Se abre el tel¨®n: as¨ª lastra la teatralizaci¨®n de la pol¨ªtica el debate parlamentario
Los plenos se llenan de acotaciones, insultos y asuntos ajenos al orden del d¨ªa. La llamada democracia de audiencias hace primar los golpes de efecto sobre las ideas
¡ª Se?or S¨¢nchez, ha hablado usted de la dignidad de los migrantes. Le pido expresamente que retire la ley que deja sin efecto m¨¢s de 300 a?os de prisi¨®n a los condenados por terrorismo de ETA.
As¨ª arranc¨® Alberto N¨²?ez Feij¨®o el pasado mi¨¦rcoles su intervenci¨®n en el pleno de ¡°comparecencia urgente¡± que su partido, el PP, hab¨ªa reclamado para que el presidente del Gobierno informara al Congreso ¡°de las actuaciones re...
¡ª Se?or S¨¢nchez, ha hablado usted de la dignidad de los migrantes. Le pido expresamente que retire la ley que deja sin efecto m¨¢s de 300 a?os de prisi¨®n a los condenados por terrorismo de ETA.
As¨ª arranc¨® Alberto N¨²?ez Feij¨®o el pasado mi¨¦rcoles su intervenci¨®n en el pleno de ¡°comparecencia urgente¡± que su partido, el PP, hab¨ªa reclamado para que el presidente del Gobierno informara al Congreso ¡°de las actuaciones realizadas hasta el momento para afrontar la emergencia migratoria que vive Espa?a¡± y explicara ¡°los ajustes que va a realizar para cumplir con las recomendaciones de la Comisi¨®n Europea y someter a votaci¨®n el plan de equilibrio fiscal¡±. El l¨ªder del PP dedic¨® a los migrantes cuatro minutos (de 17) en su primera intervenci¨®n y 18 segundos en la segunda (de 7 minutos). El resto fue ETA, Carles Puigdemont y la investigaci¨®n judicial a la esposa de S¨¢nchez, Bego?a G¨®mez. Ninguno de los titulares de sus alocuciones en la C¨¢mara recogidos en la nota que el partido envi¨® posteriormente a los medios hac¨ªa menci¨®n alguna a la inmigraci¨®n.
Durante el debate salieron multitud de temas: la vivienda, el 23-F... , como recrimin¨® posteriormente Cristina Valido, de Coalici¨®n Canaria, a sus se?or¨ªas: ¡°Han utilizado esta comparecencia para insultarse una vez m¨¢s. En alg¨²n momento he tenido la sensaci¨®n que ten¨ªa en la universidad cuando abr¨ªan la puerta, escuchaba al profesor y pensaba: ¡®Me he equivocado de clase¡¯. Cre¨ª que hoy ¨ªbamos a hablar de inmigraci¨®n¡±.
Algo similar hab¨ªa ocurrido el d¨ªa anterior. Cuando se debat¨ªa en el Congreso la toma en consideraci¨®n de la modificaci¨®n de la ley del derecho de asociaci¨®n para eliminar las que hacen apolog¨ªa del franquismo, el diputado popular Jaime de Olano empez¨® su intervenci¨®n diciendo: ¡°Hay caso Bego?a G¨®mez. Hay caso de corrupci¨®n del matrimonio S¨¢nchez-G¨®mez. Hay caso de corrupci¨®n en La Moncloa¡±. ¡°Sus compa?eros asesinados se estar¨¢n revolviendo en las tumbas. ?En qu¨¦ clase de estercolero moral ha convertido S¨¢nchez al PSOE?¡±, a?adi¨®. El nuevo foco de la bronca pol¨ªtica, la reforma legal que, en l¨ªnea con una directriz europea, convalida a los presos de ETA las penas cumplidas en otro pa¨ªs ¡ªfavoreciendo que algunos de ellos salgan de prisi¨®n antes de lo previsto¡ª tampoco fue suficientemente explicada en las Cortes por los partidos que la impulsaron, los que integran el Gobierno.
El art¨ªculo 102 del Reglamento del Congreso, incluido en el cap¨ªtulo octavo, ¡°de la disciplina parlamentaria¡±, dice: ¡°Los oradores ser¨¢n llamados a la cuesti¨®n siempre que estuvieren fuera de ella, ya por digresiones extra?as al punto de que se trata, ya por volver sobre lo que estuviere discutido o votado¡±. El 103 reza: ¡°Los diputados ser¨¢n llamados al orden cuando profirieren palabras o vertieren conceptos ofensivos al decoro de la C¨¢mara o a sus miembros (...) cuando en sus discursos faltaren a lo establecido para la buena marcha de las deliberaciones; cuando con interrupciones o de cualquier otra forma alteraren el orden de las sesiones¡±. Olano llam¨® ¡°sinverg¨¹enza¡± al diputado Santos Cerd¨¢n, y Tellado, portavoz parlamentario del PP, ¡°mafia¡± a la presidencia del Congreso por recordar en varios momentos del debate esos art¨ªculos del reglamento, incumplidos en cada sesi¨®n del Congreso.
Monge: ¡°Antes, cuando la c¨¢mara de televisi¨®n se apagaba, el tono bajaba. El problema es que ahora la c¨¢mara no se apaga nunca porque siempre hay un m¨®vil encendido¡±
Minuto a minuto, semana a semana, las descalificaciones y deliberados desv¨ªos del orden del d¨ªa hurtan horas de debate parlamentario sobre los problemas del pa¨ªs, mientras hay diputados que no saben lo que firman, como se ha visto esta semana al asegurar el PP y Vox que hab¨ªan apoyado por error la reforma que afecta a los presos de ETA; o en la mesa del Senado, en la que los socialistas apoyaron ¡ªdicen que tambi¨¦n enga?ados¡ª la celebraci¨®n en la C¨¢mara de una cumbre de la extrema derecha internacional contra el aborto.
Ana Rivero ha escuchado cientos de plenos como taqu¨ªgrafa en el Congreso durante 50 a?os. Asegura que, con el tiempo, el hemiciclo se ha ido convirtiendo en un gran escenario y los plenos, en una funci¨®n. ¡°Para hacer una tesis sobre la aparici¨®n de la mujer en el Parlamento¡±, explica, ¡°le¨ª much¨ªsimos diarios de sesiones de la ¨¦poca de la Rep¨²blica. Apenas hab¨ªa acotaciones: ¡°murmullos¡±, ¡°risas¡±... Cuando llegu¨¦ a la C¨¢mara, en 1975, tampoco pon¨ªamos muchas, porque los debates eran m¨¢s tranquilos, no tan esc¨¦nicos y con tantas interferencias como ahora. Pero en los ¨²ltimos 15 a?os las acotaciones han crecido exponencialmente. De hecho, hicimos un archivo con ellas porque hay much¨ªsimas y porque son esenciales para que alguien entienda dentro de 100 a?os qu¨¦ ocurri¨® en las Cortes y en qu¨¦ clima. Por ejemplo, hay que explicar que, el pasado mi¨¦rcoles, el portavoz del PP exhibi¨® una foto grande, a color, con socialistas que hab¨ªa matado ETA¡±.
Probablemente fue esa teatralidad la que provoc¨® que Miguel Tellado dejara una imagen dif¨ªcil de olvidar en el archivo visual de las Cortes: la de dos diputados del principal partido de la oposici¨®n, ¨¦l mismo y su compa?era de esca?o Macarena Montesinos, ri¨¦ndose a la vez que agitaban en el aire las fotograf¨ªas de asesinados por la banda terrorista mientras interven¨ªa en el hemiciclo el ministro de Transformaci¨®n Digital, ?scar L¨®pez.
La patolog¨ªa tiene un nombre: democracia de audiencias. El t¨¦rmino fue acu?ado por el fil¨®sofo Bernard Manin en los noventa para describir c¨®mo la pol¨ªtica era sustituida por comunicaci¨®n pol¨ªtica, el partido por el l¨ªder y los espacios de debate para contrastar propuestas por medios donde colocar un mensaje. ¡°El Congreso¡±, dice la polit¨®loga y soci¨®loga Cristina Monge, ¡±siempre tiene algo de teatro porque es la c¨¢mara de representaci¨®n. El problema es cuando se equivocan de obra. En lugar de representar, por ejemplo, las diferentes visiones sobre c¨®mo gestionar la inmigraci¨®n, se confunden de obra y aquello acaba siendo una ¨®pera bufa. Y sobreact¨²an mucho. Hace 20 a?os, los asesores que ten¨ªan los grupos parlamentarios eran juristas, economistas¡ ahora la mayor¨ªa se dedican a la comunicaci¨®n y especialmente a las redes sociales, que premian, adem¨¢s, los contenidos m¨¢s agresivos. Antes, cuando la c¨¢mara de televisi¨®n se apagaba, el tono bajaba. El problema es que ahora la c¨¢mara no se apaga nunca porque siempre hay un m¨®vil encendido¡±.
Las preguntas registradas por la oposici¨®n para las sesiones de control al Gobierno son, generalmente, muy abiertas y de Perogrullo: ¡°?En qu¨¦ pa¨ªses defiende usted la democracia?¡± (Feij¨®o, a S¨¢nchez); ¡°?Le preocupa el bienestar de los espa?oles o s¨®lo el de su Gobierno?¡± (Cuca Gamarra, secretaria general del PP, a la vicepresidenta Mar¨ªa Jes¨²s Montero); ¡°?Est¨¢ cumpliendo con sus funciones al frente del Ministerio para la Transformaci¨®n Digital?¡± (Montesinos al ministro ?scar L¨®pez)¡±. Se registran para guardar la vez, el turno de pregunta, pero el guion cambia totalmente al salir a escena. Y no solo en las preguntas, tambi¨¦n en las respuestas.
El ministro de Transportes, ?scar Puente, ha sido interpelado muchas veces en ambas C¨¢maras por los retrasos y aver¨ªas en los trenes. A menudo ha respondido achacando esos problemas a la herencia recibida de los gobiernos del PP y se?alando aver¨ªas de medios de transporte que no son de su competencia, como el metro de Madrid. El 9 de octubre, respondiendo al diputado popular Eduardo Carazo, dijo: ¡°No les preocupan los trenes. Les preocupo yo. Y no por c¨®mo gestiono los trenes, sino por c¨®mo les retrato. No les preocupa mi gesti¨®n, les preocupa mi voz¡±. Cuando, un mes antes, otro parlamentario popular, Jos¨¦ Vicente Mar¨ª, empez¨® aludiendo a los ¡°cortafuegos¡± que seg¨²n dijo hab¨ªa tratado de poner Puente ante el caso Koldo de corrupci¨®n, y pregunt¨® despu¨¦s qu¨¦ pensaba hacer para ¡°revertir el caos ferroviario¡±, el ministro replic¨®: ¡°Si hubiera relaci¨®n entre el caos ferroviario y la corrupci¨®n, durante los a?os de gobierno de Mariano Rajoy no hubiera circulado un solo tren¡±. ¡°Traer aqu¨ª a un miembro del PP balear a hablar de corrupci¨®n es un suicidio. No le voy a recordar todos los casos de corrupci¨®n del PP balear porque no tendr¨ªa tiempo. Tampoco le voy a hablar de las comidas que celebra la plana mayor de su partido en las que los condenados disfrutando del tercer grado penitenciario se levantan entre aplausos¡±.
El 29 de mayo, la diputada del PP Cayetana ?lvarez de Toledo pregunt¨® al ministro de Justicia, F¨¦lix Bola?os, ¡°qu¨¦ atributos adornan a sus aliados dentro y fuera de Espa?a¡±. Bola?os contest¨®: ¡°Yo no le tengo que preguntar cu¨¢les son los atributos que adornan a sus aliados dentro y fuera de Espa?a: son ultraderechistas¡±. ?lvarez de Toledo, a su vez, respondi¨®: ¡°?Le contaron a Zelensky que compraron la investidura borrando los delitos de un pe¨®n de Putin? Sobre Argentina, yo prefiero la motosierra al coche bomba, que fue el juguete de sus socios¡±. Y a?adi¨®: ¡°Estamos seguros de que ma?ana mismo ampliar¨¢ la ley de amnist¨ªa para incluir no solo a los presos de ETA, sino tambi¨¦n a la c¨²pula de Ham¨¢s y a la totalidad de los talibanes¡±.
¡°Hemos llegado a cotas particularmente bajas en la discusi¨®n pol¨ªtica¡±, afirma el polit¨®logo Llu¨ªs Orriols, autor de Democracia de trincheras. ¡°La semana pasada ha sido un buen ejemplo de un tipo de oposici¨®n emocional que no se basa en la rendici¨®n de cuentas y la propuesta de alternativas, sino que apela a los sentimientos para movilizar. El juego con las emociones es inherente a la pol¨ªtica desde el principio de los tiempos, pero el contexto de alta polarizaci¨®n, deshumanizaci¨®n y negaci¨®n del adversario hace que sea mucho m¨¢s f¨¢cil bajar al barro¡±.
Como en cualquier funci¨®n, hay distintos papeles. Para Monge, ¡°Miguel Tellado y su correlato en [el ministro de Transportes] ?scar Puente son los m¨¢s agresivos y medi¨¢ticos¡±. ¡°Gabriel Rufi¨¢n¡±, a?ade, ¡°juega mucho al zasca, pero con iron¨ªa. Aitor Esteban es la seriedad, la contundencia, el lenguaje llano¡ Los ministros generalmente tienen un rol m¨¢s institucional¡±. Y hay duelos que se repiten semana tras semana. ¡°Un pleno tambi¨¦n es como un partido de f¨²tbol en el que el entrenador pone a sus futbolistas a marcar a cada jugador del equipo contrario¡±, recuerda la polit¨®loga.
La oferta y la demanda
Preguntado por qu¨¦ provoca ese clima teatral en las Cortes, si la oferta o la demanda, Orriols responde: ¡°Nos fijamos mucho en la oferta, es decir, en los partidos que han decidido centrar las disputas en la activaci¨®n emocional de los electorados, pero en todo esto hay mucho tambi¨¦n de demanda, porque los votantes recuerdan mucho m¨¢s los mensajes de los debates broncos, los golpes de efecto. Ese tipo de pol¨ªtica tiene la doble ventaja de generar mayor atenci¨®n y retenerse m¨¢s tiempo en la memoria de la gente, lo que la convierte en muy tentadora. Pero a la vez genera descr¨¦dito y desafecci¨®n ciudadana¡±.
Monge cree que deber¨ªa abrirse el debate en los medios sobre el tratamiento que dan a esas intervenciones teatrales e hiperb¨®licas en las Cortes: ¡°Lo hacen porque les funciona, porque eso les garantiza un espacio¡±, recuerda la polit¨®loga, partidaria de endurecer el sistema de sanciones en el reglamento interno del Congreso. Para Orriols, la ¨²nica soluci¨®n ser¨ªa un pacto entre los partidos para evitar ese tipo de mensajes. ¡°Porque si uno practica una actividad parlamentaria propositiva y el otro no, puede desmovilizar al votante moderado o que no est¨¢ tan informado y que se vaya a quien hace campa?a en negativo. Ese es el desincentivo¡±.