El Rey reivindica en las Cortes la vigencia de los pactos de la Transici¨®n

El Rey utiliz¨® este mi¨¦rcoles el solemne acto de inauguraci¨®n de la XV Legislatura en las Cortes para hacer una cerrada defensa de la Constituci¨®n y de la vigencia de los pactos que propiciaron la Transici¨®n democr¨¢tica. Frente a las fuerzas, entre ellas algunos de los aliados clave del Gobierno, que urgen a revisar lo que llaman ¡°r¨¦gimen del 78¡å, Felipe VI proclam¨® con firmeza ante un hemiciclo del Congreso abarrotado de diputados y senadores: ¡°Reivindicar el profundo significado de aquel gran pacto entre los espa?oles que est¨¢ en el origen de nuestra democracia no es, en absoluto, mirar atr¨¢s con nostalgia. S¨ª es, en cambio, una orgullosa y consciente reafirmaci¨®n de nuestras capacidades como pa¨ªs¡±. Las invocaciones a la Constituci¨®n fueron constantes en el breve discurso, de apenas 12 minutos, del Monarca, quien llam¨® al entendimiento entre las formaciones pol¨ªticas. Felipe VI felicit¨® a Pedro S¨¢nchez por su reelecci¨®n como presidente, un gesto inevitable, pero de cierto valor simb¨®lico cuando la oposici¨®n est¨¢ cuestionando su legitimidad.

Como hace un mes, cuando la princesa Leonor acudi¨® a jurar la Constituci¨®n en el d¨ªa de su 18? cumplea?os, el Congreso se visti¨® de gala para un acto solemne e institucional, con el gigantesco baldaquino de las grandes jornadas cubriendo la Puerta de los Leones y las tropas desfilando Carrera de San Jer¨®nimo abajo. Pero, en los d¨ªas de c¨®lera que vive la pol¨ªtica espa?ola, es in¨²til esperar un minuto de tregua, aunque sea en una ocasi¨®n como el discurso con el que cada cuatro a?os el jefe del Estado abre la nueva legislatura.

Al igual que en la jura de la princesa de Asturias, los grupos independentistas que apoyaron la investidura de S¨¢nchez no acudieron al acto. ¡°Nosotros no tenemos Rey¡±, declararon en un comunicado conjunto ERC, EH Bildu y BNG para reafirmar su oposici¨®n a una Monarqu¨ªa ¡°impuesta por el dictador Franco¡±. El jefe de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, cogi¨® al vuelo el plante de los independentistas y, antes del comienzo del acto, se dej¨® caer ante los micr¨®fonos de los periodistas en el patio del Congreso para responsabilizar al Gobierno de la actitud de sus aliados parlamentarios y denunciar lo ocurrido como una ¡°anomal¨ªa democr¨¢tica¡±. Ya en el hemiciclo, y en presencia del Rey, la discordia volvi¨® a hacerse patente, sobre todo en una de esas habituales batallas parlamentarias que convierten los aplausos en arma arrojadiza.

En contra de lo que ven¨ªa siendo tradicional, ni PP ni Vox aplaudieron el discurso inicial de la presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, despu¨¦s de que esta loase varias leyes aprobadas en la C¨¢mara, entre ellas algunas como las del aborto y la eutanasia que no contaron con el benepl¨¢cito de la derecha. Las bancadas del PP y de Vox se desquitaron luego compitiendo en ardor para prolongar la ovaci¨®n a las palabras del Rey, mientras el entusiasmo deca¨ªa en las filas socialistas y era ya pr¨¢cticamente nulo en las de Sumar.

Felipe VI tambi¨¦n desliz¨® una alusi¨®n ¨Dmuy sutil, eso s¨ª¨D a los ausentes. Fue cuando, al iniciar su alocuci¨®n, agradeci¨® ¡°la colaboraci¨®n de los grupos pol¨ªticos de la C¨¢mara que comparecieron en el procedimiento de consultas¡±, una manera de recordar t¨¢citamente que parte de la base parlamentaria de S¨¢nchez ni se present¨® en su momento en La Zarzuela, cuando el jefe del Estado ten¨ªa que proponer un candidato a la presidencia. De inmediato, el monarca pas¨® a recordar su reciente presencia en el Congreso para la jura de la princesa Leonor, cuyo acatamiento de la Constituci¨®n supone ¡°la certeza de la estabilidad en el leal desempe?o de las funciones de la Jefatura del Estado¡±, apunt¨® su padre.

La cita a la heredera del trono sirvi¨® a Felipe VI para enlazar con una apelaci¨®n a los j¨®venes que convirti¨® en el hilo del discurso y que emple¨® tambi¨¦n como argumento para reivindicar el pacto fundacional de la actual democracia espa?ola. Esos j¨®venes de la edad de Leonor de Borb¨®n, se?al¨®, precisan de ¡°un marco democr¨¢tico como el que representa la Constituci¨®n¡± y ¡°una Espa?a cohesionada y unida en la que puedan desenvolver sus vidas y proyectar sus ilusiones¡±.

No faltaron en la intervenci¨®n real las habituales invocaciones al ¡°entendimiento mutuo, sin imposiciones ni exclusiones¡± entre las fuerzas pol¨ªticas y a la ¡°diversidad y el pluralismo de nuestro proyecto com¨²n¡±, siempre vinculadas a la defensa del esp¨ªritu y los valores de la Constituci¨®n. ¡°Unos valores¡±, subray¨®, ¡°que no est¨¢n anclados en el pasado y que deben proyectarse permanentemente hacia el futuro¡±. En esa misma l¨ªnea, afirm¨® que los j¨®venes ¡°tienen el deber moral de proteger y conservar lo alcanzado¡±. Y remach¨® ensalzando de nuevo los logros de la Transici¨®n: ¡°Aquel momento hist¨®rico es una constante fuente de motivaci¨®n porque representa el esp¨ªritu m¨¢s noble en el ejercicio de la pol¨ªtica¡±.

El Rey cerr¨® el discurso dando las gracias en las cuatro lenguas oficiales, aunque sin m¨¢s alusiones a la diversidad de Espa?a, uno de los asuntos que s¨ª hab¨ªa ocupado parte del discurso precedente de Armengol. La presidenta de las Cortes aprovech¨® adem¨¢s para, frente a los ataques habituales de algunos dirigentes del PP y de la totalidad de los de Vox, reivindicar la legitimidad del Gobierno y de la mayor¨ªa en que se asienta: ¡°La decisi¨®n de esta mayor¨ªa parlamentaria es leg¨ªtima y emana de la voluntad de los ciudadanos ejercida el 23 de julio¡±. Y a?adi¨® m¨¢s. Aparte de deplorar ¡°la crispaci¨®n y el ruido¡± que imperan en el parlamentarismo, advirti¨® que ¡°distorsionar la realidad¡± propicia ¡°la desafecci¨®n de la sociedad hacia las instituciones¡±.

En las bancadas de la derecha ya empezaba a notarse la incomodidad y un trasiego que delataba que se estaba haciendo circular un mensaje entre los diputados. Aun as¨ª, todos mantuvieron la compostura hasta que lleg¨® el momento en que Armengol cit¨® una serie de leyes aprobadas a lo largo de la historia que ¡°consiguieron ampliar derechos y mejorar la vida de las personas¡±. La presidenta enumer¨® algunas medidas a las que en su d¨ªa se opuso la derecha, como las leyes del aborto, la eutanasia y el matrimonio igualitario, junto a otras que fueron iniciativa del PP, como la supresi¨®n de la mili obligatoria, o de UCD, caso de la regulaci¨®n del divorcio. El silencio del hemiciclo se rompi¨® con un grito procedente de un grupo de esca?os de Vox: ¡°?Esto no es un mitin!¡±. Al acabar, la derecha le neg¨® el aplauso, mientras la izquierda redoblaba la intensidad de la ovaci¨®n para compensar el desaire. Finalizado el pleno, Feij¨®o volvi¨® a buscar los micr¨®fonos para tachar de ¡°provocaci¨®n¡± las palabras de la presidenta. As¨ª transcurre una jornada ¡°institucional¡± en el Congreso de hoy.