El PSOE pacta con Junts tumbar el impuesto energ¨¦tico, pero se mantiene tres a?os el gravamen a la banca

El PSOE, PNV y Junts han pactado este mi¨¦rcoles extender tres a?os el impuesto a la banca y han acordado una serie de subidas fiscales que afectan al tabaco, a los hidrocarburos y a las rentas del capital en el IRPF. Sin embargo, tras varias semanas de negociaciones, se confirma que caer¨¢ el impuesto extraordinario que afectaba a las grandes energ¨¦ticas. Todos los cambios se han introducido como enmiendas en la trasposici¨®n de la directiva europea que establece un impuesto m¨ªnimo a las multinacionales, por lo que se allana el camino para que vean luz verde. Pero, recalcan fuentes de Sumar, no hay nada asegurado todav¨ªa: el socio minoritario del Gobierno, Bildu y ERC han presentado sus propias propuestas y defienden la permanencia ¨ªntegra de los dos grav¨¢menes sectoriales.

Tras ampliarlo en hasta siete ocasiones, este mi¨¦rcoles por la tarde ha terminado definitivamente el plazo para incluir enmiendas en el proyecto de ley que traspone la directiva comunitaria. Esta fue la v¨ªa elegida por el Gobierno para convertir en permanentes los impuestos extraordinarios a banca y energ¨¦ticas, y para llevar a cabo otra serie de cambios de ¨ªndole fiscal, lo que ha redundado en una dif¨ªcil negociaci¨®n a varias bandas entre el Ejecutivo y sus socios. Como la normativa europea tiene que aprobarse antes de que termine el a?o y los plazos son ajustados, no ha quedado m¨¢s remedio que finiquitar el proceso con los acuerdos alcanzados hasta la fecha.

Durante varias semanas, las conversaciones del Ejecutivo con sus socios a la izquierda y la derecha se han ido recrudeciendo y han encontrado la mayor oposici¨®n a los impuestos sectoriales en el PNV y Junts. Estos partidos, espoleados por las grandes empresas, rechazaban la conversi¨®n en permanentes de los dos grav¨¢menes extraordinarios. Como sus votos eran cruciales para sacarlos adelante, los nacionalistas catalanes han convencido al PSOE para suavizar el bancario, por un lado, y anular el energ¨¦tico, por el otro. Hacienda ha aceptado el rev¨¦s a cambio de otras medidas con las que aumentar¨¢ los ingresos para poder cumplir con los objetivos de d¨¦ficit.

El Gobierno y los socios han pactado varias iniciativas. Por un lado, han acordado empezar a gravar la nicotina de los vapeadores, que hasta ahora no tributaban por el impuesto especial. Adem¨¢s de esto, habr¨¢ otra subida fiscal al resto del tabaco. En las enmiendas tambi¨¦n se han corregido los cambios en sociedades que introdujo el anterior ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, y que fueron tumbados por el Tribunal Constitucional el pasado enero por no haberse aprobado por la v¨ªa correcta. Hacienda se enfrentaba a devoluciones de 3.000 millones de euros por ese error. Adem¨¢s, los socios han acordado un aumento para las rentas del capital en el IRPF, a fin de aproximarlas poco a poco a la tributaci¨®n de la base general, donde van los rendimientos del trabajo. Y tambi¨¦n han cerrado equiparar la tributaci¨®n del di¨¦sel a la gasolina, aunque dejando fuera el gas¨®leo profesional.

Impuesto bancario

El impuesto sobre la banca que han acordado el PSOE, PNV y Junts actuar¨¢ sobre el margen de intereses y comisiones obtenidos por las entidades de cr¨¦dito y por las sucursales de entidades de cr¨¦dito extranjeras, en las actividades que desarrollen en Espa?a. El tipo impositivo, que originalmente era del 4,8% sobre los ingresos, tendr¨¢ un car¨¢cter progresivo, desde el m¨ªnimo del 1% hasta el m¨¢ximo del 6% en funci¨®n de la base liquidable. A su vez, permitir¨¢ la deducci¨®n del 25% de la cuota del impuesto de sociedades y contar¨¢ con una deducci¨®n extraordinaria en el caso de que sufran un descenso sostenido de su rentabilidad. Tendr¨¢ efecto, seg¨²n el texto de la enmienda, durante tres a?os, a partir del 1 de enero de 2024. El impuesto, recuerdan desde el PNV, ser¨¢ incluido en el concierto vasco y navarro. Y a?aden que la formaci¨®n habr¨ªa estado dispuesta a que sucediera lo mismo con el energ¨¦tico, pero que la propuesta que les han planteado contemplaba directamente la supresi¨®n.

En su propia enmienda, sin embargo, Sumar defiende mantener como grav¨¢menes los dos tributos sectoriales. El objetivo, adem¨¢s de asegurar que las grandes empresas paguen m¨¢s, es blindar las figuras para que las haciendas forales no puedan bonificarlas. Lo mismo han hecho Bildu y ERC, quienes apuestan por hacer permanentes los tributos y aumentar sus tipos impositivos.

Tambi¨¦n en fiscalidad empresarial, el Gobierno ha corregido los cambios de Crist¨®bal Montoro en el impuesto de sociedades y ha establecido un l¨ªmite a las grandes empresas para aplicar deducciones para compensar las bases imponibles negativas. El l¨ªmite es del 50% por ejercicio para las empresas con una cifra de negocio entre los 20 millones y los 60 millones de euros y del 25% para aquellas que superaran los 60 millones de euros.

Tabaco, di¨¦sel e inversi¨®n

El PSOE, PNV y Junts tambi¨¦n han acordado aumentar los impuestos al tabaco a partir de abril de 2025 e incluir en ellos a los vapeadores, que actualmente no tributan por su nicotina. Adem¨¢s, han pactado eliminar la bonificaci¨®n que ten¨ªa el di¨¦sel frente a la gasolina, dejando fuera de la subida fiscal al gas¨®leo profesional e incluyendo un mecanismo para rebajar la tributaci¨®n si los precios del di¨¦sel suben de forma sostenida. Estas medidas, justifica Hacienda, se explican por motivos de salud y medioambientales.

En el IRPF que grava la inversi¨®n, despu¨¦s de algunas subidas impulsadas por Hacienda hace un par de a?os, el PSOE y los socios han proyectado un incremento de un punto porcentual en la tributaci¨®n de las rentas del capital superiores a 300.000 euros. El gravamen, de esta forma, pasar¨¢ del 28% al 29%. Como compromiso, los tres partidos prometen impulsar en la Uni¨®n Europea un cambio normativo para poder gravar a trav¨¦s del IVA los arrendamientos de vivienda tur¨ªstica en zonas tensionadas.

Oposici¨®n de las empresas

En la decisi¨®n final de los impuestos extraordinarios ha tenido un papel preponderante la guerra abierta que han librado en las ¨²ltimas semanas empresas como Repsol. Tras varias quejas por parte de la petrolera, la protesta se volvi¨® general la semana pasada y azuz¨® la oposici¨®n del PNV y Junts, claves en la aritm¨¦tica parlamentaria. El sector financiero y energ¨¦tico, a trav¨¦s de sus principales asociaciones representativas, dieron un paso adelante y advirtieron sobre las consecuencias de convertir en permanentes los grav¨¢menes. Las patronales bancarias, la AEB y la CECA, lanzaron un comunicado conjunto en el que expresaron su ¡°m¨¢s en¨¦rgico rechazo¡± a la medida y advirtieron de las consecuencias negativas que, seg¨²n sus c¨¢lculos, tendr¨ªa para la econom¨ªa espa?ola. En la misma l¨ªnea se posicionaron Ana Bot¨ªn (Banco Santander) o Gloria Ortiz (Bankinter) para a?adir m¨¢s presi¨®n.

Casi a la vez que la patronal bancaria, hizo lo propio la Asociaci¨®n Espa?ola de Operadores de Productos Petrol¨ªferos, que coincidi¨® en apuntar hacia consecuencias milmillonarias en inversi¨®n y capacidad de financiaci¨®n, con un impacto de hasta los 66.000 millones.

Estos impuestos se dise?aron con car¨¢cter temporal para actuar sobre los beneficios extraordinarios de las grandes empresas, engordados por la crisis inflacionista y energ¨¦tica. Estuvieron en vigor en los ejercicios fiscales de 2022 y 2023, con una recaudaci¨®n conjunta de aproximadamente 2.800 millones por a?o. La idea del Gobierno, una vez terminada la crisis, era adaptar el gravamen bancario a los ciclos de cr¨¦dito y las subidas y bajadas de tipos, lo que ha recibido luz verde por parte de los socios. En el energ¨¦tico, Hacienda quer¨ªa incluir fuertes deducciones por las inversiones estrat¨¦gicas, algo que, a su vez, rechazaban con rotundidad desde Sumar. Sin embargo, la fuerte presi¨®n del PNV y Junts ¡ªy de grandes empresas como Repsol¡ª ha logrado decantar la balanza y diluir el tributo.