Acusaciones de veto a los gitanos y desbandada de usuarios tras la privatizaci¨®n del ¡®camping¡¯ de Bo?ar
El Ayuntamiento de este municipio de Le¨®n cede la gesti¨®n a una empresa y celebra que la adjudicataria haya ¡°eliminado al p¨²blico problem¨¢tico¡± entre quejas por falta de inversi¨®n
¡°Camping privado de Bo?ar¡±, reza un cartel azul con letras blancas junto a un alto seto bajo las a¨²n m¨¢s altas y m¨¢s verdes monta?as de Bo?ar (Le¨®n, 1.800 habitantes). Tras la muralla vegetal, una garita de control y unas vallas, el camping El Soto, concedido a una empresa en 2021 tras d¨¦cadas gestionado por el Ayuntamiento. Problemas de ¡°seguridad¡± motivaron la privatizaci¨®n, causa asimismo de quejas por usuarios actuales ante deficiencias en los ba?os, malos olores y que se haya doblado el precio. Las protestas por las condiciones se unen a las recientes pol¨ªticas de admisi¨®n. La oposici¨®n, personificada por Mariana Fern¨¢ndez (IU), acusa al alcalde de que la adjudicataria ¡°ha echado a todos los gitanos¡±, acus¨¢ndolos a aquellos de conflictos. Este, Pepe Villa (PSOE), no cita etnias: ¡°Las incidencias se han corregido al eliminar al p¨²blico problem¨¢tico, por decirlo de manera fina, y estamos contentos, agradecemos eliminar gente conflictiva porque da mejor imagen, aunque en esa pol¨ªtica de mano dura se qued¨® gente por el camino que no ten¨ªa culpa y pagaron justos por pecadores¡±.
¡°Nada m¨¢s darles la concesi¨®n echaron a todos los gitanos, los problem¨¢ticos y los que no¡±, denuncia Fern¨¢ndez. La concejala de IU se frustr¨® con Villa y, tras pactar con ¨¦l al inicio de la legislatura, se desmarc¨® y ahora este gobierna en solitario. La edil incide tanto en la actuaci¨®n racista de la adjudicataria (Iberbo?ar 22, SL, paga 1.500 euros anuales m¨¢s IVA) como en la dejaci¨®n en las instalaciones, factor clave para haberse reducido el p¨²blico y de menor movimiento en el pueblo, v¨ªctima asimismo del declive demogr¨¢fico y econ¨®mico de la Monta?a leonesa tras el cierre de minas y la no reindustrializaci¨®n. EL PA?S ha contactado con el empresario, pero este, tras alegar primero ¡°una reuni¨®n¡± para no responder al tel¨¦fono, no ha contestado ni a llamadas ni a mensajes de WhatsApp posteriores.
El regidor admite la p¨¦rdida de clientela, pero celebra haber ¡°reducido incidentes¡±. ¡°En los tres a?os ¨²ltimos del Ayuntamiento al mando, las incidencias debido al tipo de p¨²blico se hab¨ªan disparado, con m¨¢s de 15 intervenciones de la Guardia Civil por verano. Se ha corregido al eliminar al p¨²blico problem¨¢tico, por decirlo de manera fina, y estamos contentos¡±, afirma Villa, quien evita mencionar etnias concretas. S¨ª admite que ¡°pueden pagar justos por pecadores¡±, si bien se mejora ¡°la imagen¡±. ¡°Hubo mucha gente problem¨¢tica, igual no se ten¨ªa que haber utilizado la mano dura para otros clientes, pero el problema ahora no existe¡±, asegura el socialista. Su excompa?era de corporaci¨®n detalla que ven¨ªa mucha comunidad gitana asturiana, regi¨®n de donde procede buena parte del p¨²blico, y que ¡°hab¨ªa alguno conflictivo, como todas las personas en todas partes, pero no la mayor¨ªa¡±. ¡°Se ech¨® a los gitanos por ser gitanos¡±, lamenta Fern¨¢ndez, quien ha ofrecido regalar su voto al PP para desbancar al PSOE, pero los conservadores ni la a¨²pan ni aceptan su acta: ¡°No quieren gobernar¡±.
La controversia racista se entremezcla con lo puramente cotidiano. El alcalde expone que se privatiz¨® para ¡°aumentar la calidad¡±, pero all¨¢ donde se consulte se extraen comentarios mayoritariamente negativos. ¡°Siempre decimos que vamos a ir a otro camping, pero acabamos viniendo aqu¨ª¡±, sostiene V¨ªctor Ju¨¢rez, de 54 a?os, quien cruzaba desde su infancia la cordillera cada verano con sus padres buscando en Bo?ar (Le¨®n) el sol negado en Gij¨®n: ¡°Cuando era guaje hab¨ªa un ambiente del cop¨®n y ahora est¨¢ muerto¡±. Ju¨¢rez mantiene h¨¢bitos con su pareja, M¨®nica Iglesias, de 51, m¨¢s por costumbre que por el servicio. Antes ven¨ªan con su hijo, pero ahora este prefiere pasar el verano con sus colegas y a ellos les toca escaparse con su perro.
Las personas son animales de costumbres y ellos insisten con El Soto por mucho que los servicios no siempre funcionen y huelan mal, escasee el agua caliente, se haya secado el antiguo lago de las instalaciones y se hayan duplicado los precios: se ha pasado de 13 euros por noche a 25, con pagos por adelantado de hasta 500 euros, algo inaudito en otros campings similares. Seg¨²n el alcalde, ¡°las tarifas municipales eran rid¨ªculas, hay que ajustarse a los tiempos¡±.
La adjudicaci¨®n, revisada por EL PA?S, obliga, entre otros compromisos, a formar una comisi¨®n de seguimiento de reuni¨®n anual, cumplir con unos m¨ªnimos de mantenimiento y adquirir seis bungalows de 75.000 euros cada uno. Pese a ello, la comisi¨®n no se ha visto ¡ª¡±se convocar¨¢ pasado el verano¡±, seg¨²n Villa¡ª, y no se compraron los bungalows ni la inversi¨®n ha llegado ¡ª¡±se marcan unas condiciones que la empresa ha retrasado por falta de liquidez, ha pedido subvenciones que les han prorrogado, no hay ning¨²n problema y bienvenido sea ese dinero, no nos importa esperar¡ª¡±.
Una campista, que pide anonimato por llevar 26 a?os acudiendo y no querer rencillas, no ve ¡°ni punto de comparaci¨®n con c¨®mo era antes¡±. El entorno natural, las costumbres y la sombra de la arboleda impiden que se marche como tantos veteranos campistas, hartos. ¡°Bo?ar est¨¢ muerto, antes estaba todo lleno, todas las terrazas hasta arriba¡±, lamenta la tambi¨¦n asturiana. Aide Mart¨ªnez, de 30 a?os, quien regenta un bar diurno que anta?o era un garito nocturno, pero perdi¨® el negocio ante la falta de ambiente: ¡°Los campistas nos dicen que es una pena, la gente se va marchando¡±. M¨²ltiples vecinos consultados reconocen ese baj¨®n de afluencia y su impacto en los negocios locales, aunque alguno cita la cuesti¨®n de la seguridad y celebra el cambio.
Los comentarios virtuales acreditan la tendencia a la baja de El Soto. ¡°Fui el a?u pas¨¢u¡ Aquello met¨ªa p¨¢nico al miedo. Cero control de las parcelas, ba?os suc¨ªsimos, un lago lleno de mierda en mitad del camping¡±, reniega una usuaria en X. Otros escriben en las rese?as de Google, faro para muchos internautas en dudas, sobre una ¡°gesti¨®n desastrosa¡±, ¡°servicios desastrosos¡± o ¡°robo a mano con subida descomunal¡±. Uno se queda a gusto: ¡°Pongo una estrella porque no puedo poner menos¡±. La desaz¨®n llega al correo electr¨®nico de contacto del Ayuntamiento con mensajes vistos por EL PA?S. Una ¡°enamorada de Bo?ar¡± firma una queja donde carga contra la nueva direcci¨®n: ¡°Es una pena que Bo?ar pierda la oportunidad de remontar un poco en verano, los campistas le damos vida. El pueblo est¨¢ enfadado y los campistas tambi¨¦n¡±. Otra usuaria reniega de una ¡°imagen que lamentablemente afecta a todo el pueblo¡± y ruega ¡°cambios¡± para seguir disfrutando del ¡°entorno paradis¨ªaco¡±. Al menos ellos pueden acceder.
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