El reto de reconstruir una ciudad tras la devastaci¨®n causada por eventos extremos
Desde 2008 existe una metodolog¨ªa para identificar las necesidades econ¨®micas, sociales y estructurales en las labores de recuperaci¨®n derivadas de desastres por eventos naturales
La frecuencia y magnitud de eventos extremos, como desastres por eventos naturales, incluidos fen¨®menos clim¨¢ticos intensificados por el cambio clim¨¢tico, est¨¢n en aumento. Este incremento impacta en la infraestructura, los medios de vida y el desarrollo sostenible en muchos pa¨ªses. Ejemplos recientes incluyen huracanes, terremotos e inundaciones que han devastado territorios en Jap¨®n, Turqu¨ªa, Siria, Br...
La frecuencia y magnitud de eventos extremos, como desastres por eventos naturales, incluidos fen¨®menos clim¨¢ticos intensificados por el cambio clim¨¢tico, est¨¢n en aumento. Este incremento impacta en la infraestructura, los medios de vida y el desarrollo sostenible en muchos pa¨ªses. Ejemplos recientes incluyen huracanes, terremotos e inundaciones que han devastado territorios en Jap¨®n, Turqu¨ªa, Siria, Brasil y el ¨²ltimo ejemplo, la dana en Espa?a. ?Estamos realmente preparados para enfrentar estas crisis con la efectividad y rapidez necesarias?
Los efectos de estos eventos no se limitan a la devastaci¨®n material; son crisis humanas que destruyen vidas y comunidades. Por ejemplo, los terremotos en Turqu¨ªa y Siria se cobraron 58.000 vidas y provocaron p¨¦rdidas econ¨®micas de alrededor de 50.000 millones de d¨®lares. Detr¨¢s de estas cifras est¨¢n las historias de miles de familias que ven sus hogares y medios de vida destrozados. Reconstruir no solo implica levantar estructuras, sino tambi¨¦n restaurar la dignidad y estabilidad de las comunidades afectadas. Cada desastre plantea preguntas cruciales: ?C¨®mo se calcula su impacto econ¨®mico y humano? ?Cu¨¢l ser¨¢ el costo de la reconstrucci¨®n? ?Cu¨¢nto tiempo tomar¨¢ la recuperaci¨®n de las comunidades afectadas? ?Qu¨¦ factores deben tenerse en cuenta para la recuperaci¨®n tras inundaciones, incendios forestales, danas o terremotos?
Ante estos desaf¨ªos, la Uni¨®n Europea, el Banco Mundial y las Naciones Unidas implementaron en 2008 la Evaluaci¨®n de Necesidades de Recuperaci¨®n Post-desastre (PDNA, por sus siglas en ingl¨¦s), una metodolog¨ªa estandarizada para calcular el impacto y guiar la recuperaci¨®n. Desde entonces se ha aplicado en m¨¢s de 57 pa¨ªses en casi 80 evaluaciones, proporcionando un marco riguroso para la planificaci¨®n de la recuperaci¨®n en sectores clave como salud, educaci¨®n, transporte, energ¨ªa y producci¨®n agr¨ªcola. Esta herramienta es crucial para identificar las necesidades inmediatas y los recursos necesarios para restaurar servicios esenciales.
Los sectores afectados se agrupan en tres categor¨ªas: social, infraestructura y medios productivos. El Sector Social incluye salud, educaci¨®n y vivienda, y se analizan tanto los da?os f¨ªsicos como los efectos en la calidad de vida de las familias. En 2022, El Salvador cre¨® una gu¨ªa espec¨ªfica para evaluar las necesidades de recuperaci¨®n en este ¨¢mbito, sirviendo como modelo para otros pa¨ªses.
En el Sector de Infraestructura, se eval¨²an las afectaciones en agua y saneamiento, transporte, energ¨ªa y telecomunicaciones. Estas ¨¢reas suelen ser esenciales para la reactivaci¨®n econ¨®mica y la movilidad humanitaria tras un desastre. La interrupci¨®n de servicios cr¨ªticos puede agravar la situaci¨®n al limitar la producci¨®n y restringir el acceso humanitario.
Por otro lado, el sector de Medios Productivos, que incluye agricultura, ganader¨ªa, turismo y comercio, es vital para la econom¨ªa y el bienestar de familias vulnerables. Estos sectores dependen de infraestructura que suele verse afectada, dejando a miles de personas sin sus fuentes de ingreso.
La metodolog¨ªa PDNA tambi¨¦n aborda el impacto macroecon¨®mico. Por ejemplo, el terremoto en Chile mostr¨® que, aunque las p¨¦rdidas iniciales afectaron el PIB, los esfuerzos de reconstrucci¨®n impulsaron la inversi¨®n y el crecimiento. Esta metodolog¨ªa permite evaluar el impacto en variables macroecon¨®micas como la balanza comercial, el d¨¦ficit fiscal y la inflaci¨®n, que influyen en la estabilidad del pa¨ªs.
La PDNA incorpora elementos transversales, como la gobernanza y la situaci¨®n de grupos vulnerables, aspectos clave para una recuperaci¨®n inclusiva. Un ejemplo es el terremoto en Hait¨ª en 2010, donde la debilidad institucional y la mala gesti¨®n de la ayuda empeoraron la crisis, generando descontento social y desconfianza en las instituciones.
Los desastres pueden exacerbar la pobreza y las desigualdades existentes, creando una ¡°crisis dentro de otra crisis¡±. As¨ª ocurri¨® en Puerto Rico tras el hurac¨¢n Mar¨ªa en 2017, donde las comunidades m¨¢s vulnerables sufrieron una recuperaci¨®n lenta y dolorosa.
El cambio clim¨¢tico ha creado un nuevo paradigma: los desastres ya no son eventos aislados, sino crisis recurrentes que exigen una respuesta estructurada, inclusiva y eficaz. Incorporar una metodolog¨ªa estandarizada en los planes de reconstrucci¨®n es esencial para asegurar que todos, especialmente los m¨¢s afectados, reciban la atenci¨®n y el apoyo necesarios para garantizar su resiliencia a largo plazo.
Jeannette Fern¨¢ndez es consultora internacional en Gesti¨®n del Riesgo de desastres para Naciones Unidas y el Banco Mundial.
Borja Santos Porras es vicedecano en la IE School of Politics, Economics and Global Affairs.