Sumar pidi¨® reforzar la credibilidad del CIS antes de autorizarle otros cuatro millones de euros
La vicepresidencia de Yolanda D¨ªaz hizo duras observaciones sobre el trabajo del centro p¨²blico de encuestas, aunque el Consejo de Ministros acab¨® concediendo el suplemento de cr¨¦dito
Las criticas al trabajo del Centro de Investigaciones Sociol¨®gicas (CIS), el organismo p¨²blico que elabora encuestas, no vienen solo de la oposici¨®n pol¨ªtica y de numerosos expertos, que reprochan la ca¨ªda en la credibilidad de sus sondeos desde que lo preside el socialista Jos¨¦ F¨¦lix Tezanos. El cuestionamiento ha llegado tambi¨¦n al coraz¨®n del Gobierno. Incluso algunos socialistas critican en privado las encuestas del CIS, que sobrevaloran sistem¨¢ticamente en intenci¨®n de voto al bloque progresista, pero ha sido Sumar ¡ªa trav¨¦s de la Vicepresidencia Segunda del Ejecutivo, dirigida por Yolanda D¨ªaz¡ª quien ha mostrado esos recelos abiertamente y de forma oficial. El departamento de D¨ªaz ha reclamado cambios profundos para recuperar una credibilidad que ve ¡°debilitada en los ¨²ltimos cinco a?os¡±, esto es, desde la llegada de Tezanos al organismo.
Lo hizo hace dos semanas, en las observaciones registradas en la comisi¨®n de subsecretarios y secretarios de Estado, el foro que prepara los asuntos que despu¨¦s van al Consejo de Ministros. La Moncloa hab¨ªa decidido otorgar al CIS de manera discreta un suplemento de cr¨¦dito de cuatro millones de euros que el instituto reclamaba para poder hacer frente a un aumento imprevisto de encuestas como consecuencia de la concatenaci¨®n de elecciones ¡ªgallegas, vascas y catalanas, las tres adelantadas, y europeas¡ª. Seg¨²n fuentes del CIS, en realidad se trataba de una autorizaci¨®n para utilizar remanentes de tesorer¨ªa de a?os anteriores.
Sumar aprovech¨® esta solicitud para hacer unas observaciones muy cr¨ªticas, a las que ha tenido acceso EL PA?S, y reclamar que, antes de entregarle ese dinero al CIS, el Gobierno exigiera un cambio importante de su estrategia, su planificaci¨®n y su m¨¦todo para recuperar la credibilidad del organismo.
El sector socialista del Ejecutivo sigui¨® adelante con lo previsto y el Consejo de Ministros aprob¨® el pasado 14 de mayo esos cuatro millones extra para el CIS, sin atender a las recomendaciones de Sumar. Seg¨²n fuentes del sector socialista, la cuesti¨®n pas¨® inadvertida y no hubo debate sobre el CIS en la comisi¨®n de subsecretarios. Las observaciones quedaron, sin embargo, por escrito en los canales oficiales del Gobierno y son una muestra de que el malestar con la actual gesti¨®n del CIS ya no es solo una cuesti¨®n de comentarios de pasillo, cada vez m¨¢s frecuentes, sino tambi¨¦n algo que se discute oficialmente en el Gobierno. La ¨²ltima encuesta del organismo p¨²blico ha pronosticado que el PSOE sacar¨¢ cinco puntos de ventaja al PP en las elecciones europeas, algo que ni siquiera los socialistas m¨¢s entusiastas ven factible.
Pedro S¨¢nchez mantiene su confianza en Tezanos, cuyo cargo fue renovado autom¨¢ticamente cuando se form¨® el nuevo Gobierno el a?o pasado. La portavoz del Gobierno, Pilar Alegr¨ªa, defendi¨® la continuidad de Tezanos porque, en su opini¨®n, es ¡°el soci¨®logo que acierta en las encuestas¡±, a pesar de que los expertos se?alan insistentemente que sus sondeos sobreestiman casi siempre a la izquierda. El catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa, militante del PSOE, dirige el CIS desde 2018. Cuando fue nombrado era miembro de la Ejecutiva del PSOE y pretend¨ªa mantenerse en ese cargo, pero finalmente dej¨® su puesto de responsable de Estudios y Programas en la Ejecutiva del partido por las presiones de la oposici¨®n.
En las observaciones de Sumar, la Vicepresidencia Segunda recuerda que el CIS ¡°hist¨®ricamente ha sido una instituci¨®n p¨²blica de gran prestigio dom¨¦stico e internacional¡±. Y ah¨ª empiezan las cr¨ªticas. ¡°Este patrimonio consagrado las ¨²ltimas d¨¦cadas se ha visto notoriamente da?ado por una serie de decisiones concretas los ¨²ltimos cinco a?os que tanto la opini¨®n p¨²blica y, m¨¢s concretamente la academia sociol¨®gica, han expresado reiteradamente¡±.
El texto enumera los problemas de credibilidad que critican los expertos. ¡°El significativo sesgo partidista (en las ¨²ltimas 37 elecciones estudiadas por el CIS, en todas menos en una existi¨® una sobrestimaci¨®n del voto en una misma direcci¨®n ideol¨®gica). Las decisiones metodol¨®gicas dif¨ªcilmente defendibles (como la ruptura de series hist¨®ricas que dificulta sobremanera el estudio hist¨®rico de tendencias, comportamientos, opiniones de la sociedad)¡±.
¡°La estrategia (o la ausencia de esta) de los ¨²ltimos a?os ha debilitado enormemente la imagen, credibilidad y, sobre todo, la capacidad que deber¨ªa tener el CIS para liderar una potenciaci¨®n de las infraestructuras estad¨ªsticas que tanto necesita nuestro pa¨ªs para conocer los retos que afrontar, las pol¨ªticas p¨²blicas que dise?ar y evaluar, y los cambios sociales que se producen soterradamente en la sociedad¡±, prosigue el documento de Sumar.
El texto se detiene especialmente en la pol¨¦mica encuesta flash que hizo el centro a finales de abril para testar la opini¨®n de la ciudadan¨ªa sobre la carta abierta del presidente del Gobierno en la que anunciaba que estaba meditando su dimisi¨®n. El texto habla de ¡°decisiones cortoplacistas, de claro car¨¢cter partidista y profundo cuestionamiento demosc¨®pico¡±, y recuerda que se dedicaron hasta diez preguntas de esa encuesta a conocer lo que pensaban los ciudadanos de la carta del presidente.
Las observaciones propon¨ªan condicionar ese suplemento de cr¨¦dito de cuatro millones a cambios profundos en el CIS: ¡°El presupuesto para el CIS, as¨ª como suplementos de cr¨¦dito eventuales, deben estar condicionados a una actividad demosc¨®pica de calidad, que huya del protagonismo medi¨¢tico y se desprenda de la actualidad pol¨ªtica. La raz¨®n de ser de cualquier instituto de opini¨®n p¨²blica est¨¢ en estudiar las transformaciones de largo calado de la sociedad con orientaci¨®n acad¨¦mica, no en alimentar una esfera medi¨¢tica ya sobrecargada de estimaciones y cuestiones de actualidad que, en muchos casos, adolece de relevancia. Es lo que la ley 39/1995 marc¨® como esp¨ªritu del CIS y a la que deber¨ªa volverse¡±.
Sumar planteaba que el CIS se concentre en encuestas m¨¢s de fondo y menos de coyuntura, como hacen otros institutos europeos similares. ¡°Es esencial pasar de la fragmentaci¨®n de peque?as y arbitrarias encuestas a una calendarizaci¨®n de bar¨®metros sobre temas que vayan m¨¢s all¨¢ de la coyuntura social o pol¨ªtica del momento¡±, se?alan las observaciones. ¡°El hecho de tener que acudir a la v¨ªa del suplemento de cr¨¦dito para financiar la actividad ordinaria del CIS evidencia hasta qu¨¦ punto su actividad adolece en estos momentos de la necesaria planificaci¨®n, estrategia acad¨¦mica y, en consecuencia, calidad demosc¨®pica. Por ello consideramos que las dotaciones presupuestarias del CIS deben estar condicionadas a una estrategia mejor, que incluya un proceso de escucha activa con el mundo acad¨¦mico y una mayor transparencia¡±, remataban las observaciones, que no fueron atendidas.
El suplemento de cr¨¦dito fue concedido, aunque esos cuatro millones no figuraron en la referencia p¨²blica del Consejo de Ministros que se public¨® ese d¨ªa 14. La cuesti¨®n pas¨® as¨ª de forma discreta, pero las observaciones de Sumar muestran el mar de fondo con el CIS que hay no solo en la oposici¨®n y algunos aliados de la mayor¨ªa parlamentaria, sino tambi¨¦n dentro del Gobierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.