El Gobierno aplaza la votaci¨®n de la reforma fiscal con el nuevo impuesto a la banca ante la falta de mayor¨ªa
El PSOE opta por trasladar la comisi¨®n de Hacienda al pr¨®ximo lunes ante la imposibilidad de conciliar las posiciones de la derecha y los socios de izquierdas
El PSOE ha optado por el mal pol¨ªtico menor y ha decidido este jueves in extremis, a pocos minutos de que comenzara la Comisi¨®n de Hacienda en el Congreso, aplazar esa sesi¨®n hasta el pr¨®ximo lunes para intentar buscar apoyos al proyecto de ley para fijar un tipo m¨ªnimo en el impuesto de sociedades, que conten¨ªa un paquete de enmiendas para dar luz a una reforma fiscal. De este modo, el Ejecutivo esperaba extender el nuevo i...
El PSOE ha optado por el mal pol¨ªtico menor y ha decidido este jueves in extremis, a pocos minutos de que comenzara la Comisi¨®n de Hacienda en el Congreso, aplazar esa sesi¨®n hasta el pr¨®ximo lunes para intentar buscar apoyos al proyecto de ley para fijar un tipo m¨ªnimo en el impuesto de sociedades, que conten¨ªa un paquete de enmiendas para dar luz a una reforma fiscal. De este modo, el Ejecutivo esperaba extender el nuevo impuesto a la banca, endurecer la fiscalidad de las sociedades cotizadas de inversi¨®n inmobiliaria (socimi), eliminar la bonificaci¨®n del di¨¦sel que ha provocado algunos fraudes o gravar el tabaco de los vapeadores, entre otras medidas con las que planeaba elevar la recaudaci¨®n en m¨¢s de 4.500 millones. PNV y Junts presionan en una direcci¨®n y los socios de izquierdas en la contraria, con la meta de mantener ese tributo tambi¨¦n para las multinacionales energ¨¦ticas.
El Gobierno ha negociado hasta el final y a todas las bandas posibles con todos los grupos parlamentarios, pero ha constatado que no dispone de la mayor¨ªa suficiente para que sacar adelante el grueso de medidas de ese proyecto, cuya percha es la transposici¨®n de una directiva europea obligatoria para armonizar la tributaci¨®n m¨ªnima de las sociedades. Este nuevo aplazamiento vuelve a poner el foco en la evidente inestabilidad y precariedad parlamentaria del Ejecutivo, atrapado entre las exigencias de los partidos nacionalistas de la derecha y las de varios de sus socios de izquierdas, que quieren convertir en permanente el impuesto a las grandes multinacionales y energ¨¦ticas. Si el proyecto no se aprueba podr¨ªa conllevar sanciones de Bruselas, que tiene abierto un expediente a Espa?a por no haber implantado ya el impuesto m¨ªnimo de sociedades. Y acabar¨ªa definitivamente con el actual impuesto temporal a los bancos y energ¨¦ticas.
¡°Un caramelo envenenado¡±. As¨ª fue como retrat¨® el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, la situaci¨®n enrevesada en la que se ha visto envuelto el Gobierno de coalici¨®n en los ¨²ltimos d¨ªas al intentar aprovechar la ratificaci¨®n de una normativa europea sobre la tributaci¨®n m¨ªnima del 15% para las multinacionales que operan en los pa¨ªses de la UE para incluir en ese proyecto algunas reformas fiscales del gusto o inter¨¦s de sus diversos socios. En ese proceso el PSOE y el Ministerio de Hacienda que dirige la vicepresidenta Mar¨ªa Jes¨²s Montero se han tropezado con la realidad de que muchas de las enmiendas pactadas y cerradas en un primer momento con el PNV y Junts, reacios a incrementar la tributaci¨®n de las grandes el¨¦ctricas y energ¨¦ticas, eran totalmente contraproducentes con las que luego quisieron introducir Sumar, Podemos, ERC, EH Bildu o el BNG.
Ese puzle de la llamada geometr¨ªa variable parlamentaria que preside esta compleja XV legislatura desde su inicio es el que sigue sin cuadrar, pero ahora en uno de esos asuntos nucleares que toca la pol¨ªtica fiscal, unos ingresos que se llegan a calcular en Sumar en unos 8.000 millones al a?o y con presiones muy relevantes y diferentes, pol¨ªticas y econ¨®micas. Los socios de izquierda querr¨ªan, fundamentalmente, lograr que esos impuestos temporales que se incluyeron durante la crisis a la banca y las grandes energ¨¦ticas y el¨¦ctricas se quedaran de manera permanente, adem¨¢s de otras demandas como la eliminaci¨®n del r¨¦gimen fiscal favorable de las socimis, la implantaci¨®n del IVA del 21% para los pisos tur¨ªsticos o la subida fiscal a los bienes de lujo. Algo que rechaza tajantemente Junts y que el PNV hab¨ªa asumido a rega?adientes a cambio de un consenso que por ahora se ha demostrado imposible. Ese pacto de m¨ªnimos pareci¨® alcanzarse para perpetuar ese impuesto a la banca y a lo se?alado en la directiva europea, pero ahora incluso eso est¨¢ en el aire.
En ese escenario llevaba manej¨¢ndose el Gobierno y el PSOE varias semanas, con contactos discretos, que se desplegaron ya en p¨²blico tras anunciar el lunes de esta semana Sumar un acuerdo bilateral con los socialistas y una serie de medidas fiscales que presentaron como logros progresistas. Los dem¨¢s partidos, y en particular Junts y PNV que hab¨ªan pactado sus enmiendas en secreto hace un mes, entraron en combusti¨®n pol¨ªtica y lanzaron avisos muy claros al Ejecutivo que pueden marcar el resto de la legislatura. Junts volvi¨® a ser el menos flexible y alert¨® de que o se contemplaban sus reivindicaciones (sobre equipos m¨¦dicos a¨¦reos, clubes deportivos, pymes, cooperativas y centros especiales de trabajo por incapacidades) o tumbar¨ªa el dictamen de la ley que deb¨ªa aprobarse en la comisi¨®n de Hacienda de este viernes (ahora aplazada a la tarde del pr¨®ximo lunes) y votar¨ªa en contra tambi¨¦n si el proyecto se llevaba as¨ª al pleno de la semana que viene. ERC, siempre vigilante de todo lo que se negocia con Junts, acab¨® lanzando la misma premisa pero por reclamaciones diferentes, como el resto de la izquierda.
El asunto se enred¨® tanto que este jueves, en los pasillos de la C¨¢mara baja, se empez¨® a especular con que la salvaci¨®n a este nuevo fracaso parlamentario del Ejecutivo le llegar¨ªa al PSOE desde el PP de Alberto N¨²?ez Feij¨®o, cuando a¨²n resonaban en el hemiciclo las invectivas de esa formaci¨®n del d¨ªa anterior en el pleno sobre la dana y los duros ataques de sus representantes en Bruselas a la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera. Fue as¨ª, en ese ambiente, cuando Esteban emiti¨® el mensaje del ¡°caramelo envenenado¡± y a?adi¨® sus recurrentes lamentos a la forma de negociar tan improvisada y ¡°cortoplacista¡± de este Gobierno.
Desde la izquierda, la diputada, portavoz y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, fue m¨¢s clara y le espet¨® al Ejecutivo, por un lado, que se estaba equivocando con esa decisi¨®n porque entiende que ¡°no es el momento de quitar el impuesto a las energ¨¦ticas¡± cuando m¨¢s se necesita y con lo que han ganado este a?o, pero tambi¨¦n, pol¨ªticamente, agreg¨® que sus cuatro votos son y van a ser de cara a los Presupuestos Generales del Estado tan necesarios e importantes como los siete de Junts o los cinco del PNV. Es lo que piensan, por otro lado, en ERC, EH Bildu y el BNG.
Fue en esa tesitura cuando el PP amag¨® con ofrecer su apoyo puntual a esa reforma si se limitaba solo a recoger las directrices europeas y la persecuci¨®n al fraude de los hidrocarburos (tesis que aceptaba tambi¨¦n el PNV) pero para evidenciar las debilidades del Gobierno. El PSOE, que lo sopes¨®, opto por no complicar a¨²n m¨¢s su panorama y aplazar la sesi¨®n para buscar los votos que le faltan de todos sus socios hasta el ¨²ltimo minuto. Una importante dirigente socialista lo reconoci¨® en privado: ¡°Esto se ha llevado mal desde el comienzo, ten¨ªamos que habernos limitado a traer al Congreso solo la transposici¨®n de lo que marca Bruselas y habr¨ªa salido adelante sin problemas pero se ha querido contentar a todo el mundo y ahora es mejor desconvocar que llevarnos un revolc¨®n o que estar atados a lo que pudiera o no venirle bien al PP¡±.
En el Gobierno han superado por el momento esa tentaci¨®n de recurrir al PP y esperan que de aqu¨ª al lunes alguno de sus socios ceda, algo que no se vislumbra. Si el dictamen de la ley llegara al pleno en estas condiciones, incluso con algunas enmiendas vivas, y fuera derrotado, la norma ya no tendr¨ªa tiempo para entrar en vigor antes de que acabe el a?o y Bruselas podr¨ªa imponer posibles sanciones a Espa?a.