Radiograf¨ªa electoral | Un final de legislatura accidentado en la pl¨¢cida Cantabria
El fiasco de los trenes de Cercan¨ªas y el esc¨¢ndalo por el supuesto fraude en los contratos de carreteras marcan los ¨²ltimos meses del mandato del PRC y el PSOE
¡°Es el mayor rid¨ªculo de la historia¡±, sentencia una mujer mientras cruza las v¨ªas del tren en Cabez¨®n de la Sal (Cantabria, 8.300 habitantes). ¡°Un desastre¡±, coincide un vecino, tambi¨¦n rumbo al trabajo. ¡°?Es un chiste!¡±, espeta otra mujer que espera la llegada del cercan¨ªas. Se refieren todos al fiasco de los 31 nuevos trenes que Renfe encarg¨® hace tres a?os para circular por la red de Cantabria y Asturias, y que no han podido fabricarse porque, en la fase de dise?o, se detect¨® que no iban a caber por los t¨²neles. La consecuencia inmediata del esc¨¢ndalo, que se sald¨® en febrero con la dimisi¨®n del presidente de Renfe y de la secretaria de Estado de Transportes, es que tendr¨¢n que seguir circulando por estas v¨ªas los trenes viejos, al menos hasta 2026. Como compensaci¨®n, ser¨¢n gratuitos hasta entonces. Una situaci¨®n que hast¨ªa a veteranos como Florencio P¨¦rez, de 91 a?os, sentado un lunes en el banco de siempre con los amigos. ¡°Dependemos del Gobierno central para cualquier cosuca¡±, sostiene, como resumen personal de la legislatura en Cantabria.
La coalici¨®n de Gobierno formada por el Partido Regional de Cantabria (PRC) y el PSOE se examina el 28-M, sacudida por la crisis de los trenes de Renfe y por otro esc¨¢ndalo que s¨ª le toca de lleno: el presunto fraude en las adjudicaciones de contratos de carreteras que suman 42 millones de euros, un caso que ha provocado el cese del consejero de Obras P¨²blicas, Jos¨¦ Luis Gochicoa. La oposici¨®n agita ambas causas, las dos muy recientes, para intentar jubilar a Miguel ?ngel Revilla (PRC), presidente entre 2003 y 2011 y desde 2015 hasta ahora. Revilla, de 80 a?os, se deja querer por el PP tras un mandato de gobierno con el PSOE que ha tenido dos fases bien distintas: primero, durante la pandemia, una s¨®lida unidad de todos los grupos en el Parlamento regional; despu¨¦s, en plena crisis econ¨®mica por la guerra de Ucrania, la bronca pol¨ªtica de una larga precampa?a.
El presidente traza un ¡°balance positivo dentro de la coyuntura¡± y recita obras en marcha, con inversiones estatales que ¡°transformar¨¢n la regi¨®n¡±, como el AVE a Cantabria ¡ªque lleva a?os de retraso¡ª o el Museo de la Prehistoria. Para Revilla, es clave el papel negociador que desempe?an en Madrid el diputado y el senador del PRC: ¡°Son m¨¢s importantes, incluso que ganar la presidencia, es definitivo¡±, sostiene. Revilla censura la ¡°chapuza¡± ferroviaria de los trenes de cercan¨ªas; pero al caso de las adjudicaciones irregulares de contratos de carreteras le quita hierro: ¡°Cualquiera en una Administraci¨®n puede sufrir a un corrupto y tres empresarios conchabados, nadie lo imaginaba. El consejero es honrado y capaz, no est¨¢ implicado, pero dimiti¨® porque era el jefe¡±, zanja.
El vicepresidente del Gobierno y l¨ªder socialista en la regi¨®n, Pablo Zuloaga, ensalza un mandato con leyes como la de ciencia que buscan, dice, ¡°mejorar el modelo productivo sin abandonar el desarrollo industrial, para no expulsar el talento joven¡±. Cantabria (585.000 habitantes) acab¨® 2019 con un 11,18% de paro, tasa que lleg¨® al 12% durante la pandemia y descendi¨® en 2022 al 10,34%, por debajo de la media espa?ola (que ahora est¨¢ en el 13,2%), seg¨²n el INE. Zuloaga tambi¨¦n destaca las normativas por los derechos LGTBI o de memoria democr¨¢tica aprobadas por la coalici¨®n.
Una visi¨®n muy optimista de la que discrepa la candidata del PP, Mar¨ªa Jos¨¦ S¨¢enz de Buruaga, que recuerda la ¡°colaboraci¨®n y lealtad¡± que prest¨® su grupo durante la pandemia y ataca al Ejecutivo regional porque lo f¨ªa todo, sostiene, a los fondos provenientes de la Administraci¨®n central y a los impuestos. S¨¢enz de Buruaga apuesta por bajar el IRPF y promete, si gana, culminar infraestructuras ralentizadas y reforzar las industrias: ¡°La sensaci¨®n es de declive, estancamiento, p¨¦rdida de oportunidades¡±, opina. Revilla se abre a negociar con todas las fuerzas, salvo Vox, aunque acusa al PP de ¡°crispado y falt¨®n¡±.
Las pugnas entre candidatos apenas resuenan en la peque?a aldea de Vald¨¢liga, donde los vecinos est¨¢n bastante m¨¢s pendientes del importe de los fertilizantes y la leche. Ivon Entrecanales, de 54 a?os, habla de sus 220 vacas. Suben la luz y el abono, y los precios l¨¢cteos oscilan: tras una buena racha por la escasa oferta, vuelven a caer. ¡°La inflaci¨®n es una burrada, cierran granjas y no hay relevo generacional. Si no queremos que desaparezca, hay que apoyar la ganader¨ªa¡±, receta el ganadero, harto de burocracia y promesas. ¡°Aqu¨ª no hay tanta tensi¨®n como en Barcelona o Madrid¡±, agradece, pero ruega agilidad administrativa para engrasar el sector primario: ¡°Me dan m¨¢s miedo los funcionarios que los pol¨ªticos¡±.
La secretaria general de CC OO en la comunidad, Rosa Mantec¨®n, valora los acuerdos del di¨¢logo social esta legislatura, con apoyo a empresas y plantillas, pero anhela una ley de vivienda y m¨¢s medidas contra la despoblaci¨®n. El nuevo mandato deber¨ªa, en su opini¨®n, afianzar las empresas en Cantabria, fomentar ¡°empleo de calidad y riqueza¡± y atraer nuevas industrias. Mariano Carmona, de UGT, suscribe esta l¨ªnea y celebra el di¨¢logo social entre sindicatos y empresas ¡°buscando soluciones en a?os dif¨ªciles¡±. Enrique Conde, jefe de la patronal c¨¢ntabra, pide ¡°valent¨ªa¡± y ¡°agilidad¡± para reducir tr¨¢mites ineficaces. La comunidad, cree Conde, necesita ¡°facilitar la inversi¨®n y cambiar el modelo productivo hacia sectores tecnol¨®gicos y digitales¡±, adem¨¢s de cuidar la industria decadente de la siderurgia.
Torrelavega (51.000 habitantes) anta?o desbordaba industria. El segundo municipio c¨¢ntabro tras Santander ten¨ªa en 1992 m¨¢s de 60.000 residentes, el doble que en 1960 gracias a factor¨ªas donde ahora humea el descontento. Manuel Samos, trabajador en una de ellas, recuerda cuando la llamaban ¡°la ciudad del d¨®lar¡±; ahora es ¡°ciudad cementerio¡±. Los esqueletos de inmensas plantas ¡ªla papelera Sniace cerr¨® en 2020, y la siderurgia flojea tambi¨¦n¡ª se oxidan como las verjas de negocios que cuelgan el cartel de ¡°se traspasa¡±. ¡°Necesitamos nuevas inversiones con apoyo de las administraciones¡±, dice Samos. El sector sider¨²rgico vivi¨® esta primavera 20 d¨ªas de huelgas y piquetes. El conflicto acab¨® tras la firma de un convenio salarial.
El paisaje cambia a solo 30 kil¨®metros, en la apacible playa del Sardinero, con su elegante casino, en Santander (171.000 habitantes). Las hermanas sevillanas Ana y Teresa Garc¨ªa, de 59 y 60 a?os, llevan 30 en el norte. Sus cuatro hijos, de alta formaci¨®n, se marcharon: ¡°Esto es para gente mayor y beb¨¦s¡±, concluyen. Ellas elogian, no obstante, la limpieza y la atenci¨®n sanitaria, aunque la lista de espera quir¨²rgica media en Cantabria es de 154 d¨ªas (una de las m¨¢s abultadas de Espa?a) y para ver a un especialista hay que esperar 91 d¨ªas, seg¨²n los datos del Sistema Nacional de Salud a 31 de diciembre de 2022. En la Universidad de Cantabria, donde muchos estudiantes se estrenar¨¢n electoralmente en mayo, est¨¢n Cristina L¨®pez, Rebeca Arana y Lara Garc¨ªa, de entre 18 y 19 a?os. ¡°No me gustar¨ªa irme a Madrid. Como mucho un a?o, para probar¡±, dice L¨®pez, antes de hablarle a Santander: ¡°Sin el mar y sin la playa yo no podr¨ªa¡±.
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