Nora S¨¢ndigo, la ¡®gran madre¡¯ de los ni?os inmigrantes en Estados Unidos
A trav¨¦s de dos fundaciones propias, esta nicarag¨¹ense apoya a cientos de familias en riesgo de deportaci¨®n. A lo largo de los a?os, se ha convertido en la guardiana legal de m¨¢s de 1.900 menores
Ha habido momentos en los que Nora S¨¢ndigo (Nicaragua, 59 a?os) ha llegado a ser la guardiana legal de m¨¢s de 1.900 ni?os. Ahora son 409, pues con el tiempo han ido haci¨¦ndose mayores de edad. Aunque solo tiene dos hijas biol¨®gicas, es f¨¢cil entender por qu¨¦ se la conoce como ¡°la gran madre¡±.
Desde hace ya quince a?os, cuando una familia de migrantes indocumentados es o puede ser deportada, S¨¢ndigo inicia los pasos legales para representar a los hijos que quedan y evitar as¨ª que pasen a ser custodiados por los centros p¨²blicos de acogida de Estados Unidos. Es ella la que se encarga de cubrir sus necesidades b¨¢sicas, tomar decisiones m¨¦dicas y darles apoyo emocional. Lo hace sin recibir ninguna ayuda estatal o federal, vali¨¦ndose ¨²nicamente de su propio dinero, donaciones y la colaboraci¨®n de una red de voluntarios, donde actualmente hay 10 que participan activamente. S¨¢ndigo dice que la fuerza de la comunidad ha sido fundamental y que ha podido salir adelante gracias a la ayuda de los vecinos, los estudiantes y los comercios locales.
Su motivaci¨®n es clara. Ella sabe bien qu¨¦ siente un menor de edad creciendo solo, cu¨¢les son sus principales carencias. Lo experiment¨® en carne propia. Sus padres la enviaron a Venezuela con 15 a?os, para huir de la guerra civil nicarag¨¹ense y eso conllev¨® un coste emocional muy caro: nunca volvi¨® a ver a su padre. A los 18 consigui¨® asilo pol¨ªtico para vivir en Estados Unidos, donde reside desde 1988. Cuenta que, en su caso, la principal p¨¦rdida fue afectiva, no tanto econ¨®mica. Vivi¨® crisis emocionales que, seg¨²n cuenta por tel¨¦fono, son las mismas que atraviesan los ni?os de familias en riesgo de ser deportadas, que sufren de ansiedad y depresi¨®n. ¡°Los ni?os me abrazan y no me quieren soltar. Hay ni?os muy peque?os que me preguntan, ?me vas a cuidar si a mi mam¨¢ la deportan? ?Me vas a querer?¡±.
La historia de S¨¢ndigo es la de una mujer determinada, luchadora y entregada a los dem¨¢s. Nada m¨¢s llegar a Miami, empez¨® su andadura profesional trabajando para una ONG, Church World Services, que contaba con el respaldo de Naciones Unidas y se dedicaba a proteger a los inmigrantes. Cuenta que empez¨® a tener cierto protagonismo al ser latina y hablar espa?ol y que, a ra¨ªz de eso, mucha gente empez¨® a buscarla y pedirle ayuda. Sentirse ¨²til la motiv¨® para fundar a los 20 a?os su propia organizaci¨®n, American Fraternity Community Services. A d¨ªa de hoy, ¡°la fraternidad nicarag¨¹ense¡±, como muchos la llamaban, sigue activa y pone en contacto a inmigrantes con abogados y escribe documentos legales para el Congreso.
Desde esta organizaci¨®n, por ejemplo, S¨¢ndigo contribuy¨® a que se impulsaran iniciativas tan importantes como la Ley de Ajuste Nicarag¨¹ense y Alivio Centroamericano (Nacara), que facilita que algunos extranjeros se puedan quedar en Estados Unidos.
Pero S¨¢ndigo aspiraba a m¨¢s. Por la noche estudiaba y consigui¨® obtener diferentes t¨ªtulos y licencias que le permitieron abrir su propio negocio, Norita Adult Family Care, un centro para la tercera edad. Esta es su principal fuente de ingresos y de all¨ª destina mensualmente un porcentaje de sus beneficios a sus dos fundaciones de apoyo a los inmigrantes: la American Fraternity Community Services y Nora Sandigo Children Foundation, creada con el fin espec¨ªfico de atender las necesidades de los ni?os de familias que son o pueden ser deportadas.
¡°Esta organizaci¨®n se ha ido construyendo org¨¢nicamente, todo lo que he hecho ha ido saliendo del coraz¨®n. De hecho, la fundaci¨®n es mi casa, en Kendall. La oficina es mi casa. Sue?o con tener un lugar para poder acoger a los ni?os, pero de momento no dispongo de m¨¢s recursos¡±, explica S¨¢ndigo con voz templada, siempre en un tono compasivo. ¡°Todo empez¨® en 1996 cuando tuve que hacerme cargo de dos ni?os de Per¨² cuyos padres hab¨ªan sido deportados. Una situaci¨®n que volvi¨® a repetirse en 1999, cuando se quedaron a vivir conmigo dos ni?os de 9 y 11 a?os procedentes de Nicaragua¡±.
A lo largo de todos estos a?os, Nora S¨¢ndigo no ha adoptado a ning¨²n ni?o, pero s¨ª ha acogido temporalmente en su casa a m¨¢s de veinte. Cinco de ellos han vivido durante 12 a?os en su propio hogar, hasta cumplir la mayor¨ªa de edad, creciendo a su lado como si fueran sus propios hijos. ¡°Con la adopci¨®n pierden muchas veces su identidad, el nombre, los apellidos¡ Creo que por salud mental es importante que los ni?os se sigan sintiendo conectados a sus padres, que sientan que sus padres los aman y est¨¢n vinculados a ellos, aunque no sea f¨ªsicamente¡±, explica esta mujer que se ha ganado el respeto de toda la comunidad hispana. Entre otras cosas, S¨¢ndigo se encarga de acompa?arlos a la corte, llevarlos al hospital, tomar decisiones educativas o de sanidad y firmar las autorizaciones que les permitan viajar.
Nora tambi¨¦n organiza dos eventos al mes en los que regala bolsas llenas de comida, jab¨®n y otros productos b¨¢sicos a las familias indocumentadas de esos ni?os nacidos en Estados Unidos. Suelen abastecer en torno a cien familias cada vez, lo que les supone un coste que ronda de los seis a los diez mil d¨®lares mensuales. Tambi¨¦n reparten juguetes en Navidad, y con ayuda de los voluntarios organizan clases extraescolares y online para los ni?os, as¨ª como cursos de ingl¨¦s para ayudar a abrirse paso a las familias reci¨¦n llegadas.
En la edici¨®n del 2018 del prestigioso festival DOC NYC se estren¨® La gran madre, un largometraje documental dirigido por Dave LaMattina y Chad Walker, que le rinde homenaje y que sigui¨® sus pasos durante dos a?os. Aunque a Nora le agrad¨® que los ni?os tuvieran la valent¨ªa de expresarse p¨²blicamente, confiesa sentir impotencia y frustraci¨®n al ver que la situaci¨®n no ha mejorado. El documental le dio visibilidad a la fundaci¨®n, pero en todo este tiempo no la ha contactado ninguna celebridad ni pol¨ªtico para interesarse por el proyecto. Ni siquiera los locales residentes en Miami, lo que le produce cierta tristeza. El verse sin m¨¢s recursos siempre le genera incertidumbre y preocupaci¨®n, m¨¢s ahora ante la posibilidad de que Donald Trump vuelva al poder ¡°Desde ya hay conmoci¨®n en la comunidad inmigrante, hay angustia. Tenemos que estar preparados¡±.
Para aquellos que quieran contribuir a la causa: https://www.norasandigochildrenfoundation.org/
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