Un campamento de migrantes desconocido e invisible en unos montes de Bizkaia
Un centenar de magreb¨ªes malvive en una zona de bosques de Berango a la espera de conseguir un permiso de estudio o de residencia
Mohamed Yassine naci¨® en Zagora (Marruecos) hace 31 a?os. En su tierra, curs¨® un grado en Inform¨¢tica y, en vista de la falta de oportunidades, se embarc¨® en una patera para intentar hacer su vida en Espa?a. Termin¨® su periplo en Berango (Bizkaia, 7.600 habitantes) y, mientras espera varios permisos, malvive en una zona de bosque de la localidad. ¡°Me tienen que aceptar para hacer la matr¨ªcula y poder estudiar algo relacionado con los ordenadores o con la automoc...
Mohamed Yassine naci¨® en Zagora (Marruecos) hace 31 a?os. En su tierra, curs¨® un grado en Inform¨¢tica y, en vista de la falta de oportunidades, se embarc¨® en una patera para intentar hacer su vida en Espa?a. Termin¨® su periplo en Berango (Bizkaia, 7.600 habitantes) y, mientras espera varios permisos, malvive en una zona de bosque de la localidad. ¡°Me tienen que aceptar para hacer la matr¨ªcula y poder estudiar algo relacionado con los ordenadores o con la automoci¨®n¡±, explica en un castellano que sigue perfeccionando mediante clases impartidas por voluntarios.
No est¨¢ solo. En el mismo espacio hay asentados hasta un centenar de migrantes, todos en la misma situaci¨®n: en listas de espera o colas de acceso a un itinerario de integraci¨®n social. Han construido peque?as instalaciones con mesas y sillas para estudiar, duermen en tiendas de campa?a y se alimentan gracias a las mermas de los supermercados. Estos j¨®venes, en su mayor¨ªa magreb¨ªes, tienen acordados turnos para limpiar el lugar o recoger agua de una fuente cercana. ¡°Solo queremos estudiar para lograr un futuro mejor. No venimos a delinquir. No vamos a robar¡±, recalca una y otra vez Yassine, quien hace de l¨ªder de este grupo por ser el mayor.
Berango vive un importante aumento poblacional en los ¨²ltimos a?os: nuevos habitantes que buscan ox¨ªgeno fuera de las grandes zonas urbanas del ¨¢rea metropolitana de Bilbao. Y, adem¨¢s, con un nivel adquisitivo elevado. Seg¨²n el Instituto Vasco de Estad¨ªstica-Eustat, la renta por persona en la localidad alcanza ya los 28.000 euros. Se est¨¢n desarrollando nuevos barrios, tanto hacia la costa como hacia el interior del municipio. En el de Santa Ana, las personas que est¨¢n comprando una vivienda en las nuevas promociones ¡ªalgunas, rozan el medio mill¨®n de euros¡ª no conocen la realidad escondida en los bosques que ver¨¢n desde sus ventanas y balcones.
El asentamiento de Yassine est¨¢ oculto entre arbustos y ¨¢rboles y pasa desapercibido para la mayor parte de la poblaci¨®n que pasea por sus sendas. EL PA?S ha visitado este campamento con la compa?¨ªa de ?lvaro Pascual, un educador social de la asociaci¨®n local que los asiste, San Nikolas Zabalik. Pascual supo acerca de su presencia durante las actividades de tiempo libre que organizan y en las que los j¨®venes participan. ¡°En conversaciones con ellos, nos contaron que viv¨ªan aqu¨ª. En vista de la situaci¨®n, ya que en el albergue municipal solo pueden pernoctar cuatro noches, hicimos una recogida de mantas y sacos de dormir para que pudieran pasar el invierno. Llevan nueve meses as¨ª¡±, indica se?alando las deficientes condiciones de habitabilidad.
Conductas xen¨®fobas
Otro de los problemas a los que se enfrenta este grupo es el estigma que sufre su colectivo. No son pocos los ciudadanos que, impulsados por mensajes de odio y populistas difundidos por redes sociales, creen que la presencia de estos magreb¨ªes ha hecho aumentar los ¨ªndices de delincuencia. No es as¨ª, tal y como remarcan la Ertzaintza y la Polic¨ªa Local en su ¨²ltimo informe. De hecho, seg¨²n los datos de las polic¨ªas vascas, las infracciones penales presenciales en Getxo, municipio mayor de 50.000 habitantes, anexo a Berango y donde hacen vida buena parte de estos migrantes, han descendido un 11% en el ¨²ltimo a?o.
¡°Entiendo que estas situaciones despierten recelo entre el vecindario, pero esa realidad es falsa. Son chicos que, en principio, vienen con ganas de trabajar, crear una familia y buscarse un futuro. Quieren formar parte de esta sociedad¡±, valora su educador social, que antes trabaj¨® con refugiados ucranianos. ¡°Si no reciben ninguna ayuda, es cuando caen en situaciones conflictivas¡±, recuerda.
Estos j¨®venes acaban de recibir una notificaci¨®n de la Polic¨ªa Municipal de Berango en la que se les informa de que est¨¢n ocupando una parcela privada del monte. Tienen que recoger sus pocas pertenencias y marcharse a otro sitio, ¡°de lo contrario, ser¨¢n investigados por un delito y citados judicialmente¡±, recoge el documento. Los j¨®venes se han comprometido a abandonar esta finca. Probablemente, la mayor¨ªa acaben a pocos metros de donde est¨¢n actualmente, monte arriba.
Yassine y otros nueve j¨®venes han tenido m¨¢s suerte. Podr¨¢n acceder a un albergue de urgencia que se ha habilitado en la parroquia Santo Domingo de Guzm¨¢n. Los ver¨¢ desde la ventana de su despacho la alcaldesa de Berango, Itziar Aginagalde (PNV), al estar el Ayuntamiento contiguo a la iglesia. ¡°Nuestro decreto actual solo atiende, lamentablemente, a personas en exclusi¨®n social. Ellos est¨¢n en riesgo de exclusi¨®n social porque se considera que tienen unas capacidades y habilidades para poder seguir adelante¡±, especifica por tel¨¦fono.
Los recursos asistenciales son ¡°muy limitados¡± en esta comarca de Bizkaia. Berango comparte servicios sociales con otros municipios cercanos. La presidenta de la mancomunidad, Guruzne Carrasson (EH Bildu), explica que la decena de trabajadores y educadores sociales con los que cuenta no dan abasto: ¡°Cada municipio aporta seg¨²n sus habitantes y, despu¨¦s, los recursos se dividen en funci¨®n de las necesidades, aunque ahora mismo no hay un reparto diferenciado para Berango¡±.
La soluci¨®n pasar¨ªa, en su opini¨®n, por unas carteras de pol¨ªticas sociales municipales capaces de distribuir la llegada de estos j¨®venes. ¡°Vamos a solicitar al Gobierno vasco que inste a que todas las comarcas pongan en marcha estos servicios para que no se concentren siempre en las mismas zonas¡±. Esto es, precisamente, lo que ha pasado en Berango: pr¨®ximo a municipios con m¨¢s m¨²sculo, pero con sus recursos ya saturados, los migrantes han acabado all¨ª. ¡°Al final, nosotros estamos muy bien comunicados con Bilbao o Getxo, con lo que estos j¨®venes recaen aqu¨ª¡±, admite Aginagalde. Una situaci¨®n similar ocurre en Barakaldo y los municipios de la margen izquierda de la r¨ªa de Bilbao, no as¨ª, en otras localidades del interior de Bizkaia con accesos m¨¢s limitados.
Ayuda del Gobierno vasco
Carrasson est¨¢ trabajando en la solicitud formal de ayuda al Gobierno vasco, pero la respuesta del Ejecutivo se ha adelantado a trav¨¦s de la Cadena SER en Euskadi. Su portavoz, Mar¨ªa Ubarretxena, anunciaba en una entrevista que enviar¨¢ personal especializado para hacer un diagn¨®stico de la situaci¨®n. ¡°Migrantes o no migrantes, se trata de personas mayores de edad sin hogar y es competencia, en este caso, de la mancomunidad¡±, se?alaba, aunque asimismo aseguraba una ¡°absoluta colaboraci¨®n¡± de su gabinete.
Las primeras reuniones con el Gobierno vasco se van a producir en los pr¨®ximos d¨ªas. ¡°Esta es una situaci¨®n que nos va a salpicar a muchos municipios y tenemos que estar a la altura. Todas las instituciones queremos ayudar. Ahora, queda ponernos manos a la obra¡±, exhorta la primera edil de Berango, que se estrena esta legislatura en el cargo.