Defensa alega que los militares firmantes del manifiesto golpista no tienen ya relaci¨®n con el Ej¨¦rcito

Los socios a la izquierda del PSOE reclamaron el viernes a la ministra de Defensa en funciones, Margarita Robles, que tome medidas contra el medio centenar de mandos retirados que llamaron al Ej¨¦rcito a destituir al presidente Pedro S¨¢nchez y dar un golpe de Estado. ¡°Ya est¨¢ bien de jugar al golpe¡±, ha se?alado a trav¨¦s de la red social X (antes Twitter) el l¨ªder de M¨¢s Pa¨ªs, ??igo Errej¨®n. ¡°Se deben adoptar medidas contundentes y ejemplares¡±, enfatiz¨®. Por su parte, el portavoz parlamentario de IU, Enrique Santiago, advirti¨® en la misma red social de que la responsabilidad de un hipot¨¦tico pronunciamiento militar ser¨ªa de la derecha pol¨ªtica, ¡°que construye el argumentario para estos aspirantes a golpistas¡±. Finalmente, el coportavoz de Podemos, Javier S¨¢nchez Serna, afirm¨® en tono ir¨®nico que ¡°seguro que Margarita Robles act¨²a en¨¦rgicamente contra estos golpistas, expuls¨¢ndolos de la reserva y retir¨¢ndoles todos los honores militares. Segur¨ªsimo¡±.

El Ministerio de Defensa no ha querido hacer ning¨²n comentario sobre el manifiesto golpista y fuentes de dicho departamento se han limitado a se?alar que todos los firmantes son mandos en situaci¨®n de retiro (equivalente a la jubilaci¨®n en las Fuerzas Armadas). Por ello, no se les puede aplicar el c¨®digo disciplinario militar y tienen las mismas libertades que los dem¨¢s ciudadanos. En casos anteriores similares al actual, Defensa expedient¨® a los mandos en la reserva, a¨²n sujetos a disciplina militar, pero no a los retirados, exentos ya de la misma. Tambi¨¦n opt¨® por enviar a la Fiscal¨ªa el chat de la XIX, en el que los miembros de dicha promoci¨®n de la Academia General del Aire hablaban de ¡°fusilar a 26 millones de espa?oles¡±. El Ministerio P¨²blico acab¨® archivando el caso por considerar que se trataba de una conversaci¨®n de car¨¢cter privado.

El Ministerio de Defensa no puede arrestarlos ni sancionarlos, pero s¨ª podr¨ªa, en teor¨ªa, prohibirles el uso del uniforme, ya que, al acompa?ar su firma del manifiesto golpista de su empleo militar, est¨¢n vinculando a las Fuerzas Armadas con una opci¨®n pol¨ªtica y da?ando la imagen de neutralidad de la instituci¨®n. La Ley de la Carrera Militar permite a los jubilados de las Fuerzas Armadas seguir vistiendo el uniforme ¡°en actos militares y sociales solemnes¡±, asistir a ¡°actos y ceremonias militares¡± y disponer de tarjeta de identificaci¨®n, as¨ª como presentarse por su empleo militar, acompa?ado de la letra R, de retirado.

La paradoja radica en que, si un militar en activo hiciera lo que han hecho sus compa?eros jubilados, se lo expulsar¨ªa del Ej¨¦rcito y no podr¨ªa volver a vestir un uniforme del que ha dejado de ser digno. Sin embargo, los jubilados, como ya no forman parte del Ej¨¦rcito, no pueden ser expulsados del mismo, ni tampoco se les puede privar del uso del uniforme.

Otra medida sancionadora podr¨¢ consistir en echarlos de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, en la que ingresan todos los oficiales y suboficiales que hayan cumplido 20 a?os de servicio y tengan una ¡°conducta intachable¡±. Protagonizar actos o conductas que supongan descr¨¦dito o socaven los valores de las Fuerzas Armadas, como lo es firmar un manifiesto golpista, es motivo suficiente para ser expulsado. Sin embargo, en agosto de 2020 se modific¨® su reglamento, de forma que los retirados solo pueden ser expulsados si recae sobre ellos una sentencia firme. Es decir, solo en caso de delito y una vez culminado el procedimiento judicial.

Tras la publicaci¨®n de manifiestos y cartas al Rey de car¨¢cter antidemocr¨¢tico suscritas por militares retirados, Defensa se plante¨® cambiar el reglamento de la Orden de San Hermenegildo y la Ley de la Carrera Militar para privar del derecho a llevar el uniforme a quienes realicen actos incompatibles con el mismo. Se tratar¨ªa de una sanci¨®n aparentemente menor, sin efectos econ¨®micos, pero de un alto valor simb¨®lico. Los militares retirados pueden intervenir en pol¨ªtica, pero si lo hacen tienen que guardar el uniforme en el armario y no hacer ostentaci¨®n del mismo, para evitar que sus opciones personales acaben salpicando a las Fuerzas Armadas, advierten fuentes de la jurisdicci¨®n castrense. La reforma, sin embargo, sigue pendiente.