La reprobaci¨®n a Marlaska en el Senado culmina dos d¨ªas de dur¨ªsimos ataques e insultos del PP al ministro
Los populares responsabilizan al titular del Interior del asesinato de dos guardias civiles en Barbate y le tachan de ¡°inmoral¡±, ¡°desalmado¡± y ¡°canalla¡±, mientras ¨¦l responde aludiendo a la relaci¨®n de Feij¨®o y un narco en los a?os noventa
Es dif¨ªcil cuantificar todos los insultos y descalificaciones que el PP ha lanzado en las ¨²ltimas 48 horas contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. La acometida arranc¨® el martes en el Senado, donde el popular Alejo Miranda acus¨® al ministro de re¨ªrse ¡°a carcajadas¡± el d¨ªa que ¡°Espa?a lloraba¡± por la muerte de dos guardias civiles a manos de los narcos en Barbate (C¨¢diz); y donde Marlaska, ante la virulencia de los ataques de Marimar Blanco, conmin¨® a la senadora del PP a retornar ¡°al esp¨ªritu de Ermua¡±, el mensaje pacificador que floreci¨® en ese municipio vasco tras el asesinato de su hermano, Miguel ?ngel Blanco. La tensi¨®n se multiplic¨® el mi¨¦rcoles con cuatro dur¨ªsimas preguntas del PP al titular del Interior y una dram¨¢tica interpelaci¨®n del diputado Esteban Gonz¨¢lez Pons en la sesi¨®n de control al Gobierno en el Congreso; y culmin¨® esa tarde de nuevo en la C¨¢mara alta, con la segunda reprobaci¨®n de Marlaska, aprobada all¨ª por la mayor¨ªa absoluta de los populares. A Marlaska lo llamaron de todo: lo tildaron de ¡°inmoral¡±, ¡°desalmado¡± y ¡°canalla¡±, le dijeron que no tiene ¡°honor¡± ni ¡°verg¨¹enza¡±. ?l se defendi¨® recordando la inoperancia y falta de recursos en la lucha contra el narco de los gobiernos del PP, y tambi¨¦n sacando a relucir la antigua relaci¨®n del l¨ªder popular, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, con un conocido contrabandista y despu¨¦s narcotraficante en los a?os noventa.
Es una estrategia pol¨ªtica habitual en el PP, cuando est¨¢ en la oposici¨®n, elegir en cada sesi¨®n de control a un ministro y centrar en ¨¦l sus ataques. En esta etapa de liderazgo de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, los objetivos preferidos est¨¢n siendo el titular de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, F¨¦lix Bola?os, y el del Interior, Fernando Grande-Marlaska. El primero, por la relevancia de casi todos los asuntos bajo su mando y por su papel central en la negociaci¨®n de la medida m¨¢s controvertida de la legislatura: la ley de amnist¨ªa; el segundo, por la trascendencia de su departamento, bajo el que est¨¢ la seguridad del Estado, y por su biograf¨ªa. Al PP le duele todo lo que hace ahora Marlaska porque durante a?os, cuando era juez, fue su magistrado de referencia, por su lucha contra ETA, y le propusieron como uno de sus vocales en el Consejo General del Poder Judicial entre 2013 y 2018.
Esa etapa de Marlaska como juez de referencia del PP se la recuerdan muchos diputados populares ahora para reprocharle su labor como ministro. ¡°El Marlaska juez de los a?os noventa sentir¨ªa n¨¢useas viendo al Marlaska ministro del a?o 2024¡å, le espet¨®, una vez m¨¢s, este mi¨¦rcoles en el Congreso el portavoz del PP, Miguel Tellado. Esa fue tambi¨¦n la base de la teatral intervenci¨®n del diputado Esteban Gonz¨¢lez Pons, que sirvi¨® de corolario al zafarrancho del grupo popular. Pons lleg¨® incluso a revelar que el juez se ofreci¨® en aquellos a?os a Mariano Rajoy para ser su Fiscal General del Estado. Marlaska ni quiso desmentirlo.
El primero que introdujo a Marlaska en la sesi¨®n fue Alberto N¨²?ez Feij¨®o, para salir en defensa de Marimar Blanco: ¡°Usar el esp¨ªritu de Ermua contra la hermana de Miguel ?ngel Blanco es una indignidad. Hacerlo mientras se pacta con quienes no condenan aquel crimen es incalificable¡±, dijo. Luego le sigui¨® su equipo directivo. El portavoz popular, Miguel Tellado, abund¨® en la cr¨ªtica de que ¡°hay que tener poca verg¨¹enza y ser un desalmado¡± para decirle eso a la hermana del edil de Ermua asesinado por ETA, y luego acus¨® al ministro de ser el responsable del asesinato de los guardias civiles en Barbate por haberlos dejado en el ¡°abandono¡±. Tellado, como los dem¨¢s, exigi¨® su dimisi¨®n: ¡°Si le queda algo de honor, dignidad y respeto, dimita. Solo est¨¢ a la altura de quien le ha nombrado: Pedro S¨¢nchez¡±.
En esa idea de que fue el propio Marlaska el que ¡°abandon¨® a su suerte¡± la vida de esos guardias redund¨® la aguerrida diputada Ana Bel¨¦n V¨¢zquez, que lleva meses afilando su diccionario de ataques a un ministro al que tild¨® de ¡°inmoral¡±. La diputada sostuvo que el ministro no merec¨ªa condecorar a los agentes fallecidos, y dej¨® caer que, a lo peor, su departamento no proporciona los recursos necesarios en esa zona del campo de Gibraltar ¡°por Marruecos, por manipular pruebas o para ahorrar dinero¡±.
El diputado El¨ªas Bendodo fue el que suaviz¨® m¨¢s el tono, pero para refrescarle a Marlaska que, pese a ser ministro por C¨¢diz, no hab¨ªa acudido a¨²n a Barbate. Y para augurarle que, si no dimite, ser¨¢ cesado: S¨¢nchez le tirar¨¢ ¡°por la ventana¡±.
El ministro del Interior m¨¢s longevo de la democracia no se inmut¨® demasiado ante esta ristra de ep¨ªtetos y acusaciones. Tampoco por la reprobaci¨®n del Senado, la segunda que recibe, tras una aprobada por el Congreso la legislatura pasada con motivo de la gesti¨®n de la tragedia en la valla de Melilla. Marlaska se defendi¨® con sus datos de gesti¨®n. Sostiene que este Gobierno ha invertido en la zona del campo de Gibraltar m¨¢s de 180 millones desde 2018, que el anterior del PP no destin¨® nada, que los 150 agentes del operativo especial OCON-Sur no han desaparecido ni han sido ¡°desmantelados¡± sino integrados en las comandancias de la Guardia Civil. Y aport¨® sus estad¨ªsticas para demostrar que el crimen y el narco no campan all¨ª a sus anchas. Tambi¨¦n entr¨® al enfrentamiento personal: si el martes hab¨ªa mencionado la ¡°giornata particolare¡± del ¡°presidente del PP¡± (N¨²?ez Feij¨®o) ¡°en un barco con un narco¡± (en alusi¨®n a Marcial Dorado), el mi¨¦rcoles insisti¨®: ¡°Algunos viajaban en barco con el narco. A ese mismo narco este ministro del Interior le ingres¨® en prisi¨®n [cuando era juez]. Donde deben estar todos los narcos y donde seguir¨¢n estando¡±.
La sesi¨®n fue tan larga que el ministro asaeteado la estren¨® arropado por alguno de sus compa?eros en la bancada del Gobierno pero la acab¨®, tras varias horas, solo, mirando al tendido parlamentario del PP y Vox, pensando ya en la pr¨®xima batida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.