Reparto de los inmigrantes menores: un circo que solo beneficia a la extrema derecha
PSOE y PP pod¨ªan haber negociado discretamente la distribuci¨®n geogr¨¢fica sin permitir que Vox la llevara a la conversaci¨®n p¨²blica
Los psic¨®logos explican que la verg¨¹enza es una emoci¨®n que se debe superar. Pero tambi¨¦n existe una verg¨¹enza que aparece cuando uno es consciente de que est¨¢ contemplando hechos que deshonran la dignidad humana, y entonces esa verg¨¹enza contiene un m¨ªnimo de esperanza. Esa es la verg¨¹enza que deber¨ªamos sentir frente al circo que se ha montado respecto a la acogida de los menores inmigrantes que llegan a nuestras costas. Deber¨ªamos sentir verg¨¹enza por el espect¨¢culo que se ha montado en torno a esos ni?os y adolescentes. Espa?a tiene recursos, capacidad, y usos democr¨¢ticos suficientes como para haber resuelto la situaci¨®n de manera discreta y razonable. Si no se ha hecho as¨ª es porque la extrema derecha consigue imponer su discurso y los partidos tradicionales, o bien no son capaces de esquivar ese escenario, o bien creen que tambi¨¦n pueden sacar provecho pol¨ªtico del circo. En realidad, el ¨²nico provecho es para la extrema derecha que consigue normalizar un discurso que no deber¨¢ formar parte de la conversaci¨®n p¨²blica.
Es verdad que una isla como Fuerteventura, con 120.000 habitantes, o El Hierro, con 11.000, no tienen instalaciones ni medios razonables para acoger la llegada, en un periodo de tiempo demasiado corto, de varios miles de menores, procedentes en su mayor¨ªa de Marruecos y, en menor medida, de otros pa¨ªses africanos. Pero Espa?a tiene 48 millones de habitantes, y en una lista de 200 pa¨ªses de la OCDE ocupa el n¨²mero 15 por PIB. Somos el quinto pa¨ªs de Europa en riqueza. Espa?a tiene 62 ciudades con m¨¢s de 100.000 habitantes, as¨ª que repartir 3.000 (que es lo que pide Canarias) supondr¨ªa aceptar 48 menores en cada una de ellas. Todo el circo montado sobre d¨®nde acogerles de manera eficiente y humanitaria s¨®lo tiene una explicaci¨®n: se est¨¢ utilizando como arma en un enfrentamiento pol¨ªtico asqueroso y deshonesto, basado en mentiras con objetivos bastardos.
Espa?a acogi¨® en pocos meses a m¨¢s de 200.000 refugiados ucranios, como debe hacerse, sin pol¨¦mica, aprovechamiento sectario ni esc¨¢ndalo. Obviamente, fueron repartidos por diferentes puntos del pa¨ªs. Con discreci¨®n y eficacia. ?Por qu¨¦ 3.000 menores obligan a m¨²ltiples reuniones p¨²blicas y broncas variadas en radios, televisiones y redes? Porque as¨ª lo quiere Vox y porque el PP y el PSOE (que gobiernan en pr¨¢cticamente todas las comunidades aut¨®nomas) no han sido capaces de reunirse y solucionar el tema con sensatez y tacto. Como muy bien ha explicado el portavoz de la extrema derecha, Jorge Buxad¨¦, ¡°la inmigraci¨®n es un asunto esencial¡± (para Vox), pero nunca lo fue para el Partido Popular, autor, cuando estaba en el Gobierno, de dos regularizaciones de inmigrantes sin papeles, y de un programa pol¨ªtico sin trazas de racismo ni xenofobia. Intentar asimilar al PP y Vox en el tema de la inmigraci¨®n es una de las peores ideas que se le puede ocurrir a la izquierda. Todos los esfuerzos deber¨ªan ir en direcci¨®n contraria, encontrar la manera de apoyar al sector del Partido Popular que quiere dejar ese tema fuera del debate p¨²blico. Alberto N¨²?ez Feij¨®o asegur¨® esta semana que las comunidades gobernadas por el PP (11, con m¨¢s de 30 millones de habitantes) aceptar¨¢n el reparto de 400 menores como si fuera una heroicidad, cuando la l¨ªnea normal que ha seguido el PP durante muchos a?os le hubiera llevado a aceptar 2.000. Y si sinceramente quiere evitar que este circo se reproduzca en el futuro, deber¨ªa ser el primer interesado en reformar la ley para hacer esos repartos obligatorios y autom¨¢ticos.
Los ciudadanos deber¨ªan estar mucho m¨¢s atentos a las condiciones en que se acoge a esos menores que a su reparto geogr¨¢fico. Es imprescindible poner toda la atenci¨®n en la vigilancia de los centros de acogida, gestionados muchas veces por empresas u organizaciones que firman contratos muy razonables y que reciben de 2.000 a 3.000 euros por menor y mes, pero que no cumplen ninguna de las condiciones pactadas. Bastar¨ªa con que las comisar¨ªas m¨¢s cercanas se encargaran de elaborar un informe trimestral para conseguir poner fin a ese verdadero esc¨¢ndalo de maltrato y falta de inter¨¦s.
Espa?a es uno de los pocos pa¨ªses donde no se organiza y alienta otra forma de acogida de menores que es la familiar, m¨¢s frecuente en Estados Unidos y Europa. Es un sistema que exige tambi¨¦n una red de control, pero la mayor¨ªa de los especialistas asegura que ofrece resultados de integraci¨®n mucho m¨¢s interesantes.
Si nada de eso es posible, s¨®lo nos quedar¨¢ confiar en que la selecci¨®n nacional de futbol gane la Eurocopa y el Mundial de 2026.
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