El fin de OCON Sur: suspicacias, ¡°informaciones sin contrastar¡± y una breve versi¨®n oficial

El desconcierto se apoder¨® de los foros internos de los guardias civiles en septiembre de 2022. El Ministerio del Interior confirmaba que la unidad mimada de la Guardia Civil en la lucha contra el narco del Estrecho, OCON Sur, se disolv¨ªa para integrarse en las distintas polic¨ªas judiciales de la zona. La versi¨®n oficial siempre fue ¡ªy ah¨ª sigue¡ª que era un ¨®rgano temporal que necesitaba terminar en su situaci¨®n de interinidad. Apenas siete meses despu¨¦s, en abril de 2023, salt¨® el esc¨¢ndalo de la investigaci¨®n a sus jefes por supuestos v¨ªnculos con el narco, revelaci¨®n de secretos y cohecho. Un informe del Servicio de Asuntos Internos de la Guardia Civil (SAI) remitido a la Audiencia Nacional que investigaba el caso desvelado ahora reconoce que sus pesquisas se basaron en ¡°informaci¨®n sin contrastar¡±.

Es la expresi¨®n que m¨¢s se repite en el informe que el SAI envi¨® al juez instructor de la Audiencia Nacional. El documento fue remitido en octubre de 2023, seis meses despu¨¦s de que la Audiencia imputase al teniente coronel David Oliva, jefe de esa unidad contra el narco y dos agentes m¨¢s, en el seno de una investigaci¨®n impulsada por el propio SAI y la UDYCO central (Unidad de Droga y Crimen Organizado de la Polic¨ªa Nacional). Esa causa de colaboraci¨®n con el narco acab¨® archivada, pero llev¨® a otra por cohecho y revelaci¨®n de secretos que sigue su curso en un juzgado de Parla (Madrid) y que las defensas de los guardias intentan ahora tumbar al alegar que una posible nulidad de pruebas iniciales invalidar¨ªa las practicadas a posteriori.

La revelaci¨®n viene a sumar m¨¢s ruido a la defunci¨®n de OCON, una decisi¨®n ahora tambi¨¦n en entredicho despu¨¦s del asesinato de dos guardias civiles en el puerto de Barbate el pasado 9 de febrero y de que diversos sindicatos y fuentes judiciales locales llevasen meses denunciando nuevos picos de actividad de narcotr¨¢fico. OCON se cre¨® en el seno de la Guardia Civil en 2018, en pleno refuerzo de Interior de su lucha contra el narco. Para ello se destin¨® a 150 agentes que hasta septiembre de 2022 tuvieron dedicaci¨®n exclusiva, a golpe de muchas horas de investigaci¨®n y grandes operativos que generaron suspicacias entre otros grupos del instituto armado y en las filas del narco, tan atosigado por el grupo que incluso lleg¨® a amenazar a su jefe, el teniente coronel David Oliva. ¡°Ten¨ªan demasiados enemigos¡±, reconoci¨® a EL PA?S una fuente judicial, al poco de conocerse la investigaci¨®n sobre Oliva.

El informe de 29 p¨¢ginas del SAI, adelantado por El Mundo y al que ha tenido acceso EL PA?S, da respuesta a una solicitud de datos que realiz¨® el magistrado del Juzgado de Instrucci¨®n N¨²mero 1 de la Audiencia Nacional. El juez lo recibi¨® despu¨¦s de que, ya en mayo de 2023, la Fiscal¨ªa Antidroga pidiese justo el archivo de la causa por supuestas implicaciones con el narco, la llamada Operaci¨®n Varea, de Oliva, de su teniente Javier Fuentes y de otro guardia m¨¢s, al considerar que deca¨ªa el delito por tr¨¢fico de drogas. En el documento, el oficial de la investigaci¨®n reconoce durante m¨¢s de 35 veces que todos los indicios que tienen contra Oliva y Fuentes est¨¢n basados en ¡°informaciones confidenciales sin contrastar¡± y que hunden sus inicios en junio de 2011, mucho antes de los hechos que se investigaban en la Operaci¨®n Varea y de que se crease la propia OCON.

La sucesi¨®n cronol¨®gica de esas pistas arranca, de hecho, con supuestas vinculaciones de Oliva con un narco de Barbate cuando el agente estaba destinado en esa zona. La enumeraci¨®n temporal habla de presuntas reuniones, fardos de droga sustra¨ªdos, desapariciones de fajos de billetes, soplos y vistas gordas de alijos. Tambi¨¦n se llega a reconocer que Oliva habr¨ªa colaborado con Abdellah El Haj, el poderoso narco conocido como el Messi del hach¨ªs, para a rengl¨®n seguido afirmar tambi¨¦n que el capo habr¨ªa intentado planificar el asesinato del guardia civil. Pero en ninguno de esos hechos descritos sucintamente y sin apenas detalles se aportan apenas datos contrastados, como el propio SAI va reconociendo a cada paso.

¡°Si bien es cierto que los destinos dedicados a la lucha contra el crimen organizado llevan aparejados la enemistad de los integrantes de organizaciones criminales y que esta animadversi¨®n bien podr¨ªa traducirse en la difusi¨®n de informaciones falsas (¡­); tambi¨¦n es cierto que existen multitud de unidades de investigaci¨®n dedicadas a luchar contra el narcotr¨¢fico (¡­) y sobre esas no se han recibido informaciones de esta naturaleza¡±, justifica el SAI en un informe en el que asegura que bebe de fuentes de colaboradores, de otros agentes y de juzgados y fiscal¨ªa.

Las pesquisas abarcan, adem¨¢s, un periodo de m¨¢s de 10 a?os que excede los hechos investigados en la operaci¨®n Varea, que arranc¨® en marzo de 2019 y en los que el SAI y la Udyco Central pretend¨ªan relacionar a Oliva y Fuentes con el clan de los Ariza, una mafia que operaba en la zona de Tarifa, donde vivi¨® el segundo de los investigados. ¡°Alguien vinculado con el narco les debi¨® pasar informaci¨®n y el SAI compr¨® las noticias a UDYCO¡± valora Jorge Gil Pacheco, abogado de Javier Fuentes, sobre las investigaciones que acabaron por imputar a su cliente.

El letrado Gil Pacheco cree que el proceso naci¨® as¨ª viciado, ya que los investigadores se basaron en informaciones sin contrastar para conseguir que el magistrado de la Audiencia Nacional autorizase medidas restrictivas de derechos, como pinchazos telef¨®nicos. ¡°Al juez se le ha enga?ado¡±, apunta el letrado. Esas intervenciones llevaron, a su vez, que se encontrasen supuestas pruebas que demostrar¨ªan c¨®mo Oliva intent¨® sacar informaci¨®n al tercer teniente investigado sobre si le estaban siguiendo y que le prometi¨® un traslado a OCON que lleg¨® a materializarse. Esos son los delitos de revelaci¨®n de secreto que siguen su curso ahora en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de Parla y cuya investigaci¨®n ha terminado hace escasos d¨ªas.

Frente a ello, las defensas de Oliva y Fuentes apelan a la doctrina del fruto del ¨¢rbol envenenado que implica que cualquier prueba conseguida de forma directa o indirecta de una nula debe considerase tambi¨¦n nula. Para ello, han armado un informe pericial, adelantado este mi¨¦rcoles por eldiario.es, en el que han recurrido ¡°a ingenieros inform¨¢ticos o top¨®grafos¡±, seg¨²n explica Gil Pacheco, para intentar desmantelar los hasta ocho seguimientos que realizaron los investigadores para apuntalar la teor¨ªa de que Oliva y Fuentes estaban vinculados al clan de los Ariza. En ese informe, los investigados argumentan que se recurrieron a fotos de supuestas reuniones que el SAI y la UDYCO fechaban en momentos distintos o a ubicaciones en lugares y momentos en los que ellos dicen asegurar con pruebas que no estaban.

La ofensiva de las defensas no ha tenido por ahora incidencia en el juzgado de Parla, donde el instructor no admiti¨® la petici¨®n de que declarasen los investigadores del SAI y de la UDYCO, como reconoce Gil Pacheco. ¡°El juez nos dijo que si pretend¨ªamos conseguir la nulidad que nos vayamos a la Audiencia Nacional¡±, apunta el letrado que a?ade que ha solicitado la reapertura de la causa. Adem¨¢s, han presentado de forma paralela una querella en un juzgado de Algeciras contra los investigadores de la causa.

Mientras, en las filas de la Guardia Civil las suspicacias han vuelto, tras darse a conocer los detalles de las defensas periciales de los investigados. No ayuda la ola de indignaci¨®n que a¨²n sigue vigente tras el asesinato de los guardias civiles de Barbate, despu¨¦s de que distintas asociaciones profesionales, agentes y fuentes judiciales llevasen meses alertando de nuevos picos de actividad y violencia del narco del Estrecho. Mientras, Oliva y Fuentes ¡ªen activo, pero alejados de la primera l¨ªnea de lucha contra el narco ahora ¡ª guardan silencio y solo el abogado de Fuentes da pistas de su situaci¨®n: ¡°Nuestros clientes son personas de bien y de orden. Est¨¢n muy decepcionados con lo que ha ocurrido¡±, remacha el abogado.