo mismo hacia la Ribera Alta del Ebro, mirando hacia Borja, Tarazona e incluso Tudela¡±.

Miguel ?ngel Jim¨¦nez se?ala que ¡°solo ser¨ªan deseables crecimientos muy moderados y asimilables, tanto desde el punto de vista social como urbano. Es un error establecer como objetivos alcanzar un gran tama?o y disponer de los elementos caracter¨ªsticos de una ciudad grande, y no su importancia cultural o su calidad de vida¡±. El arquitecto y urbanista a?ade que ¡°en comparaci¨®n con otras ciudades medianas y grandes, Zaragoza tiene una de las menores tasas de paro del pa¨ªs, la vivienda es asequible y sus ¨ªndices de delincuencia son muy bajos¡±.