Prisi¨®n permanente para un hombre que asesin¨® y empared¨® en su casa a una vendedora de la ONCE
El Tribunal Superior de Castilla-La Mancha confirma la condena al hombre, que atac¨® a la mujer por una deuda de juego de 200 euros
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla La-Mancha (TSJ-CM) ha ratificado la pena de prisi¨®n permanente revisable que impuso un jurado popular al asesino confeso de Maribel de la Rosa, una vendedora de cupones de Albacete con un 72% de discapacidad intelectual y f¨ªsica. La sala considera probado que A. G. S., un camarero que conoc¨ªa a su v¨ªctima, discuti¨® con ella en su domicilio por motivos econ¨®micos, la empuj¨® y la asfixi¨® con sus propias manos hasta matarla. Posteriormente, el condenado levant¨® una pared de ladrillos para ocultar el cad¨¢ver y algunos objetos personales de la v¨ªctima. El agresor confes¨® el crimen cuando los investigadores registraban su domicilio. Los magistrados desestiman de esta forma el recurso presentado por la defensa, que consideraba que la calificaci¨®n del delito por parte del jurado no hab¨ªa tendido en cuenta las atenuantes de arrebato y confesi¨®n.
Los hechos se produjeron el 19 de agosto de 2021. Maribel, que ten¨ªa una discapacidad intelectual de nacimiento que le imped¨ªa expresarse con claridad, cojeaba de la pierna derecha y ten¨ªa limitado el movimiento de un brazo, sali¨® de casa como cada d¨ªa para vender cupones y otros productos de la ONCE. A las 16.11, relata la sentencia, recibi¨® una llamada de uno de sus clientes habituales, que la invitaba a tomar una cerveza en su casa. Charlaron, ¨¦l le abon¨® 50 euros que le deb¨ªa y, mientras, iba consumiendo rascas, uno de los juegos de la ONCE, de resultado inmediato, hasta acumular una nueva deuda de m¨¢s de 200 euros. Cuando Maribel le pidi¨® que le pagara, discutieron, el condenado la empuj¨® y, mientras la v¨ªctima estaba en el suelo, le grit¨® que lo iba a denunciar.
El acta judicial se?ala que el agresor tem¨ªa volver a la c¨¢rcel, en la que hab¨ªa cumplido condena hac¨ªa unos a?os, y la dureza de las nuevas leyes de violencia sobre la mujer. Por ese motivo, relata la sentencia, ¡°se abalanz¨® sobre ella de forma s¨²bita e inesperada, poni¨¦ndose encima a horcajadas¡±. Tras inmovilizarla, ¡°la cogi¨® con las manos por el cuello, apret¨¢ndoselo de forma ininterrumpida hasta que consigui¨® asfixiarla, caus¨¢ndole la muerte¡±. El asesino confeso envolvi¨® el cad¨¢ver ¡°en unos pl¨¢sticos y lo llev¨® a una de las habitaciones¡±. Al d¨ªa siguiente, ¡°compr¨® ladrillos del 9, cemento y arena¡± e incluso ¡°pidi¨® a un amigo que le acompa?ara a por m¨¢s¡±, dice la sentencia. Con ese material, ¡°en una habitaci¨®n peque?a situada tras un patio interior¡± levant¨® una pared para cubrir ¡°el cuerpo con diferentes capas de ladrillos y cemento¡±, con la intenci¨®n de ¡°evitar que el cad¨¢ver fuera descubierto y que se produjeran olores que pudieran delatarlo¡±. Se qued¨® con todo el dinero en efectivo de Maribel, incluidos los 50 euros que le hab¨ªa pagado ese d¨ªa, y 1.704 euros en cupones. Destruy¨® el m¨®vil y el terminal de la vendedora y ech¨® el resto de sus pertenencias junto al cad¨¢ver emparedado.
Los agentes de la Polic¨ªa Nacional, que investigaban la denuncia por la desaparici¨®n de Maribel interpuesta por sus padres y sus dos hermanos, no tardaron en considerar sospechoso a A. G. S. Sobre todo, cuando neg¨® conocer el m¨®vil de la v¨ªctima, a pesar de que los investigadores ya sab¨ªan que hab¨ªa hablado con ella el d¨ªa del crimen. El acusado permiti¨® el registro de su domicilio y, cuando estaba seguro de que lo iban a descubrir, confes¨® el asesinato, aunque aleg¨® que la v¨ªctima ¡°iba borracha¡±. Es una de las informaciones no veraces de su declaraci¨®n inicial que impiden que se le aplique la atenuante de confesi¨®n solicitada por su defensa.
Los magistrados tampoco han admitido la atenuante de arrebato, ya que consideran que el temor que sent¨ªa no impidi¨® que supiera lo que estaba haciendo mientras atacaba a Maribel. Por tanto, da por buena la condena impuesta por el jurado en julio del a?o pasado: prisi¨®n permanente revisable por el asesinato, un a?o de prisi¨®n por hurtar el dinero de la v¨ªctima y 190.000 euros de indemnizaci¨®n para la familia de la fallecida.
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