La agon¨ªa de la Eco Reserva de Oj¨¦n

A Antonio Calvo la voz se le nota quebrada. Est¨¢ casi al l¨ªmite de sus fuerzas. Cada d¨ªa se desvive para conseguir los 350 kilos de comida necesarios para alimentar al centenar de ciervos, muflones y cabras montesas, adem¨¢s de jabal¨ªes, que residen en la Eco Reserva de Oj¨¦n. Es un ¨¢rea de 82 hect¨¢reas nacida en 2015 a ra¨ªz de una concesi¨®n p¨²blica para su desarrollo como espacio de conservaci¨®n, recuperaci¨®n, educaci¨®n e investigaci¨®n sobre la biodiversidad de la zona. Recib¨ªa numerosas visitas, que se adentraban en un peque?o safari por el monte mediterr¨¢neo con la posibilidad de ver, e incluso acariciar, a los animales en su propio entorno. Los ingresos serv¨ªan para financiar la actividad y el mantenimiento del terreno, pero en 2022 la Junta de Andaluc¨ªa orden¨® el cierre al encontrar varias deficiencias en las instalaciones y en la gesti¨®n cineg¨¦tica. A?o y medio despu¨¦s, con una orden de desalojo y un procedimiento para concluir la concesi¨®n, Calvo est¨¢ cansado de luchar contra la Administraci¨®n mientras mantiene a la fauna con el apoyo de voluntariado y mantiene vivo el caso en los tribunales.

La Eco Reserva de Oj¨¦n, ubicada a las afueras de este pueblo malague?o a poco m¨¢s de diez minutos de Marbella, naci¨® de una desgracia. Fue el inmenso incendio forestal que arras¨® 8.500 hect¨¢reas en el a?o 2012 a lo largo de varios municipios de la Costa del Sol y en el que murieron dos personas. El bosque perdi¨® buena parte de su vitalidad y la Asociaci¨®n Ecologista Pinsapo, liderada por Antonio Calvo, propuso crear en esta finca, entonces abandonada, un refugio para los animales que hab¨ªan perdido su h¨¢bitat y para aquellos aut¨®ctonos que necesitasen recuperaci¨®n tras sufrir alg¨²n accidente. Lo consigui¨®.

La Junta de Andaluc¨ªa les adjudic¨® una concesi¨®n de 10 a?os renovable a 50 a cambio de un canon anual de 400 euros y la obligaci¨®n de realizar el mantenimiento de la zona ¡ªdel desbroce al cuidado de los animales¡ª y la puesta en marcha de actividades de voluntariado, educacionales y de investigaci¨®n. ¡°Cuando llegamos hab¨ªa una plaga de garrapatas, hambruna en la fauna y estaba todo abandonado. Conseguimos ponerlo en perfectas condiciones con much¨ªsimo trabajo¡±, recuerda Calvo. ¡°Ahora nos hacen la vida imposible para que nos vayamos de aqu¨ª¡±, denuncia el ecologista desde el terreno, ahora desali?ado por la falta de mano de obra, pero donde ver a los animales en libertad es toda una atractiva sorpresa.

Desde la apertura del recinto, el alumnado de decenas de colegios ha acudido a disfrutar de la reserva, pero tambi¨¦n numerosas familias y turistas de la Costa del Sol. Hoteles, empresas de aventura y gu¨ªas tur¨ªsticos ten¨ªan al recinto como uno de los favoritos para sorprender a sus clientes. El equipo de profesionales que gestionaba las visitas ¡ªbi¨®logos, ingenieros de montes, ambient¨®logos o veterinarios, entre otros¡ª ofrec¨ªa una ruta de alrededor de hora y media mientras enormes ciervos, muflones, cabras montesas o un singular jabal¨ª acompa?aban parte del paseo.

Todo comenz¨® a truncarse en 2020, en plena pandemia, cuando los agentes de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa realizaron una serie de inspecciones en las que detectaron las que consideraron faltas graves. Entre ellas, carecer de personal especializado, falta de licencia de apertura, la ausencia de programas biosanitarios, tenencia de jabal¨ªes y zorros sin la documentaci¨®n legal, la instalaci¨®n de dep¨®sitos port¨¢tiles de agua sin permiso municipal o no tener licencia para mercanc¨ªas peligrosas, incumpliendo con todo ello la Autorizaci¨®n Ambiental Unificada. Como explic¨® ya en 2022 Jos¨¦ Antonio V¨ªquez, delegado en M¨¢laga de la Consejer¨ªa de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Econom¨ªa Azul de la Junta de Andaluc¨ªa, todo acab¨® en una propuesta de sanci¨®n de 131.000 euros ¡ªque m¨¢s tarde se redujo a la mitad¡ª y el inicio del procedimiento para extinguir la concesi¨®n.

¡°Faltas leves y subsanables¡±

Para los responsables de este lugar la realidad es diferente. ¡°Algunas de las supuestas infracciones son inexistentes y otras, como mucho, faltas leves y subsanables¡±, asegura Alejandro Criado, abogado que ejerce la defensa de la Asociaci¨®n Ecologista Pinsapo. Antonio Calvo explica, por ejemplo, que s¨ª exist¨ªa personal especializado ¡ªhasta nueve personas contratadas¡ª y que ha habido zorros y jabal¨ªes que la ciudadan¨ªa los ha llevado hasta all¨ª tras ser atropellados para que se recuperen. ¡°Los Centros de Recuperaci¨®n de Especies Amenazadas (CREA) no los admiten, pero nosotros s¨ª. Y, claro, obviamente esos animales no tienen documentaci¨®n¡±, a?ade Antonio Calvo. Tras presentar un recurso contra la decisi¨®n de acabar con la concesi¨®n, este fue denegado por la administraci¨®n. As¨ª que hace unos d¨ªas Criado ha interpuesto un recurso en el juzgado de lo contencioso de M¨¢laga porque cree que tiene ¡°argumentos legales de sobra¡± para ganar el procedimiento.

Desde la Junta de Andaluc¨ªa, por su parte, afirman que respeta la defensa jur¨ªdica de la Eco Reserva de Oj¨¦n y subraya que, hasta el momento, no ha adoptado ninguna ¡°ejecuci¨®n material de las resoluciones que se han ido dictando conforme al procedimiento establecido, precisamente ante la posibilidad de que el interesado pudiera interponer cualquier tipo de acci¨®n v¨¢lida en derecho, en tiempo y forma¡±. Fuentes de la Consejer¨ªa tambi¨¦n insisten en que las infracciones e incumplimientos ¡°son de gravedad¡± seg¨²n la legislaci¨®n ambiental vigente. La administraci¨®n auton¨®mica asegura que, en caso de solventarse la concesi¨®n, se encargar¨ªa del ¡°correcto cuidado¡± y la atenci¨®n de los animales, que tampoco ser¨¢n trasladados de un recinto, hasta la llegada de otro gestor que pueda mantener la actividad.

La sentencia judicial puede tardar entre uno y dos a?os, as¨ª que la Asociaci¨®n Ecologista Pinsapo ¡ªque ha acudido tambi¨¦n al Defensor del Pueblo Andaluz en busca de ayuda y que tiene el apoyo de m¨¢s de 81.000 personas en la plataforma change.org¡ª ha solicitado al juez que lleva el caso que, mientras transcurre el proceso, permita la apertura al p¨²blico de la reserva. El objetivo es que la actividad permita seguir al proyecto autofinanci¨¢ndose para mantener en buenas condiciones al centenar largo de animales que residen en ella. Desde que cerr¨®, ha sido Calvo quien ¡ªcon asistencia de voluntariado y colaboradores puntuales entre veterinarios y otros especialistas¡ª realiza el cuidado sanitario y alimentario de la fauna, para lo que tambi¨¦n recibe ayuda de diferentes empresas como El Corte Ingl¨¦s de Puerto Ban¨²s, que cede un pal¨¦ diario de frutas dentro de su proyecto Residuos Cero.

¡°Esto es una agon¨ªa, una angustia, una ruina. Y si me voy, los animales estar¨¢n en peores condiciones. ?De verdad es esto un problema cuando hay chiringuitos ocupando playas p¨²blicas o vertidos a arroyos sin depurar sin que pase nada?¡±, concluye Calvo, desolado, al que solo le sale la sonrisa cuando se acerca a unos animales ajenos a la disputa.