Los socios del Gobierno aprietan con sus demandas
Los aliados de S¨¢nchez se sumergen en las negociaciones mientras el PP solo habla de corrupci¨®n
La pena y la condena es el proceso, al menos pol¨ªticamente. Esto lo saben el Gobierno, sus socios parlamentarios y la oposici¨®n. En qu¨¦ quedar¨¢n las imputaciones en marcha, que afectan a la esposa y al ...
La pena y la condena es el proceso, al menos pol¨ªticamente. Esto lo saben el Gobierno, sus socios parlamentarios y la oposici¨®n. En qu¨¦ quedar¨¢n las imputaciones en marcha, que afectan a la esposa y al hermano del presidente Pedro S¨¢nchez es lo de menos. El tr¨¢nsito que deber¨¢ recorrer el fiscal general del Estado, ?lvaro Garc¨ªa Ortiz, es el verdadero calvario; no el final, no la sentencia. La causa abierta contra Koldo Garc¨ªa, el asistente del exministro de Transportes Jos¨¦ Luis ?balos y contra este mismo, son de la suficiente entidad y trascendencia como para que desde las tribunas del Congreso y del Senado, desde los m¨ªtines, desde cualquier foro, se puedan lanzar condenas de culpabilidad, al menos pol¨ªtica, hacia el presidente del Gobierno.
Las precisiones, las dudas, las sorpresas que se derivan del informe p¨²blico elaborado por el ministro de Transportes, ?scar Puente, respecto a la declaraci¨®n acusatoria del empresario V¨ªctor de Aldama hacia el propio ?balos, van a ser obviadas por el PP. Tampoco se dar¨¢n por enterados de que las pruebas que el empresario se comprometi¨® a presentar, al parecer para salir de prisi¨®n, en las que involucraba en distintos delitos a miembros del Gobierno y del PSOE, siguen sin aparecer. Es m¨¢s, en algunos casos reconoce que no las tiene.
Nada de eso importa. El pr¨®ximo mi¨¦rcoles, en la sesi¨®n de control al Gobierno, el PP dirigir¨¢ sus bater¨ªas hacia esos ministros mencionados por Aldama. Si no hay reconsideraci¨®n en las pr¨®ximas horas, los populares no preguntar¨¢n a la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, Mar¨ªa Jes¨²s Montero, ni al ministro de Pol¨ªtica Territorial, ?ngel V¨ªctor Torres, por sus ¨¢reas de responsabilidad. El contraste con esa actitud de los populares vendr¨¢ por las posiciones de los socios externos del Gobierno, muy centrados en sus demandas de antiguos y nuevos compromisos. Para ellos, la corrupci¨®n deber¨¢ ser probada en los tribunales, caso a caso. Y entre tanto, su inter¨¦s se ci?e al programa.
¡°?Comparte el presidente del Gobierno la necesidad de mantener pol¨ªticas de protecci¨®n social?¡± Detr¨¢s de esta pregunta de la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, a S¨¢nchez, en la sesi¨®n de control del mi¨¦rcoles, se encuentra todo un listado de materias en las que, a juicio de la diputada vasca, las pol¨ªticas sociales no llegan. Junts, sin embargo, opta por una f¨®rmula cr¨ªptica para no dar pistas al jefe de Gobierno sobre sus pretensiones al pedirle su opini¨®n sobre ¡°la situaci¨®n pol¨ªtica del Reino de Espa?a¡±. Sin misterios, no obstante, Junts negocia con el Ejecutivo el traspaso de las pol¨ªticas de inmigraci¨®n para Catalu?a.
No hay duda de que el ministro ?ngel V¨ªctor Torres es un objetivo en la ofensiva del PP, despu¨¦s de que el presunto corrupto Aldama lo mencionara, aunque d¨ªas despu¨¦s de salir de la c¨¢rcel rebajara sustancialmente sus insinuaciones contra ¨¦l. El PP se dirige al ministro para que se juzgue a s¨ª mismo y, por tanto, responda si debe seguir al frente de su departamento. Quien da las ¨®rdenes al director de gabinete de la vicepresidenta primera quiere saber el PP con el fin de que Montero necesariamente se se?ale y ponga la plataforma a los populares para que recaiga en ella cualquier hecho delictivo que hubiera podido cometer una persona de su equipo. Aldama se?al¨® al director de gabinete de la vicepresidenta, Carlos Moreno, como receptor de favores que a¨²n est¨¢n por determinar. Qu¨¦ relaci¨®n tiene el Ministerio de Defensa ¡°con la trama de corrupci¨®n del PSOE¡± es la pregunta a su titular, Margarita Robles. La respuesta resulta perfectamente adivinable. A ?scar L¨®pez, ministro de Transformaci¨®n Digital y desde el pasado fin de semana flamante secretario general del PSOE de Madrid, tras la dimisi¨®n del anterior l¨ªder regional, Juan Lobato, le espera una bienvenida parlamentaria de alto voltaje en la sesi¨®n de control del mi¨¦rcoles.
El clima ser¨¢ duro, pero, en paralelo, el Gobierno se centrar¨¢ en la negociaci¨®n con los grupos que le sostienen en materias muy concretas. El objetivo del PSOE y de Sumar, como Gobierno de coalici¨®n, es recabar apoyos para los Presupuestos. Pero no solo ERC, PNV, Junts, Podemos, BNG y Coalici¨®n Canaria (CC), los socios m¨¢s o menos fijos, negocian con el Gobierno. Tambi¨¦n hay una negociaci¨®n dentro del Ejecutivo y con los agentes sociales. El PSOE y Sumar ¡°son el Gobierno¡± ambos, como recalcan en las dos formaciones, por lo que el nivel de interlocuci¨®n entre ellos resulta muy diferente y, a pesar de las divergencias, van al un¨ªsono, aseguran sus miembros. Con discusi¨®n, pero juntos. El Ministerio de Trabajo, a trav¨¦s de su titular y vicepresidenta segunda, Yolanda D¨ªaz, est¨¢ empe?ado en la reducci¨®n de la jornada laboral, un af¨¢n que lo es tambi¨¦n de CC OO y UGT. El optimismo gubernamental es variable y en estos d¨ªas ven m¨¢s posible sacar los Presupuestos que lograr la aprobaci¨®n parlamentaria de la reducci¨®n de las horas de trabajo, cuesti¨®n sobre la que en Junts se han mostrado muy reacios.
Estos asuntos no figuran en los contenidos de la estrategia pol¨ªtica del PP. El Gobierno es consciente de la dificultad de hacerse escuchar aunque el presidente exprese que ¡°el acoso pol¨ªtico, medi¨¢tico y judicial¡± se volver¨¢ contra quienes lo provocan, seg¨²n se?al¨® en conversaci¨®n informal con los periodistas en la celebraci¨®n, el pasado viernes en el Congreso del D¨ªa de la Constituci¨®n.
La calle es otro escenario de dificultad para el Gobierno. Los votantes o simpatizantes de la derecha expresan con rotundidad su rechazo al Ejecutivo y lo centran en el presidente. Esta realidad es incuestionable tanto como la de que el PSOE mantiene su potencial apoyo electoral en torno al 30%, tres puntos menos que el PP, seg¨²n el bar¨®metro de diciembre para EL PA?S y la Cadena SER de 40dB. La cat¨¢strofe de la dana tiene su reflejo en la opini¨®n de los electores de la Comunidad Valenciana, seg¨²n un estudio espec¨ªfico del mismo instituto demosc¨®pico. El PP ha bajado cuatro puntos desde las elecciones auton¨®micas de mayo de 2023 y el PSOE ha escalado dos, de manera que la ventaja de los populares sobre los socialistas en este trabajo queda en unas d¨¦cimas a favor del primero. Pero falta mucho tiempo para las elecciones, seg¨²n reitera S¨¢nchez. Y el PP lo ha empezado a creer tambi¨¦n.