Sumar f¨ªa su rearme a la reducci¨®n de la jornada laboral

Sumar se vuelca en la reforma estrella de Yolanda D¨ªaz, la reducci¨®n de la jornada laboral. El pacto entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos para pasar de las 40 horas semanales a las 37,5 a partir del pr¨®ximo a?o es inminente, y los partidos de la coalici¨®n se preparan para dar la batalla en un complejo tr¨¢mite parlamentario que durar¨¢ cerca de seis meses. Ante la incertidumbre sobre los Presupuestos, con un Sumar en crisis que busca recomponerse tras el golpe recibido por la ca¨ªda de ??igo Errej¨®n entre acusaciones de acoso, el socio minoritario del Gobierno f¨ªa su rearme a hacer valer su utilidad en el Ejecutivo, impulsando medidas que ¡°mejoren la vida¡± de los ciudadanos, como suelen repetir. La reducci¨®n de la jornada, que ya fue su principal bandera en la campa?a de las generales, permitir¨ªa adem¨¢s apuntalar el liderazgo de D¨ªaz y recuperar un perfil de gestora que la aup¨® la pasada legislatura.

Este mi¨¦rcoles, en un gesto poco com¨²n, pr¨¢cticamente todas las fuerzas pol¨ªticas del grupo parlamentario han acudido a la reuni¨®n celebrada con los l¨ªderes de CC OO y UGT, Unai Sordo y Pepe ?lvarez, una forma de cerrar filas dentro de la coalici¨®n con la propuesta de D¨ªaz. En una nota de prensa, Sumar ha subrayado el ¡°apoyo sin fisuras¡± a la medida y ha anunciado que respaldar¨¢ las movilizaciones de los sindicatos ¡ªque est¨¢n haciendo tambi¨¦n una ronda de reuniones con las distintas formaciones¡ª para presionar desde la calle y ¡°situar este tema en la opini¨®n p¨²blica¡±.

La oposici¨®n inicial de Junts y el PP a la norma complica los n¨²meros en una C¨¢mara baja de mayor¨ªas muy ajustadas y por eso D¨ªaz ha elevado la voz en los ¨²ltimos d¨ªas contra el l¨ªder de los populares, Alberto N¨²?ez Feij¨®o. La semana pasada, durante el congreso de UGT, la vicepresidenta le pidi¨® p¨²blicamente que se posicionara: ¡±?Vais a hacer lo mismo con la reducci¨®n de jornada que con la reforma laboral?¡±, le pregunt¨® desde la tribuna, en referencia a la norma sobre la que el PP vot¨® en contra, pero que sali¨® adelante gracias al s¨ª equivocado del diputado Alberto Casero. Feij¨®o ya se abri¨® de alg¨²n modo a debatir sobre este asunto en octubre, aunque el ala dura del partido rechaz¨® la propuesta y el dirigente volvi¨® a virar en su estrategia.

La reducci¨®n de la jornada laboral es una iniciativa que respaldan dos de cada tres espa?oles, seg¨²n revelaba a comienzos de a?o una encuesta de 40dB. para EL PA?S y la Cadena SER. En Trabajo creen, por tanto, que el debate est¨¢ ganado y que ni siquiera los votantes de la derecha entender¨ªan que su partido se opusiera a una modificaci¨®n que afectar¨¢ a 12 millones de asalariados en Espa?a. Un rechazo del PP dar¨ªa un poderoso argumento al Gobierno para cargar contra la oposici¨®n, mientras que el s¨ª permitir¨ªa a Sumar dar luz verde a la primera modificaci¨®n de esa norma en 40 a?os y mandar¨ªa un mensaje fundamental sobre las posibilidades de acci¨®n del Ejecutivo, a pesar de lo complicado de la legislatura.

Dar visibilidad a la acci¨®n del Ministerio de Trabajo, desde el que la vicepresidenta D¨ªaz ejerce la coordinaci¨®n del grupo, a pesar de haber dado un paso atr¨¢s en la vida org¨¢nica del partido, es una de las prioridades de Sumar, que quiere dejar a un lado los l¨ªos internos y poner el foco en la actividad legislativa. En estos d¨ªas, el departamento tambi¨¦n ha puesto mucho el ¨¦nfasis en el arranque del proceso para la subida del salario m¨ªnimo el pr¨®ximo a?o y ha sacado pecho de la decisi¨®n de la compa?¨ªa de reparto Glovo, que ha anunciado que deja atr¨¢s su modelo de falsos aut¨®nomos, por el que acumula millones de euros en sanciones de Inspecci¨®n y cotizaciones impagadas y por el que su consejero delegado, ?scar Pierre, est¨¢ acusado de un delito contra los derechos de los trabajadores. Una de las siguientes batallas que dar¨¢ el ministerio, adem¨¢s, ser¨¢ la reforma de la indemnizaci¨®n por despido, que qued¨® fuera de la ley laboral aprobada en 2022 y que Europa ya ha requerido. Econom¨ªa no quiere tocar esta normativa, pero Trabajo, en l¨ªnea con los sindicatos, insiste en marcar el cambio como prioritario.