Rabat mantiene las trabas a Ceuta y Melilla, dos a?os despu¨¦s de su reconciliaci¨®n con Espa?a
El rechazo de los visados especiales para trabajadoras transfronterizas se suma a la demora de la apertura de las aduanas comerciales
Acaban de cumplirse dos a?os desde que, el 7 de abril de 2022, el presidente del Gobierno, Pedro S¨¢nchez, y el rey Mohamed VI sellaron en Rabat el compromiso para poner fin a un grave episodio de tensi¨®n diplom¨¢tica entre los dos pa¨ªses, que tuvo su momento ¨¢lgido en la irrupci¨®n de m¨¢s de 10.000 migrantes en Ceuta en mayo del a?o anterior. Sin embargo, una de las principales contrapartidas que obtuvo el Gobierno espa?ol, a cambio de su giro a favor de la tesis de Rabat de autonom¨ªa para el S¨¢hara Occidental, sigue sin cumplirse: la apertura de una aduana comercial de nueva planta en Ceuta y la reapertura de la de Melilla, que las autoridades marroqu¨ªes cerraron unilateralmente en agosto de 2018. Tras la realizaci¨®n de distintas pruebas piloto, Espa?a se ha declarado preparada para abrir ya los pasos aduaneros y normalizar as¨ª el comercio entre las dos ciudades espa?olas y su entorno marroqu¨ª, en sustituci¨®n del comercio at¨ªpico o contrabando que presid¨ªa sus relaciones hasta que la pandemia impuso un cerrojazo fronterizo, pero la parte marroqu¨ª sigue dando largas alegando problemas t¨¦cnicos.
A ello se ha sumado, en las semanas previas a que el presidente Pedro S¨¢nchez comparezca este mi¨¦rcoles en el Congreso para debatir, entre otros asuntos, las relaciones con el pa¨ªs magreb¨ª, una nueva traba a Ceuta y Melilla por parte de Marruecos: el veto de sus autoridades a los visados especiales temporales que los consulados espa?oles de Nador y Tetu¨¢n, los m¨¢s cercanos a las dos ciudades, expiden para los trabajadores transfronterizos que buscan empleo en ellas.
En Ceuta y Melilla se recibi¨® con sorpresa, a mediados de febrero, la noticia de que Marruecos ya no admit¨ªa dichos visados especiales, que ven¨ªan siendo aceptados regularmente desde mayo de 2022, tras la reapertura de las fronteras terrestres, clausuradas en marzo de 2020 por la pandemia. Se trata de permisos de entrada por los pasos de El Tarajal, en Ceuta, y Beni Ensar, en Melilla, v¨¢lidos para un solo d¨ªa y que no permiten viajar a la Pen¨ªnsula. Sus destinatarios son trabajadores marroqu¨ªes residentes en las provincias vecinas. Este salvoconducto permite a sus titulares efectuar in situ los ¨²ltimos tr¨¢mites para su contrataci¨®n. Las afectadas, que superan las 3.000, son en su mayor¨ªa empleadas dom¨¦sticas o de hosteler¨ªa, cuyas tarjetas de acceso a las dos ciudades han caducado y que vieron c¨®mo se las daba de baja en la Seguridad Social debido a la covid.
Para reanudar sus contratos deben efectuar un ¨²ltimo tr¨¢mite presencial en Ceuta y Melilla, pero en la frontera marroqu¨ª se les cierra el paso. Ninguna autoridad en el pa¨ªs magreb¨ª confirma oficialmente la medida, pero tanto en el puesto de El Tarajal como en el de Beni Ensar los agentes de Marruecos requieren un visado Schengen (apto para circular por toda Europa) a los no residentes en Ceuta y Melilla, del que los trabajadores transfronterizos carecen. Seg¨²n inform¨® el diario Al Ahdath Al Maghribia, citado por el portal digital Le 360, los responsables marroqu¨ªes del control de fronteras han recibido ¡°instrucciones firmes y precisas¡± de no aceptar los visados especiales expedidos a los marroqu¨ªes para acceder a ¡°los presidios¡±, t¨¦rmino con el que se suele aludir en Marruecos a las ciudades aut¨®nomas espa?olas.
¡°Marruecos est¨¢ poniendo todo tipo de trabas a la expedici¨®n de nuevos contratos a los transfronterizos y a la renovaci¨®n de los existentes al negar un visado de 24 horas con objeto de ir a Ceuta para cumplimentar los tr¨¢mites finales¡±, precisa la presidenta de la Confederaci¨®n de Empresarios de Ceuta, Arantxa Campos. ¡°El objeto de esta estrategia puede ser poner dificultades a la vida laboral en Ceuta o forzar a los marroqu¨ªes a solicitar la residencia en nuestra ciudad¡±, apunta. ¡°Nuevamente, los perjudicados son los ciudadanos de Marruecos. La soberan¨ªa espa?ola sobre Ceuta y Melilla no est¨¢ en duda¡±. El Ministerio de Asuntos Exteriores no ha respondido a los requerimientos de EL PA?S para que explique su opini¨®n sobre esta medida de Marruecos, a pesar de que la delegada del Gobierno en Ceuta, Cristina P¨¦rez, asegur¨® el mes pasado a Europa Press que dicho departamento estaba estudiando la decisi¨®n adoptada por Rabat.
La hoja de ruta suscrita por el presidente S¨¢nchez y el rey Mohamed VI el 7 de abril de 2022 dio paso un mes despu¨¦s a la reapertura de las fronteras de las ciudades aut¨®nomas. Pero las aduanas comerciales de ambas ciudades siguen sin entrar en servicio, a pesar de las pruebas de funcionamiento efectuadas el a?o pasado. ¡°Por parte de Espa?a, est¨¢ todo listo¡±, advirti¨® el presidente del Gobierno el pasado 21 de febrero en Rabat tras ser recibido por Mohamed VI. Marruecos alega que quedan ¡°cuestiones t¨¦cnicas¡± por resolver. S¨¢nchez asegur¨® en la capital marroqu¨ª que el primer ministro marroqu¨ª, Aziz Ajanuch, le hab¨ªa asegurado que ¡°tan pronto¡± como se resuelvan dichas cuestiones se cumplir¨¢ en su integridad lo previsto en la hoja de ruta.
¡°Los empresarios hemos recibido tantas excusas sobre la apertura de las aduanas comerciales por parte de Marruecos, con ausencia absoluta de explicaciones, que somos muy esc¨¦pticos al respecto¡±, argumenta Arantxa Campos en un intercambio de mensajes desde Ceuta. ¡°No lo entendemos (¡) porque el norte marroqu¨ª est¨¢ sufriendo las consecuencias del incumplimiento de lo acordado¡±, sostiene la representante empresarial. ¡°Cuando falla mano de obra en un sector, se cubre con trabajadores de otras nacionalidades¡±, concluye, ¡°Eso explica quiz¨¢s la llegada ¨²ltimamente de mano de obra latinoamericana¡± a las dos ciudades aut¨®nomas.
Recelo sobre la soberan¨ªa
Tanto en el rechazo a los visados como la demora en la apertura de las aduanas subyace el recelo marroqu¨ª a reconocer, siquiera impl¨ªcitamente, la soberan¨ªa espa?ola de Ceuta y Melilla. La desconfianza sigue siendo el gran lastre en las relaciones bilaterales. La recuperaci¨®n del di¨¢logo y la decisi¨®n de ¡°evitar todo aquello que ofenda a la otra parte en cuestiones de soberan¨ªa¡± ¡ªes decir, la renuncia espa?ola a apoyar p¨²blicamente la autodeterminaci¨®n del S¨¢hara a cambio de aparcar la reivindicaci¨®n marroqu¨ª de Ceuta y Melilla, aunque eso no suponga renunciar a la misma¡ª son formalmente las bases sobre las que se apoya una nueva relaci¨®n estrat¨¦gica a ambas orillas del Estrecho. La declarada entente cordial se ha visto cimentada adem¨¢s por el proyecto de organizaci¨®n compartida del Mundial de F¨²tbol de 2030.
Enrique ?vila, profesor de Ciencias Pol¨ªticas de la UNED en Ceuta, no conf¨ªa en que Marruecos reconozca los visados especiales para los trabajadores transfronterizos, aunque ello ocasione un perjuicio a los marroqu¨ªes de la zona lim¨ªtrofe, a los que se les priva de oportunidades laborales. ¡°El Gobierno marroqu¨ª no tiene ninguna dependencia de la opini¨®n p¨²blica¡±, puntualiza ?vila. ¡°Por otro lado, y en concordancia con la persistencia de sus reclamaciones [sobre territorios que considera ocupados], no puede adoptar ninguna medida que pudiera considerarse un reconocimiento de la espa?olidad de Ceuta y Melilla¡±.
¡°El tiempo se mide de diferente forma en Marruecos. Las razones t¨¦cnicas que esgrime Rabat podr¨ªan haber servido como justificaci¨®n durante un par de meses, no m¨¢s¡±, resalta desde Ceuta el profesor ?vila. En su opini¨®n, la estrategia marroqu¨ª es ahora muy clara: ¡°Que la sociedad espa?ola piense que Ceuta y Melilla son fuente continua de problemas, y que considere que es mejor evitar esos problemas¡±.
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