Las negociaciones sobre Gibraltar se reanudan sin se?al de posibles avances

La cantidad de buenas palabras en cualquier declaraci¨®n pol¨ªtica es inversamente proporcional al avance en las negociaciones. El ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores, David Lammy, ha recibido este lunes en Londres a su hom¨®logo espa?ol, Jos¨¦ Manuel Albares. El primero ha anunciado su deseo de alcanzar pronto una mayor ¡°prosperidad y seguridad para el pueblo de Gibraltar¡± con la consecuci¨®n de un nuevo tratado con la UE para fijar el estatuto de este territorio en la era post Brexit. El ministro espa?ol, por su parte, anunciaba su intenci¨®n de ¡°asegurar que se cree la prosperidad com¨²n entre Gibraltar y los 300.000 andaluces conectados cada d¨ªa en sus vidas normales¡± con el Pe?¨®n.

Pero lo cierto es que ni Lammy ni Albares iban a negociar nada en su encuentro bilateral sobre un asunto que permanece encallado y cuyo ¨¢mbito de discusi¨®n corresponde ya a la UE. La reuni¨®n de Londres solo ha servido para dar a conocer la reanudaci¨®n el pr¨®ximo jueves de las conversaciones a cuatro en Bruselas, bajo los auspicios del vicepresidente ejecutivo de la Comisi¨®n Europea, Maro? ?ef?ovi?, ¡°a nivel ministerial¡±. Es decir, como ya ocurri¨® en la ¨²ltima etapa del anterior Gobierno conservador del Reino Unido, que envi¨® a Bruselas al ministro de Exteriores, David Cameron, a reunirse con Jos¨¦ Manuel Albares, David Lammy tambi¨¦n acudir¨¢ a la capital comunitaria. Igual que lo har¨¢ el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo.

Lammy y Albares han indicado que su encuentro iba a centrarse en cuestiones de seguridad en Europa, como la guerra en Ucrania y asuntos urgentes como la energ¨ªa o el cambio clim¨¢tico. El nuevo Gobierno laborista ha hecho bandera de su deseo de reiniciar una nueva etapa en las relaciones con la UE, despu¨¦s de los a?os de tensi¨®n y rivalidad por causa del Brexit.

Algunas se?ales sobre el asunto de Gibraltar, sin embargo, sugieren que las negociaciones permanecen encalladas, y que Lammy no tiene intenci¨®n de impulsar cualquier iniciativa que pueda desviarse de la voluntad o los prop¨®sitos perseguidos por el Gobierno de Gibraltar en estas negociaciones. En la reuni¨®n del jueves, el ministro brit¨¢nico de Asuntos Exteriores dejar¨¢ claro el compromiso inquebrantable del nuevo Gobierno laborista con el ¡°doble candado¡±, seg¨²n han indicado fuentes brit¨¢nicas. Es decir, el Ejecutivo del Reino Unido ¡°nunca llegar¨¢ a acuerdos por los cuales el pueblo de Gibraltar pasase a estar bajo la soberan¨ªa de otro Estado en contra de sus deseos libre y democr¨¢ticamente expresados¡±, indican esas mismas fuentes, que a?aden que nunca se entrar¨¢ en un proceso de negociaciones de soberan¨ªa con el que el Pe?¨®n no est¨¦ de acuerdo.

Desde el lado gibraltare?o todav¨ªa se conf¨ªa en que pueda cerrarse un nuevo tratado, antes de que a partir del 10 de noviembre entre en vigor el refuerzo del sistema de control de fronteras del Espacio Schengen. Por primera vez se aplicar¨¢ en la Verja, como corresponde al territorio de un Estado tercero, dejando de estar el Pe?¨®n en el limbo legal en que se encontraba desde que se consum¨® la retirada del Reino Unido de la UE.

¡°A¨²n quedan cuestiones t¨¦cnicas que resolver, pero sigo siendo optimista en cuanto a la posibilidad de alcanzar un acuerdo seguro que sea beneficioso para todos y que traiga una prosperidad renovada y mejorada a toda la regi¨®n¡±, ha dicho Picardo.

Sin embargo, la percepci¨®n de los que conocen bien las negociaciones de los ¨²ltimos meses se?ala un estancamiento innecesario, incluso alg¨²n paso atr¨¢s, en los asuntos clave.

Las conversaciones quedaron paralizadas tras la convocatoria de elecciones en el Reino Unido el 4 de julio, de las que surgi¨® un nuevo Gobierno laborista.

El punto m¨¢s espinoso de la negociaci¨®n es la exigencia de Madrid de que los que agentes espa?oles que vayan a realizar el control de los pasajeros que llegan a Gibraltar puedan ir armados y de uniforme, as¨ª como circular libremente por todo el per¨ªmetro fronterizo. La parte brit¨¢nica rechaza que vayan armados, alegando que por tradici¨®n sus polic¨ªas no portan armas, mientras que el ministro principal de la Roca, Fabian Picardo, no quiere o¨ªr hablar de la posibilidad de que se vean uniformes espa?oles en el interior de la colonia brit¨¢nica. ¡°No habr¨¢ botas espa?olas sobre el terreno¡±, ha zanjado. Por su parte, Espa?a alega que no se puede dise?ar un protocolo espec¨ªfico para Gibraltar y que si los gibraltare?os quieren incorporarse al espacio europeo sin fronteras deben aceptar los procedimientos de Schengen.