La tregua parlamentaria sobre la dana salta por los aires

La cat¨¢strofe meteorol¨®gica del Mediterr¨¢neo lleg¨® este mi¨¦rcoles, dos semanas despu¨¦s, al hemiciclo del Congreso para confirmar lo que se tem¨ªa: todo en Espa?a, de lo m¨¢s chusco a lo m¨¢s tr¨¢gico, puede servir de combustible para un incendio pol¨ªtico. Todav¨ªa la semana pasada, cuando se preparaba el primer pleno para que el Gobierno rindiese cuentas ante la C¨¢mara, el clima parec¨ªa m¨¢s sosegado. A la primera ocasi¨®n en que los grupos se vieron las caras en el hemiciclo, llegado el momento del debate, todo salt¨® por los aires.

PP y Vox embistieron desde el primer minuto al Ejecutivo. En el caso de los populares obviando ¡ªcuando no defendiendo¡ª la gesti¨®n del presidente valenciano, Carlos Maz¨®n. El Gobierno, que deleg¨® las explicaciones en el ministro de Pol¨ªtica Territorial, ?ngel V¨ªctor Torres, llegaba con el prop¨®sito muy evidente de no descender a la refriega. Y se atuvo a ello, m¨¢s all¨¢ de algunas insinuaciones sobre la responsabilidad de la Generalitat en la magnitud de la cat¨¢strofe. El resto de la C¨¢mara se mostr¨® condescendiente con el Ejecutivo, aunque te¨®ricos aliados como Comprom¨ªs o Podemos le exigieron que le quite el mando de la crisis a Maz¨®n.

La ausencia de Pedro S¨¢nchez, todav¨ªa en la cumbre del clima en Bak¨² (Azerbaiy¨¢n), suscit¨® cr¨ªticas de la derecha, pero tambi¨¦n de socios como ERC. Su portavoz, Gabriel Rufi¨¢n, tach¨® de ¡°verg¨¹enza¡± que no estuvieran ni el presidente ni el l¨ªder de la oposici¨®n, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, este ¨²ltimo sin otros compromisos en su agenda. Tampoco Santiago Abascal, l¨ªder de Vox, el tercer partido, aunque en este caso la noticia habr¨ªa sido su presencia, siempre escasa en el Congreso.

Feij¨®o se present¨® cargado de la munici¨®n m¨¢s gruesa, cuando ya hab¨ªa finalizado la comparecencia de Torres. Tras unos breves minutos en su esca?o, convoc¨® a los periodistas en la Sala del Escritorio de la C¨¢mara. All¨ª desenfund¨®: exigi¨® al Gobierno que retire la candidatura de la ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, a vicepresidenta de la Comisi¨®n Europea, y regres¨® a su versi¨®n de que la Generalitat no act¨²o antes porque los organismos dependientes de la Administraci¨®n central no la avisaron.

La cronolog¨ªa de esos avisos la hab¨ªa expuesto antes el ministro ante el pleno, desde la alerta roja difundida por la Aemet a las 7,31 horas del d¨ªa 29 hasta los sucesivos mensajes de la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica del J¨²car sobre los incrementos de caudales. Feij¨®o no estaba entonces para escucharlo. La consigna del Gobierno se resum¨ªa en palabras como ¡°prudencia¡±, ¡°precauci¨®n¡± o ¡°serenidad¡± que repitieron Torres o m¨¢s tarde, en la sesi¨®n de control celebrada tras la comparecencia monotem¨¢tica sobre la dana, la vicepresidenta primera, Mar¨ªa Jes¨²s Montero.

De la intervenci¨®n del ministro se deduc¨ªa con claridad que el Gabinete de Maz¨®n ignor¨® las alertas, pero ¨¦l se cuid¨® mucho de mencionarlo expresamente. Al contrario, proclam¨® que la cat¨¢strofe ¡°no se puede convertir en un instrumento partidario¡±. Y aunque dijo comprender ¡°la rabia y la indignaci¨®n¡± de los damnificados, inst¨® a ¡°no alentar la crispaci¨®n ni la violencia contra los poderes p¨²blicos¡±. Hizo un prolijo repaso de los medios desplegados, empezando por los casi 8.500 militares, lo que aprovech¨® ¡ªcomo m¨¢s tarde varios oradores de la izquierda¡ª para combatir el lema de ¡°solo el pueblo salva al pueblo¡± puesto en circulaci¨®n por grupos ultras. ¡°Cuando pierdes todo, solo te queda el Estado¡±, opuso Torres. Lo que no se escuch¨® de su boca fue el menor reconocimiento de alg¨²n fallo.

Tampoco lo hizo el PP, que sacrific¨® a sus caras m¨¢s conocidas para poner en escena a un diputado de la Comunidad Valenciana. El elegido, el alicantino C¨¦sar S¨¢nchez, se present¨® con un memorial de descalificaciones. El ¨²nico culpable, sostuvo, es el Gobierno, que no inform¨® a la Generalitat, ¡°dimiti¨® de sus responsabilidades y abandon¨® a los valencianos¡±. Para Maz¨®n, solo elogios: ¡°Un pol¨ªtico que da la cara, no como S¨¢nchez, que huy¨® de la gente en Paiporta¡±.

Tanto C¨¦sar S¨¢nchez como sus compa?eros del PP que intervinieron luego en la sesi¨®n de control insistieron en repetir una frase que, seg¨²n ellos, ¡°perseguir¨¢¡± al presidente del Gobierno. Los populares han puesto en circulaci¨®n varias versiones tergiversadas de lo que afirm¨® el l¨ªder socialista. Primero divulgaron que hab¨ªa dicho ¡°si quieren m¨¢s ayuda, que la pidan¡±; ahora han corregido a ¡±si quieren m¨¢s recursos, que los pidan¡±. Esta ¨²ltima versi¨®n, sin ser exacta, se acerca m¨¢s al original ¡ª¡±si necesitan m¨¢s recursos...¡±¡ª y omite que S¨¢nchez lo coment¨® tras anunciar el env¨ªo de 5.000 soldados. Cada vez que un diputado del PP pronunciaba la supuesta frase, un murmullo de indignaci¨®n recorr¨ªa la bancada del PSOE. La repitieron tanto que los socialistas acabaron encaj¨¢ndola sin casi rechistar.

La preocupaci¨®n por los numerosos bulos que han circulado qued¨® patente entre los oradores de la izquierda, empezando por el propio Torres. ¡°Una cat¨¢strofe medi¨¢tica¡±, abund¨® Rufi¨¢n. ¡°Todos los youtubers fachas bajaron como si fueran a un festival de m¨²sica¡±. Mertxe Aizpurua, de EH Bildu, complet¨®: ¡°Se ha intentado generar caos y desesperaci¨®n¡±.

Los bulos no solo habitan en las redes, tambi¨¦n en el propio hemiciclo. Pepa Mill¨¢n, de Vox, coloc¨® uno de los favoritos de la extrema derecha: el inexistente ¡°derrumbe de presas¡±. Mill¨¢n se enoj¨® luego cuando el ministro la acus¨® de mentir. Y, dos minutos despu¨¦s, estaba otra vez a ello: asegur¨® que el Gobierno condicion¨® la concesi¨®n de las ayudas, que ya est¨¢n vigentes, a que le aprobasen los Presupuestos. A esto ¨²ltimo se apuntar¨ªa la popular Bel¨¦n Hoyo.

Sumar cedi¨® todo el protagonismo a la portavoz de Comprom¨ªs, ?gueda Mic¨®, que lanz¨® un dur¨ªsimo alegato contra el Gobierno de Maz¨®n, al que responsabiliz¨® directamente de las muertes. ¡°Est¨¢ de mierda hasta el cuello¡±, lleg¨® a afirmar, a la vez que reprochaba al Ejecutivo de S¨¢nchez que no retire del mando al presidente valenciano. En la misma l¨ªnea, Ione Belarra, de Podemos, atribuy¨® ¡°responsabilidad homicida¡± al Consell de la Generalitat.

El resto se afan¨® por no entrar en la guerra de acusaciones, de Junts a Coalici¨®n Canaria, UPN o el BNG, cuyo diputado, N¨¦stor Rego, ley¨® su intervenci¨®n en valenciano. Tambi¨¦n el PNV se atuvo a esa l¨ªnea conciliadora, aunque Aitor Esteban tir¨® un dardo al PP: ¡°Parece que piensan que la mejor defensa es acusar al otro y olvidar la responsabilidad propia¡±.

Terminada la comparecencia del ministro, comenz¨® la sesi¨®n de control, ya con Feij¨®o en el hemiciclo. Y repentinamente el panorama pareci¨® dar un vuelco. Los primeros interpelantes del PP, Cuca Gamarra y el siempre belicoso Miguel Tellado, exhibieron una suavidad de formas nunca vista. Hasta que acabaron ellos, Feij¨®o sali¨® del hemiciclo para comparecer ante la prensa y los truenos volvieron a resonar, en boca del propio l¨ªder. Ahora ya no basta con una crisis pol¨ªtica en Espa?a. La siguiente meta es provocarla en las instituciones europeas.