La Guardia Civil estrecha el cerco a la ¡®rave¡¯ de Murcia
Los organizadores del evento retiran seis de los siete escenarios, seg¨²n la Delegaci¨®n del Gobierno. Tras cuatro noches de fiesta, en el interior del recinto ya solo quedan la mitad de veh¨ªculos
La Big Fucking Party 2024 sigue en pie tras cuatro jornadas de fiesta sin l¨ªmite, pero el paso de los d¨ªas ha provocado un desgaste en los asistentes y, gracias al control realizado por un centenar de agentes de la Guardia Civil, el evento va perdiendo fuelle. Seis de los siete escenarios que conformaban la rave han sido ya desmontados y transportados en camiones que han abandonado el circuito de Fuente ?lamo en el que se desarrolla el evento, seg¨²n ha informado este jueves la Delegaci¨®n de Gobierno de Murcia. De los m¨¢s de 2.100 veh¨ªculos que accedieron al interior el pasado s¨¢bado, ya solo quedan aproximadamente la mitad. Por ahora, las autoridades han descartado la opci¨®n de un desalojo a la espera de que la celebraci¨®n finalice como muy tarde el pr¨®ximo domingo. Para contener la rave, los agentes han aplicado un protocolo de no retorno, que consiste en que quienes abandonan el recinto no pueden volver a ¨¦l; al menos, en coche, porque hay numerosas zonas, no vigiladas, que permiten el acceso a pie.
Algunos de los que abandonan el lugar ya se han dejado caer por Fuente ?lamo. El pueblo, que con 17.589 habitantes es el m¨¢s poblado de la zona, apenas se ha visto afectado por la macrofiesta ilegal, seg¨²n apuntan sus vecinos. El circuito donde se celebra la rave est¨¢ a unos 13 kil¨®metros de la localidad, en una zona sin explotaciones ganaderas ni agr¨ªcolas. Tampoco se quejan los viandantes en otras localidades de la zona, como Corvera, Los Paganos o Los Almagros.
En la terraza del bar El Buen Yantar un grupo de cuatro j¨®venes han hecho una parada para comer un plato combinado antes de volver a la carretera. Tras cinco d¨ªas en la fiesta, est¨¢n cansados y han decidido retirarse. Amaia (Bizkaia, 27 a?os), se muestra reacia a la idea de hablar con los medios, pero alza la voz para defender que este tipo de fiestas no generan ning¨²n problema para los vecinos. ¡°Nosotros vivimos a nuestra manera y no queremos molestar a nadie. Siempre recogemos lo que manchamos y queremos respetar a los dem¨¢s. He visto muchas discotecas de pueblo en las que se generan peleas, por ejemplo. En esta rave no ha habido ninguna¡±, afirma.
El propietario del bar, Jos¨¦ Antonio (59 a?os, Fuente ?lamo), los atiende encantado. ¡°Si vienen m¨¢s gracias a la fiesta, mejor que mejor. Yo soy imparcial, vivo del d¨ªa a d¨ªa y pensando en el trabajo. Aqu¨ª en el pueblo no hemos notado nada raro salvo un ligero aumento de la clientela, algo que siempre se agradece¡±. El empleado de la gasolinera del municipio, Jos¨¦, de 26 a?os, coincide. ¡°Mientras no dejen residuos y no provoquen disturbios, lo veo bien. No han contribuido tanto como se cree a la econom¨ªa local porque traen sus propios bidones de gasolina y mucha comida y bebida almacenada; pero algo de movimiento extra s¨ª que ha habido. Han puesto el pueblo en el mapa y eso siempre est¨¢ bien¡±, concluye.
La estrategia que sigue la Guardia Civil es m¨¢s de desgaste que de choque: pretende evitar que m¨¢s personas entren, pero sobre todo, garantizar la seguridad en las carreteras. Los controles establecidos en los caminos de tierra y las v¨ªas interurbanas que rodean el recinto se han saldado hasta ahora con 150 sanciones administrativas, 47 por test de drogas y 90 por tenencia de estupefacientes. Uno de los casos m¨¢s llamativos fue la de un joven brasile?o al que se le incautaron 90 dosis de LSD.
El miedo a estos controles y el desarrollo de estrategias para evitarlos se ha convertido en la obsesi¨®n de los que llegan con posterioridad a la fiesta. Greg (M¨¢laga, 46) ha venido a Fuente ?lamo a visitar a un amigo. En el trayecto, ofreci¨® su coche como BlaBlaCar, la plataforma para compartir veh¨ªculo, y llevaba consigo a dos chicos j¨®venes. A mitad de camino, se dio cuenta de que ven¨ªan para asistir a la rave. Al acercarse a la zona, advirtieron a Greg de d¨®nde iba a haber controles y le pidieron por favor que tomase una ruta alternativa.
Si bien es pr¨¢cticamente imposible no dejar residuos en este tipo de macrofiestas, los asistentes s¨ª que est¨¢n concienciados al respecto y, de hecho, consideran la limpieza del recinto y la acumulaci¨®n ordenada de basuras como una de los pilares de las reglas no escritas del evento. En efecto, cada noche, se apilan bolsas de basura en un lugar espec¨ªfico y, a primera hora, un cami¨®n contratado por los organizadores de la macrofiesta acude a retirarlas.
A pesar de la reducci¨®n en la afluencia y la variedad de escenarios ¡ªde los siete que conformaban una especie de Bourbon Street del techno ya solo queda uno¡ª, los que resisten en el interior (aproximadamente la mitad, seg¨²n las autoridades), pretenden prolongar el evento hasta el d¨ªa de Reyes, como ya sucediera en la anterior edici¨®n de la Big Fucking Party, celebrada en un pueblo de Granada. El 6 de enero es, precisamente, la fecha l¨ªmite fijada por la Delegaci¨®n de Gobierno y la Guardia Civil a la hora de realizar un posible desalojo.
Este mi¨¦rcoles, la delegada del Gobierno, Mariola Guevara, el teniente coronel de la Guardia Civil de Murcia Diego Mercader y la alcaldesa de Fuente ?lamo Juana Mar¨ªa Mart¨ªnez (PP) ofrecieron una rueda de prensa para comentar la evoluci¨®n del dispositivo de seguridad y anunciaron que, por ahora, se descartaba la opci¨®n de realizar un desalojo forzoso. ¡°Desalojar a tal cantidad de veh¨ªculos y de personas va a generar un conflicto a¨²n mayor. Por lo tanto, lo que se decidi¨® por parte de los profesionales de la Guardia Civil y Polic¨ªa Local era evitar su expansi¨®n y hacer un control¡±, explicaba Guevara. De este modo, se dio prioridad en la distribuci¨®n de recursos a los controles en carretera para evitar que personas bajo los efectos del alcohol o las drogas circulasen por las carreteras murcianas tras abandonar la fiesta.
No obstante, el teniente coronel de la Guardia Civil ha explicado que, ¡°en caso de continuar la fiesta pasado el fin de semana y en base al n¨²mero de personas y veh¨ªculos que sigan en el recinto se valorar¨¢ la intervenci¨®n de la Guardia Civil para realizar un desalojo controlado de lo que quede de la rave.
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