Volver a empezar: los negocios de la zona cero de la dana reabren con pr¨¦stamos o donaciones familiares
Un informe elaborado por la C¨¢mara de Comercio de Valencia estima que dos terceras partes de los 8.106 locales afectados por la dana han sufrido da?os directos
El gran boquete circular en una de las paredes no le impedir¨¢ a Francisco Pedre?o reabrir su peluquer¨ªa. Tampoco la falta de ventanales en la entrada, ni el hecho de que en Paiporta (Valencia) la nueva normalidad tras la dana de octubre se ha convertido en la presencia de m¨¢s militares que vecinos en las calles y una constante nube de polvo que acosa a quien se cruce. No importa. ¡°Volver a abrir los negocios es devolverle la dignidad a este pueblo¡±, clama Pedre?o, quien hace cuatro d¨¦cadas, con apenas 21 a?os, se aventur¨® en abrir su local. ¡°Era lo que me gustaba y ahora es lo ¨²nico que s¨¦ hacer¡±, zanja.
En su local de 40 metros cuadrados, una improvisada cortina azul separa el ayer del el ma?ana. El ayer son los kilos y kilos de barro, muebles destrozados y un agujero enorme que abri¨® la fuerza del agua tras su paso por este municipio de 25.000 habitantes. El ma?ana es un renovado sal¨®n de belleza que lleva el apellido de su propietario y que si nada lo impide, volver¨¢ a abrir las puertas esta semana. Sin embargo, devolverle la forma a esta peluquer¨ªa ha sido un colosal reto que a¨²n no termina.
Este propietario de 59 a?os sigue esperando a que el Consorcio de Compensaci¨®n de Seguros (CCS) le deposite el pago con el que podr¨¢ volver a habilitar la otra mitad del local. Tan pronto como pudo, Pedre?o envi¨® fotos de los da?os en la infraestructura, una lista de la mercanc¨ªa inservible y los detalles de su peluquer¨ªa a la aseguradora. Desde entonces espera a que el Consorcio, quien se ha hecho responsable final de los abonos, le comunique la visita de un perito para que certifique las p¨¦rdidas. Han pasado casi cuarenta d¨ªas y nada: ¡°Todo lo que ahora tengo en este local ha llegado gracias a las donaciones de otras peluquer¨ªas en Espa?a¡±.
Volver a empezar tiene un precio. En su caso, cercano a los 100.000 euros. ¡°50.000 para reparar el local por completo y la otra mitad en mercanc¨ªa y muebles¡±, detalla. Su historia, sin embargo, es la historia de la mayor¨ªa de negocios de las zonas afectadas. Un informe elaborado por C¨¢mara de Comercio de Valencia estima que dos terceras partes de los 8.106 locales afectados por la dana han sufrido da?os directos.
En Alfafar, el restaurante de V¨ªctor Valderrama empieza a tomar la forma que el agua borr¨® de un plumazo. Este ciudadano de origen colombiano se dedica a retirar minuciosamente los pl¨¢sticos protectores que envuelven al nuevo refrigerador que acaba de llegar a su local. Su negocio, conocido como el Rancho de Cali y ubicado en la avenida m¨¢s comercial de Alfafar, se convirti¨® en una enorme piscina donde flotaron congeladores, vitrinas, hornos, una heladera y mesas. La imparable fuerza del agua tambi¨¦n destroz¨® el suelo, los sistemas el¨¦ctricos y dej¨® inoperativa una cocina que hab¨ªa funcionado cuatro a?os. Ha necesitado cerca de 70.000 euros, que ha conseguido con un pr¨¦stamo bancario, para volver a comprar todos los equipos que perdi¨® y reformar el local.
Tambi¨¦n vive pegado a su m¨®vil a la espera de la llamada de las aseguradoras. ¡°El consorcio nos ha incumplido¡±, cr¨ªtica Juliet Rodr¨ªguez, su esposa, quien resalta que han sido diligentes en el pago mensual del seguro y que les hab¨ªan explicado que en 48 horas tendr¨ªan el dinero en la cuenta. Casi 40 d¨ªas despu¨¦s no han recibido ni la visita del perito ni ninguna explicaci¨®n por parte de la entidad.
¡°No podemos quedarnos de brazos cruzados; de mi negocio tambi¨¦n dependen otras cinco familias¡±, explica Valderrama, quien espera poder reabrir en enero y quien de momento ha enviado a todos sus cinco trabajadores a un expediente de regulaci¨®n temporal de empleo o ERTE. El Ministerio de Trabajo estima que el n¨²mero de ERTE solicitados asciende a 2.303 expedientes e implican a algo m¨¢s de 25.000 trabajadores.
La pregunta ¡°?hab¨¦is abierto ya?¡± es una constante en el d¨ªa a d¨ªa de Gabriel Ferrandis, propietario de una tienda de reparaci¨®n de m¨®viles en Paiporta conocida como Movil Phone. Ferrandis, de momento, responde con una negativa; sigue esperando a que le reemplacen las persianas met¨¢licas y a que reparen el sistema el¨¦ctrico, los primeros pasos antes de iniciar cualquier reconstrucci¨®n.
Ferrandis, de 34 a?os, reform¨® su local hace menos de un a?o, y ahora la riada ha convertido al lugar en un esqueleto de hierros, humedad y cemento. Las p¨¦rdidas, en su caso, rondan los 30.000 euros, entre infraestructura y mercader¨ªa destruida. Hacienda, de momento, le ha entregado 10.000 euros en ayudas; del Ayuntamiento, comparte, ha recibido un pago de 3.000 y tambi¨¦n ha cobrado 8.000 euros del programa Alcem-se, que es parte de la plataforma Marina de Empresas, vinculada a Juan Roig, propietario de Mercadona. ¡°El pueblo est¨¢ moralmente deprimido y le tomar¨¢ su tiempo volver a consumir como antes¡±, resume Ferrandis.
Hay otros negocios, como el de Francisco Garc¨ªa, de 41 a?os, que han podido volver a funcionar con m¨¢s rapidez. Su inmobiliaria y constructora Realpro, ubicada en Sedav¨ª, y una nave donde almacenaba material de construcci¨®n, tambi¨¦n fueron arrasadas por el desbordamiento. Sin embargo, comenta que ante la urgente necesidad de rehabilitaci¨®n de casas, la cantidad de trabajo ha aumentado significativamente durante estos d¨ªas.
Aunque ahora afrontan un nuevo problema: la falta de material, especialmente de persianas met¨¢licas, que seg¨²n Garc¨ªa escasea en toda la provincia. ¡°Estamos viendo veh¨ªculos rotulados de otras provincias, porque no alcanza con la oferta de la Comunidad Valenciana¡±, expone Adam Ricart, empleado de la inmobiliaria. De momento, Garc¨ªa ha puesto a toda su plantilla de 27 trabajadores a disposici¨®n de la reconstrucci¨®n del pueblo. ¡°Hay mucho trabajo por delante. Todo lo que estaba a dos metros a nivel del mar necesita ser reparado¡±.
Destrucci¨®n en el ¡°tri¨¢ngulo del mueble¡±
Son contados los veh¨ªculos que transitan por las calles de lo que fue la mayor zona comercial de la provincia. Las cadenas de comida r¨¢pida, el centro comercial MN4 y una docena de grandes naves han echado el candado en el pol¨ªgono industrial de Alfafar, pegado a la carretera nacional. La zona, tambi¨¦n conocida como ¡°tri¨¢ngulo del mueble¡±, no se ha despojado de los da?os de la inundaci¨®n: las calles siguen cubiertas por el fango, a¨²n hay veh¨ªculos volcados que nadie ha retirado y parte del alumbrado p¨²blico sigue sin funcionar.
En medio de la desolaci¨®n, no obstante, surge la rebeld¨ªa. Luis Lozano volvi¨® a abrir su negocio de muebles en la ¨²ltima semana de noviembre. La riada le dej¨® p¨¦rdidas que superan el mill¨®n de euros entre infraestructura y p¨¦rdida de mercanc¨ªa. El golpe ha sido mayor porque otros tres almacenes de su propiedad han sido afectados. ¡°De momento volvemos a empezar con este¡±, comenta en el interior de su nave de 600 metros cuadrados donde un grupo de empleadas sonr¨ªe a las primeras clientas de la ma?ana.
Comparte que muchos de los locales de la zona simplemente no volver¨¢n a abrir. ¡°El golpe ha sido demasiado grande; lo que no perdimos por el agua, lo perdimos en los saqueos y muchos est¨¢n a la espera del pago de los seguros¡±, expone. Lozano ha tenido que utilizar ahorros para volver a llenar de muebles su nave.
El sector del mueble calcula da?os por 1.300 millones de euros, con 1.300 empresas y 7.000 trabajadores afectados, seg¨²n datos de la Federaci¨®n de Empresas de la Madera y el Mueble. Lozano tambi¨¦n pide a las autoridades que inicien la limpieza de la zona para que la gente se anime a venir. ¡°Este era un sector al que le iba muy bien; despu¨¦s de la covid la gente se dio cuenta de lo importante que era tener un buen sof¨¢¡±, zanja.
La C¨¢mara de Comercio de Valencia detalla que el 20% de la actividad industrial de la comunidad se ubica en esta regi¨®n. ¡°Hab¨ªa empresarios que a¨²n estaban pagando los fondos del Instituto Nacional de Cr¨¦dito (ICO) entregados durante la covid¡±, expone Vicente Lafuente, presidente de Femeval, la Federaci¨®n del Metal valenciano. Lafuente espera que cuando las familias empiecen a recibir las ayudas para la reconstrucci¨®n de sus hogares, la actividad comercial volver¨¢ lentamente a resucitar.
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