La gran rifa de Alvise, un tesoro de millones de datos personales por 8.000 euros al mes
El eurodiputado de Se Acab¨® La Fiesta copia a Milei y sortea su sueldo, pero sin el aval de un notario ni compromiso de confidencialidad
El pasado viernes, Alvise P¨¦rez, l¨ªder de Se Acab¨® La Fiesta (SALF), la formaci¨®n sorpresa de las pasadas elecciones europeas, en las que obtuvo 800.000 votos y tres esca?os, anunciaba a trav¨¦s de las redes sociales que se echaba atr¨¢s en la promesa de sortear su sueldo de eurodiputado. Horas despu¨¦s, se mofaba de los medios que se hab¨ªan hecho eco de su anuncio y alegaba que se trataba de un anzuelo para llamar la atenci¨®n. Dado su historial de bulos, quedaba la duda de en qu¨¦ momento dec¨ªa la verdad.
La idea de rifar el sueldo p¨²blico no es original. La puso en pr¨¢ctica el actual presidente argentino, Javier Milei, quien sorte¨® su sueldo como diputado por Buenos Aires (2,1 millones de pesos, unos 2.000 euros) entre 2021 y 2023. El ¨²ltimo sorteo lo celebr¨® en diciembre pasado y en el mismo participaron 2,8 millones de personas.
Pero aunque Alvise ha copiado a Milei ¡ªincluso el dise?o de su web, alvisecumpliendo, se inspira en la que cre¨® este ¨²ltimo para su sorteo, mipalabra.javiermilei¡ª hay diferencias notables. El mandatario argentino celebraba los sorteos ante notario y los retransmit¨ªa en directo. En cambio, el eurodiputado espa?ol ha anunciado que utilizar¨¢ un Smart Contract (contrato inteligente), un programa inform¨¢tico que genera un n¨²mero aleatorio y queda alojado en un blockchain, un registro electr¨®nico p¨²blico e inmodificable. Los expertos consultados por EL PA?S consideran que este sistema es fiable, siempre que se garantice que cada n¨²mero corresponde a una persona real y que una misma persona no pueda tener acceso a m¨²ltiples n¨²meros.
La fe que Alvise reclama a sus seguidores en la limpieza de este procedimiento, cuya comprensi¨®n no est¨¢ al alcance de todo el mundo, contrasta con la desconfianza que alimenta hacia el sistema electoral espa?ol, basado en un recuento manual y presencial. El ya eurodiputado denunci¨® un supuesto fraude en las pasadas elecciones europeas a partir de la posible manipulaci¨®n del ¡°algoritmo de lente de los ipad de Indra¡±. En realidad, dicha compa?¨ªa se limitaba transmitir los resultados provisionales, mientras que el escrutinio de las papeletas lo realizaron los miembros de las mesas electorales elegidos por sorteo entre los ciudadanos, con presencia de interventores y apoderados de las distintas candidaturas.
Expertos en marketing consideran, sin embargo, que las sospechas de fraude en el sorteo de Alvise tampoco tienen sentido, pues la rentabilidad de la operaci¨®n est¨¢ en otra parte: la obtenci¨®n de un banco de millones de datos personales a un precio muy barato, los 8.088,03 euros de su sueldo mensual neto como eurodiputado. Quienes quieran concursar en la rifa (m¨¢s de 170.000 personas hasta este jueves, seg¨²n su p¨¢gina web) deben aportar (seg¨²n la ¨²ltima versi¨®n, pues los requisitos han ido cambiando) su nombre y apellidos, DNI, n¨²mero de tel¨¦fono, correo electr¨®nico, localidad de residencia e identidad de usuario en las redes sociales X, Tik Tok e Instagram; adem¨¢s de seguir a la cuenta de Alvise en esta ¨²ltima y suscribirse a su canal de Telegram.
La inscripci¨®n implica otorgar al l¨ªder de Se Acab¨® La Fiesta el derecho a procesar estos datos personales ¡°para uno o varios fines espec¨ªficos¡±, que no detalla; y tambi¨¦n la posibilidad de difundir dicha informaci¨®n. Estos datos se podr¨¢n publicar en las redes sociales de Alvise y ¡°quedar a disposici¨®n p¨²blica de otros terceros usuarios¡±, advierte. El objetivo, seg¨²n las bases del concurso, es que el eurodiputado pueda llamar al ganador y se publique la conversaci¨®n entre ambos, ¡°para demostrar la transparencia y legitimidad del sorteo¡±.
Este exposici¨®n p¨²blica de datos de car¨¢cter personal contrasta con las reglas del sorteo de Milei, quien se compromet¨ªa a mantener la confidencialidad sobre la identidad de los participantes y los ganadores --ya que la presencia de un notario garantizaba por s¨ª misma la limpieza del proceso-- y tambi¨¦n a destruir todo esta informaci¨®n en cuanto dejara el cargo.
Adem¨¢s, Alvise, responsable legal del tratamiento de los datos personales, tendr¨¢ la potestad de publicar en el propio perfil de los participantes en su sorteo ¡°toda aquella informaci¨®n ya publicada en la red social del responsable, as¨ª como los ganadores¡± del mismo. Es decir, el l¨ªder de SALF podr¨¢ realizar publicaciones en los perfiles de los participantes en su rifa, de forma que quienes sigan a estos usuarios se encontrar¨¢n con sus mensajes aunque no lo sigan a ¨¦l, multiplicando exponencialmente su difusi¨®n. Los expertos se?alan que, pese a esta autorizaci¨®n, la potestad concedida para publicar contenidos en cuentas privadas ajenas a ¨¦l depender¨¢ de las normas por las que se rija cada red social. Finalmente, advierten, Alvise ¡°se reserva el derecho de modificar los t¨¦rminos y condiciones [del sorteo] de forma retroactiva¡±.
Las fuentes consultadas coinciden en que disponer de un registro de millones de datos personales, con la posibilidad de dirigir mensajes personalizados a cada uno de sus seguidores, constituye un tesoro para cualquier campa?a de marketing, tanto comercial como pol¨ªtico, cuya coste es muy superior al sueldo al que renuncia el eurodiputado. En realidad, este no renuncia a todos sus ingresos del Parlamento Europeo ya que, adem¨¢s de la retribuci¨®n (10.377,43 euros brutos mensuales), percibe 300 euros de dieta por asistencia a cada pleno, 27.000 al mes para asistentes, unos 60.000 anuales para promocionar su tarea y 4.100 de gastos de oficina, que no se pueden sortear por ser partidas finalistas. S¨ª podr¨ªan rifar su sueldo los otros dos eurodiputados que sac¨® SALF en las elecciones, pero han decidido no hacerlo.
La operativa de Alvise se mueve en las rendijas de la legalidad. La Ley de Regulaci¨®n del Juego proh¨ªbe a los cargos electivos organizar sorteos o loter¨ªas, pero la propia norma limita su ¨¢mbito de aplicaci¨®n a aquellas actividades en las que ¡°se arriesgan cantidades de dinero u objetos econ¨®micamente evaluables¡±. En este caso, existe una contraprestaci¨®n inmaterial por parte de los concursantes: sus datos personales.
Profesionales de la publicidad se?alan que se trata de una pr¨¢ctica consolidada en las campa?as comerciales, pero in¨¦dita hasta ahora en el mundo de la pol¨ªtica. Con el se?uelo de los 8.000 euros, el l¨ªder de SALF se hace con una bolsa de potenciales votantes (se exige ser mayor de 18 a?os) a los que puede someter a un bombardeo diario de mensajes y falsas noticias para engrosar y extender su ¡°comunidad¡±, como denomina a los casi 700.000 seguidores que tiene en Instagram. Adem¨¢s, Alvise ha reaparecido en la red social X, de la que ha sido expulsado varias veces por publicar o amenazar con difundir datos personales sin permiso de los afectados. Su retorno ha precedido al del propio expresidente Donald Trump de la mano de su amigo y propietario de la antigua Twitter, el magnate Elon Musk.
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