Turull a Cerd¨¢n: ¡°[S¨¢nchez] ha salvado los muebles¡±
Un mensaje tras el discurso del l¨ªder del PSOE el mi¨¦rcoles cerr¨® la ¨²ltima crisis y mostr¨® que el pacto con Junts es s¨®lido
Como tantas veces en la pol¨ªtica espa?ola, todo empez¨® con una larga comida de cocina vasca y con el PNV como anfitri¨®n y mediador. Era marzo de este a?o. A¨²n nadie pensaba que las elecciones generales llegar¨ªan en julio, pero ya se pod¨ªa intuir que ven¨ªan nuevos tiempos. La derecha estaba muy fuerte y las encuestas se?alaban que Alberto N¨²?ez Feij¨®o ser¨ªa el nuevo presidente cuando se abrieran las urnas. El PSOE y Junts llevaban a?os sin interlocuci¨®n, desde la declaraci¨®n de independencia de octubre de 2017.
Carles Puigdemont se quejaba de que Pedro S¨¢nchez, desde que lleg¨® a La Moncl...
Como tantas veces en la pol¨ªtica espa?ola, todo empez¨® con una larga comida de cocina vasca y con el PNV como anfitri¨®n y mediador. Era marzo de este a?o. A¨²n nadie pensaba que las elecciones generales llegar¨ªan en julio, pero ya se pod¨ªa intuir que ven¨ªan nuevos tiempos. La derecha estaba muy fuerte y las encuestas se?alaban que Alberto N¨²?ez Feij¨®o ser¨ªa el nuevo presidente cuando se abrieran las urnas. El PSOE y Junts llevaban a?os sin interlocuci¨®n, desde la declaraci¨®n de independencia de octubre de 2017.
Carles Puigdemont se quejaba de que Pedro S¨¢nchez, desde que lleg¨® a La Moncloa en 2018 gracias tambi¨¦n a los votos de lo que entonces era el PDeCAT, no le hab¨ªa enviado ning¨²n intermediario para que hablara con ¨¦l en su residencia en Waterloo, a las afueras de Bruselas. Puigdemont, interesado por la historia, contaba a algunos interlocutores que incluso en momentos mucho m¨¢s tensos, en diciembre de 1975, dos semanas despu¨¦s de morir el dictador Francisco Franco, y por tanto a¨²n en dictadura, el rey Juan Carlos hab¨ªa enviado un intermediario, Manuel Prado y Col¨®n de Carvajal, a Bucarest para hablar con el dictador Nicolae Ceacescu para que le trasladara un mensaje a Santiago Carrillo, l¨ªder del PCE. El Rey le ped¨ªa que bajara la presi¨®n sobre ¨¦l y a cambio se podr¨ªa legalizar m¨¢s adelante al entonces principal partido de la oposici¨®n al franquismo. Si se pudo hacer eso entre dos dictaduras y con una guerra civil de trasfondo, ?c¨®mo era posible que no hubiera di¨¢logo con intermediarios entre S¨¢nchez y Puigdemont?, se preguntaba el l¨ªder de Junts.
En marzo, los dos partidos ya estaban preparados para volver a hablar. El PNV actu¨® una vez m¨¢s de mediador ¡ªya lo hizo sin ¨¦xito en los d¨ªas m¨¢s tensos del proc¨¦s¡ª y se organiz¨® una comida para que se conocieran los enviados de S¨¢nchez y Puigdemont, Santos Cerd¨¢n y Jordi Turull, ambos secretarios de Organizaci¨®n de los dos partidos, PSOE y Junts. Se organiz¨® en un caser¨ªo de confianza de un amigo de Andoni Ortuzar, l¨ªder del PNV, a las afueras de Bilbao, en el monte. Todo muy discreto y tranquilo, en medio de la naturaleza vasca, con buena comida y tiempo ilimitado. Tambi¨¦n estaba all¨ª Joseba Aurrekoetxea, secretario de Organizaci¨®n del PNV, y otro hombre que, como Ortuzar, siempre est¨¢ en los momentos decisivos.
Aurrekoetxea, discreto pero imprescindible, fue clave en la moci¨®n de censura de 2018. Ortuzar lo envi¨® a Madrid para que olfateara los movimientos y hablara con el PSOE para tomar una decisi¨®n. El PNV no quer¨ªa quedarse solo apoyando a Mariano Rajoy. Aurrekoetxea dorm¨ªa en el mismo hotel ¨Del Vincci, al lado del Congreso¨D que Marta Pascal, entonces secretaria general del PDeCAT y absolutamente decidida, con Carles Campuzano y Jordi Xucl¨¢, que controlaban el grupo parlamentario, a votar a favor de la moci¨®n. Puigdemont quer¨ªa abstenerse, pero Pascal, Campuzano y Xucl¨¢ forzaron el s¨ª. Y Aurrekoetxea estaba ah¨ª, hablando con Pascal y dici¨¦ndole a Ortuzar que corr¨ªan el riesgo de salvar solos a un Rajoy moribundo pol¨ªticamente despu¨¦s de la sentencia del caso G¨¹rtel. El PNV apost¨® tambi¨¦n por el s¨ª, Rajoy cay¨® y S¨¢nchez lleg¨® a La Moncloa.
Cinco a?os despu¨¦s de aquello, y seis desde la ruptura del proc¨¦s, la larga comida con sobremesa de los cuatro veteranos pol¨ªticos fue todo un ¨¦xito. No hubo ning¨²n acuerdo ni, mucho menos, negociaci¨®n. Nadie pensaba entonces que Junts ser¨ªa imprescindible para una investidura de S¨¢nchez que se preve¨ªa para febrero o marzo de 2024, con las elecciones en diciembre de 2023. Quedaba un a?o. Pero s¨ª era importante para los dos partidos restablecer relaciones. Fuentes tanto del PSOE como de Junts coinciden en que fue un buen primer paso. El resumen de esa comida, en la que no solo se habl¨® de pol¨ªtica, fue que todos conoc¨ªan sus l¨ªmites ¡ªel PSOE nunca aceptar¨¢ un refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, Junts nunca renunciar¨¢ a ese objetivo pol¨ªtico¡ª pero hab¨ªa espacio para hablar. Porque Junts, que llevaba a?os en la grada votando no a casi todo en el Congreso, quer¨ªa bajar al campo de la pol¨ªtica a jugar. No se trat¨® espec¨ªficamente de la amnist¨ªa ni la gobernabilidad, pero Cerd¨¢n y Turull quedaron en seguir hablando. Se entendieron bien, tienen or¨ªgenes y estilos similares, y se abri¨® un canal que m¨¢s tarde ser¨ªa decisivo.
Despu¨¦s de aquel inicio vino una decena de encuentros entre Cerd¨¢n y Turull, la mayor¨ªa con Puigdemont presente: en Bruselas, en Par¨ªs, en Ginebra con un mediador delante, y decenas de videoconferencias de los representantes de Junts con F¨¦lix Bola?os, que siempre est¨¢ detr¨¢s de todos los acuerdos. Y es el gran art¨ªfice de la ley de amnist¨ªa al velar en todo momento para que el texto que saliera fuera impecable jur¨ªdicamente y pase el filtro del Tribunal Constitucional. Tras ocho meses intensos desde aquel marzo, Cerd¨¢n y Turull firman en Bruselas un acuerdo que, seg¨²n coinciden en los dos lados, estuvo varias veces al borde de naufragar. Cada una de las 1.486 palabras ha supuesto horas de negociaci¨®n. A¨²n m¨¢s dif¨ªcil ha sido lo que ha logrado Bola?os: ha pactado a la vez con Junts y con ERC una exposici¨®n de motivos de la amnist¨ªa con muchas referencias a la Constituci¨®n, y una ley muy trabajada que no incluye el lawfare y que no ha recibido cr¨ªticas relevantes desde el punto de vista t¨¦cnico, aunque s¨ª una gran contestaci¨®n pol¨ªtica.
Todo parece listo, pero llega el momento de la verdad: la investidura. S¨¢nchez da su primer discurso el mi¨¦rcoles, llegan los cruces con el PP, y en la c¨²pula de Junts saltan las alarmas. El discurso del presidente usa t¨¦rminos que para los independentistas est¨¢n fuera del relato pactado: perd¨®n, reencuentro, convivencia, medida de gracia y, sobre todo, ¡°di¨¢logo¡± en vez de ¡°negociaci¨®n¡±. Puigdemont muestra su enfado a varios interlocutores. Turull tambi¨¦n. Junts deja caer a la prensa que podr¨ªa abstenerse, lo que forzar¨ªa una segunda votaci¨®n. En el PSOE cunde cierta preocupaci¨®n. Hasta que no se vote, S¨¢nchez no es presidente. Todo se puede frustrar en cualquier momento.
Cerd¨¢n escribe a Turull por Signal, un sistema m¨¢s seguro de mensajer¨ªa que WhatsApp.
¡ª?Todo bien? Hay rumores de que pod¨¦is absteneros.
Ambos han alcanzado mucha confianza estos meses. Representan dos mundos diferentes, con discrepancias de fondo, pero saben d¨®nde est¨¢n los l¨ªmites del otro y han apostado por el pacto.
¡ªT¨² mejor que nadie sabes d¨®nde estamos. Si hubiera alg¨²n cambio, ser¨ªas el primero en enterarse. Pero el discurso de S¨¢nchez ha causado mucho malestar.
Los dos se ponen a arreglar la situaci¨®n, como llevan haciendo casi cuatro meses en los que ha habido muchas minicrisis. Pero esta es decisiva, porque quedan unas horas para votar. Cerd¨¢n le explica a Turull que S¨¢nchez no estaba hablando para Junts, sino para toda Espa?a, y que ellos no pueden condicionar su discurso. Al independentista no le vale. Hay que ce?irse al acuerdo. Hay una soluci¨®n posible: estaba previsto que S¨¢nchez hablara del acuerdo, pero en el cruce con Junts, a ¨²ltima hora, justo antes de parar el pleno hasta el d¨ªa siguiente. Hay que pactar bien esos t¨¦rminos para salvar la legislatura.
Los dos partidos montan r¨¢pidamente una reuni¨®n de Cerd¨¢n con M¨ªriam Nogueras, la portavoz de Junts y persona de absoluta confianza de Puigdemont. Se van a un despacho discreto del Congreso. No se negocia la intervenci¨®n de S¨¢nchez, que Junts nunca lleg¨® a tener completa. Eso habr¨ªa reabierto una negociaci¨®n imposible. No hab¨ªa tiempo. Pero Junts se f¨ªa de Cerd¨¢n, que hasta ahora ha cumplido siempre. Le explican que S¨¢nchez tiene que garantizar que va a cumplir el acuerdo ¨ªntegro y cambiar el vocabulario. Es imprescindible que hable de negociaci¨®n, y no de di¨¢logo, porque para Junts ese t¨¦rmino recuerda a la mesa que negoci¨® ERC en la anterior legislatura. Nogueras sube a la tribuna y en un tono duro avisa: cada una de las 1.486 palabras son importantes. Le exige que hable de conflicto pol¨ªtico, de negociaci¨®n, de nueva etapa. Y S¨¢nchez cumple. Hace una r¨¦plica muy breve, la lee, todo est¨¢ medido y las palabras clave colocadas. Dice ¡°negociaci¨®n¡±, ¡°conflicto pol¨ªtico¡±, habla expresamente del acuerdo y garantiza que se cumplir¨¢ ¨ªntegro, aunque no llega a leer p¨¢rrafos.
S¨¢nchez acaba, y Cerd¨¢n escribe a Turull.
¡ª?Qu¨¦ os ha parecido?
¡ªHa salvado los muebles, contesta el independentista.
El pacto aguanta. La investidura est¨¢ asegurada. Al d¨ªa siguiente, el l¨ªder del PSOE tendr¨ªa los 179 s¨ªes previstos: los de otros seis partidos (Sumar, ERC, EH Bildu, PNV, BNG y Coalici¨®n Canaria) y los siete de Junts. Estos han convertido en presidente a un hombre que apoy¨® aplicar el 155 de la Constituci¨®n, que respald¨® la sentencia del Tribunal Supremo que conden¨® al propio Turull y que despu¨¦s de cuatro a?os de c¨¢rcel lo indult¨® con los dem¨¢s l¨ªderes del proc¨¦s que estaban en prisi¨®n. Se ha dado un salto enorme, sobre todo porque S¨¢nchez ha decidido conceder una amnist¨ªa completa, algo que rechazaba de plano incluso en la ¨²ltima campa?a electoral, y tambi¨¦n porque Junts ha aceptado sacar de la negociaci¨®n el refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n, aunque nunca renuncien a ¨¦l. Ese ha sido el eje del acuerdo.
Ahora viene una parte muy delicada: desarrollar ese pacto, y los de ERC y PNV. Hasta cinco mesas se han acordado. En menos de dos semanas, Cerd¨¢n, Turull y Puigdemont se ver¨¢n de nuevo en Ginebra con el ¡°mecanismo de verificaci¨®n¡±, con un coordinador que a¨²n no se ha hecho p¨²blico, para empezar las negociaciones. Arrancar¨¢ ah¨ª un camino muy complejo, porque las posiciones est¨¢n muy alejadas. Pero la clave de fondo sigue siendo la misma que cuatro veteranos pol¨ªticos entendieron r¨¢pido en esa larga comida en el caser¨ªo en los montes vizca¨ªnos: Junts quiere volver a hacer pol¨ªtica.
La novedad, que entonces nadie pod¨ªa imaginar, es que ahora sus votos son decisivos, y eso ha hecho que el PSOE le abra la puerta y le conceda una pol¨¦mica amnist¨ªa que vale una investidura, pero tiene un rechazo muy fuerte, que el s¨¢bado volvi¨® a sacar a decenas de miles de personas a la calle. La legislatura ser¨¢ complicada, pero las relaciones entre el PSOE y Junts est¨¢n m¨¢s engrasadas de lo que pudiera parecer.