Viernes de Dolores para Francina Armengol y un voto que result¨® nulo
En el patio del Congreso, muchos asesores se dejaron la corbata en casa, y alguno cercano al presidente del Gobierno acudi¨® con zapatillas de deporte y vaqueros
Era viernes y los cuerpos de sus se?or¨ªas lo sab¨ªan. Se notaba en la elecci¨®n de vestuario, vestidos liger¨ªsimos en busca del fin de semana, ojeras de jueves que se prolong¨® de m¨¢s. En el patio del Congreso, muchos asesores se dejaron la corbata en casa, y alguno cercano al presidente del Gobierno acudi¨® con zapatillas de deporte y vaqueros. Mucha camiseta con americana y sobre todo la flor en la solapa de Carmen Calvo, tan grande que parec¨ªa tener vida propia.
Dentro de la C¨¢mara baja, prendas de lino en los esca?os y en la tribuna de invitados, una de las peores pesadillas para las personas que planchan. El tragaluz abierto para que aquello se ventilara, en el d¨ªa que m¨¢s calor ha hecho de la semana y despu¨¦s de dos jornadas en las que abundaron los abanicos. Dos diputadas del PSOE suplicando en los pasillos y en voz baja la vuelta de S¨¢lvame a Telecinco.
Se confirm¨® lo que se sab¨ªa desde antes del martes. Que Alberto N¨²?ez Feij¨®o no result¨® elegido presidente del Gobierno. Fueron 172 votos a favor y 177 en contra. Pero hasta conocer el resultado pasaron unas cuantas cosas.
El tiempo extra dedicado al recuento lo protagoniz¨® el diputado de Junts per Catalunya Eduard Pujol. Cuando escuch¨® su nombre, se levant¨® de su asiento y dijo s¨ª. Y luego no. A qui¨¦n no le ha pasado.
La responsable de su llamamiento, Carmen Navarro, diputada del PP y miembro de la Mesa del Congreso, no disimul¨® su enfado mientras el resto de compa?eros discut¨ªan sobre qu¨¦ hacer con el disputado voto del se?or Pujol. Si pesaba m¨¢s el s¨ª o el no. ¡°?De eso nada!¡±, repet¨ªa algo enfadada con la vista puesta en el vicepresidente del Congreso, el socialista Alfonso G¨®mez de Celis, mientras le se?alaba con el dedo. ?l, mientras, sentado en su sitio, vaciando la jarra de agua en su vaso. ¡°?Pero c¨®mo puedes decir eso!¡±, dec¨ªa Navarro, buscando la complicidad del resto de la Mesa.
En medio de ese animado grupo, la presidenta del Congreso de los Diputados, Francina Armengol. Giraba su cabeza a uno y otro lado buscando respuestas. O quiz¨¢ deseando que todo aquello acabara cuanto antes para que el coche oficial la llevara al palacio de la Zarzuela a hablar con Felipe VI. Y tras el momento institucional, ojal¨¢, desahogarse un poquillo con el Monarca.
El voto de Eduard Pujol fue declarado nulo.
Dur¨® unos minutos aquello, pero a muchos se les hizo eterno. Pedro S¨¢nchez, que disfrut¨® de lo lindo en muchos momentos de la ma?ana (es el hombre de las mil caras), pas¨® de la sonrisa y del otro-d¨ªa-m¨¢s-en-el-que-no-me-despeino al gesto de fastidio por el retraso en los resultados. Con lo f¨¢cil que parec¨ªa. Con la carita que le puso a ?scar Puente ¡ªabrazo corto, tampoco nos pasemos con los afectos¡ª tras sus cinco minutos de intervenci¨®n, la que le pone un padre primerizo a su hijo tras perpetrar la primera funci¨®n de Navidad en el colegio. A las 13.48 no pudo m¨¢s y bostez¨®.
N¨²?ez Feij¨®o volvi¨® a recurrir al lenguaje caballeresco y medieval. Habl¨® de principios, de honor, de moral, de orgullo y de valent¨ªa. Como si fuera a batirse en duelo cuando acabara todo aquello. No fue as¨ª. Cuando se supo el resultado, dio las gracias cinco veces a sus compa?eros de partido, que le aplaudieron con ganas. Y se march¨®.
Quiz¨¢ repiti¨® almuerzo en el mismo sitio en el que comi¨® el mi¨¦rcoles, el Almagro Caf¨¦ de la calle del mismo nombre, en pleno coraz¨®n de Chamber¨ª. A casi kil¨®metro y medio de Arahy, el restaurante que escogi¨® uno de sus predecesores en el PP en aquella tarde hist¨®rica en la que Espa?a fue gobernada por un bolso.
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