C¨®mo fabricar un esc¨¢ndalo pol¨ªtico, medi¨¢tico y judicial: Podemos y el ¡®caso Neurona¡¯
El partido vivi¨® imputado casi todo su paso por el Gobierno por unas pesquisas que acabaron en nada tras tres a?os y medio. Varios de los protagonistas rompen su silencio despu¨¦s de que la Audiencia de Madrid confirmase el archivo hace unas semanas
El 29 de julio de 2020, cuando Podemos llevaba medio a?o en el Gobierno, un abogado despedido del partido, Jos¨¦ Manuel Calvente, declara ante el juez Juan Jos¨¦ Escalonilla. Solo un d¨ªa despu¨¦s, el magistrado impulsa una macrocausa: abre las primeras seis l¨ªneas de investigaci¨®n e imputa a varios miembros del partido y al propio Podemos como persona jur¨ªdica. Este es el recorrido cronol¨®gico de las diferentes partes de unas pesquisas que acabaron archivadas.
Teresa Ar¨¦valo recibe una llamada de Lidia Rubio, la jefa de prensa de Irene Montero:
¡ªEl Confidencial sacar¨¢ una informaci¨®n sobre ti ma?ana.
¡ª?C¨®mo?
Ar¨¦valo era la directora adjunta del gabinete de la entonces ministra de Igualdad. Dice que no le desea a nadie lo que pas¨® esa madrugada del 3 de febrero de 2021. Tampoco lo que vino despu¨¦s. Nunca ha hecho declaraciones a la prensa sobre este tema. Ahora, m¨¢s de tres a?os despu¨¦s, rompe su silencio. ¡°Lo pasas mal porque sabes que lo que se va a publicar es mentira¡±, cuenta, ¡°y empiezas a pensar en c¨®mo se lo va a tomar tu familia y, sobre todo, c¨®mo te va a afectar a ti personalmente¡±. Fue a terapia.
Aquella noche Ar¨¦valo dio vueltas por casa. Deambulaba por el piso con su hijo dormido. Cada dos por tres pulsaba F5 en el ordenador para actualizar la web. A las cinco de la ma?ana El Confidencial publica la noticia. Ar¨¦valo lee en su pantalla: Un informe revela que Iglesias y Montero usan como ni?era a una alto cargo de Igualdad. El bautizado como caso ni?era de Podemos acaba de nacer y Ar¨¦valo es la principal protagonista.
Tras el primer caf¨¦, su cara y su nombre est¨¢n en boca de casi todas las tertulias de Espa?a. ¡°Es terrible. Me veo en todos los programas de la ma?ana y en todos los digitales¡±, recuerda. ¡°Hicieron piezas horrorosas. Llegaron a acosar a mis padres¡±. Ar¨¦valo es de Miguelturra, un pueblo de Ciudad Real de apenas 15.000 vecinos. ¡°Fueron hasta all¨ª y sacaron la imagen de la casa¡±. Tambi¨¦n de su hijo. ¡°El acoso fue terrible durante meses¡±.
La informaci¨®n de El Confidencial explica que una abogada de Podemos, que hab¨ªa sido destituida, hab¨ªa remitido un informe al juez Juan Jos¨¦ Escalonilla para denunciar que se utilizaban recursos p¨²blicos para el beneficio personal de Montero y Pablo Iglesias, entonces vicepresidente del Gobierno. La letrada expon¨ªa que Ar¨¦valo ejerc¨ªa como ni?era, al mismo tiempo que cobraba un sueldo p¨²blico como alto cargo del Ministerio de Igualdad: una presunta administraci¨®n desleal, castigada con penas de prisi¨®n.
El magistrado Escalonilla dio luz verde a la investigaci¨®n (aunque lo remite a otro juzgado, que acabar¨¢ devolvi¨¦ndoselo por orden de la Audiencia de Madrid). La decisi¨®n se conoce el 8 de marzo, d¨ªa de la Mujer. Ella se entera de camino al ministerio. Al d¨ªa siguiente, compartir¨¢ la portada de algunos peri¨®dicos con Luis B¨¢rcenas, el extesorero del PP condenado por corrupci¨®n.
¡ª?Y qu¨¦ piensa?
¡ªLa rabia que te entra.
Un mes m¨¢s tarde es imputada por un segundo juez, Jos¨¦ Mar¨ªa Escribano, cuando apenas faltan unos d¨ªas para las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid, a las que se presenta Pablo Iglesias como candidato por Podemos, que acababa de dejar la Vicepresidencia segunda del Gobierno.
El texto detonante de El Confidencial aportaba una imagen de Ar¨¦valo vestida de negro en un sof¨¢ blanco junto a Aitana, la hija peque?a de Iglesias y Montero, de apenas unos meses. La fotograf¨ªa es un pantallazo de un debate electoral de Atresmedia dos a?os antes. La mecha est¨¢ prendida. El supuesto esc¨¢ndalo durar¨¢ meses en los medios. El Espa?ol escribe: ¡°La ministra se hace acompa?ar por su jefa de gabinete adjunta con el fin de encargarse de su hija menor mientras la titular de Igualdad asiste a reuniones oficiales¡±. Eduardo Inda editorializa en la web Okdiario: ¡°Irena [sic], ?me puedes decir qu¨¦ instancia debo rellenar para que el Estado me pague la ni?era?¡±. Tambi¨¦n El Mundo: ¡°Que Irene Montero y Pablo Iglesias utilizaran de ni?era a un alto cargo p¨²blico del Ministerio de Igualdad, vuelve a poner de manifiesto su corrompido modo de concebir el ejercicio de la representaci¨®n popular¡±, reza el texto de este diario, que despu¨¦s publicar¨ªa un perfil sobre Ar¨¦valo titulado De panadera en Miguelturra a ¡®ni?era¡¯ de la ministra de Igualdad con un sueldo A del Estado. Se suceder¨ªan as¨ª docenas y docenas de piezas, a¨²n visibles con una simple b¨²squeda r¨¢pida en Google.
Ar¨¦valo iba a trabajar en autob¨²s. Su rostro comenz¨® a difundirse en los medios. Tem¨ªa que la reconocieran y que relacionaran a su hijo con la causa. Renunci¨® a llevarlo al colegio. Y a recogerlo. ¡°No quer¨ªa que nadie se?alara a mi hijo por lo que le estaban haciendo a su madre¡±. El menor ten¨ªa seis a?os. La tele estuvo apagada durante meses en casa. No quer¨ªa que el peque?o viera nada.
El caso Ni?era no naci¨® aislado. Forma parte de una gigantesca hidra. Una pieza m¨¢s dentro del caso Neurona, que estall¨® en verano de 2020, cuando Podemos apenas llevaba medio a?o en el Gobierno.
Fue una especie de bomba de racimo con una gran detonaci¨®n central: las pesquisas sobre una consultora mexicana, Neurona, que Podemos contrat¨® como asesor¨ªa para las elecciones generales de abril de 2019. Pero la acompa?an una decena de explosiones secundarias que, poco a poco, plagaron de sospechas cada rinc¨®n del partido ¡ªcon acusaciones que iban desde supuestos sobresueldos a la presunta reforma irregular de la sede¡ª. A partir de ese momento y durante m¨¢s de tres a?os, la causa no ofreci¨® un respiro a Podemos. Se abr¨ªan l¨ªneas de investigaci¨®n. Se cerraban. Se volv¨ªan a abrir. Se clausuraban de nuevo. La formaci¨®n de izquierdas fue imputada como persona jur¨ªdica. Tambi¨¦n varios de sus altos cargos. El torbellino medi¨¢tico que provocaba el movimiento de cada papel en el Juzgado de Instrucci¨®n 42 de Madrid, encabezado por el magistrado Escalonilla, se convert¨ªa en una recurrente arma arrojadiza contra sus l¨ªderes. Imputaciones. Portadas. Tertulias. Imputaciones. Portadas. Tertulias. Una cadena que se repet¨ªa una y otra vez. Podemos se adentr¨® de lleno en el ojo de un hurac¨¢n medi¨¢tico, judicial y pol¨ªtico.
Y llegaron las embestidas.
En ese tiempo, se sucedieron las exageraciones, tergiversaciones y manipulaciones del sumario por parte de determinada prensa. Esta se hac¨ªa eco, magnific¨¢ndola, de una exacerbada y larga instrucci¨®n, que se top¨® pronto con la oposici¨®n de la Fiscal¨ªa ante los ¡°rumores, sospechas o suspicacias¡± sobre las que se levantaba la mayor parte de la causa. Esta se inici¨® con la denuncia de un abogado despedido de la fuerza pol¨ªtica, Jos¨¦ Manuel Calvente, por un supuesto acoso laboral con tintes sexuales (acusaci¨®n archivada por los tribunales).
En ese camino quedaron marcados miembros de Podemos desconocidos para la opini¨®n p¨²blica. El 11 de diciembre de 2023, hace ahora un a?o, el juez Escalonilla dio carpetazo a la ¨²ltima l¨ªnea de investigaci¨®n. El caso Neurona se cerr¨® apenas unas semanas despu¨¦s de que se supiera que Podemos se quedaba fuera del Consejo de Ministros tras la pugna con Sumar. Y de esta forma, a la misma velocidad de infarto con que brot¨® y creci¨® esta macrocausa, desapareci¨® del debate p¨²blico y pol¨ªtico. Pero sin la misma resonancia medi¨¢tica. M¨¢s de 1.000 d¨ªas despu¨¦s, ya todo era solo humo.
Hace unas semanas, la Audiencia de Madrid confirm¨® el archivo tras el intento de revivirlo por parte de Vox, que se person¨® como acusaci¨®n popular. ¡°Ahora sientes alivio¡±, resume Daniel de Frutos, tesorero de la formaci¨®n y una de las personas que ha permanecido imputada y en silencio durante todo el proceso: ¡°Pero te queda un poso de¡ ¡®todo esto, ?para qu¨¦?¡¯ Tanto sufrimiento, tanto ir y venir, tantas portadas, tertulias¡ ?Por qu¨¦?¡±.
Para buscar la respuesta a esa pregunta hay que retrotraer la historia a las 13.47 del 2 de diciembre de 2019, cuando Podemos env¨ªa un burofax a Jos¨¦ Manuel Calvente, coordinador de su equipo jur¨ªdico, para notificarle su ¡°despido disciplinario¡±. En ese momento, Calvente manten¨ªa una batalla con la c¨²pula del partido, despu¨¦s de que una compa?era, la tambi¨¦n abogada Marta Flor N¨²?ez, lo acusara de sobrepasarse. ¡°[Alababa] de forma desmesurada su profesionalidad, belleza e inteligencia¡±, destacaba el burofax, ¡°dedic¨¢ndole por escrito halagos y atenciones, inst¨¢ndole de forma insistente a quedar con ella a solas, bien a cenar, bien a pasar un fin de semana juntos [...] Con expresiones tales como: ¡®Eres mi musa y no te voy a dejar escapar¡¯, ¡®Eres mi musa y te necesito para mi libro¡¯. Todo ello consta en diversas conversaciones mantenidas con aplicaciones como Telegram o WhatsApp¡±.
N¨²?ez asegura que le par¨® los pies (¡°Yo le digo: ¡®No. No s¨¦ qu¨¦ parte del ¡®no¡¯, no est¨¢s entendiendo¡±) y que ¨¦l, como represalia, comenz¨® a ¡°castigarla¡± laboralmente. ?l lo niega y, al contraataque, la acusa a ella de no hacer bien su trabajo e, incluso, de mantener una relaci¨®n ¨ªntima con el fiscal del caso Villarejo, Ignacio Stampa, donde Podemos estaba personado como acusaci¨®n popular. La c¨²pula de Podemos (con su secretario de Organizaci¨®n, Alberto Rodr¨ªguez, a la cabeza) abre una investigaci¨®n interna y respalda a la abogada. El partido le notifica a Calvente su despido ante la ¡°negativa¡± a facilitar informaci¨®n a su superior jer¨¢rquico (Alberto Rodr¨ªguez) y por su ¡°hostigamiento¡± hacia Marta Flor N¨²?ez.
Y todo estalla.
Esta guerra salta a los medios el 5 de diciembre. ?l, que llevaba en el partido desde sus or¨ªgenes en 2014, asegura que lo han echado porque estaba investigando ¡°irregularidades¡± internas junto a otra abogada tambi¨¦n expulsada, M¨®nica Carmona: ¡°Creo que toqu¨¦ cosas que no deb¨ªa¡±, repite en la prensa.
Y va m¨¢s all¨¢.
El 27 de diciembre, se dirige a la Guardia Civil de Sant Andreu de la Barca (Barcelona) para relatar las presuntas ilegalidades. ¡°Al principio, yo cre¨ªa que lo que Calvente quer¨ªa era destruir mi imagen¡±, cuenta la abogada Marta Flor N¨²?ez. ¡°Pero ahora veo que el objetivo no era yo. El objetivo era vengarse del partido¡±.
Contactado por EL PA?S, Calvente arguye que nunca actu¨® por venganza, y que las acusaciones de acoso son ¡°falsas¡± y fueron ¡°el ardid empleado por Podemos para defenderse ante la denuncia que sab¨ªan que podr¨ªa interponer si segu¨ªa investigando¡±. ¡°Present¨¦ la denuncia por responsabilidad, por coherencia con mis principios¡±, se defiende por email. ?Volver¨ªa a hacerlo? ¡°S¨ª, sin lugar a dudas. Nuestra obligaci¨®n como ciudadanos es denunciar aquellos hechos que presenciemos y pudieran ser constitutivos de delito¡±.
El abogado achaca el archivo del caso a que se ¡°instruy¨® mal¡±. ¡°La mediatizaci¨®n del caso tampoco ayud¨®¡±, dice. Critica que no se declarara el secreto de sumario y que el juez ¡°apartara¡± de la investigaci¨®n a la Guardia Civil ¡ªcuerpo al que ¨¦l acudi¨®¡ª para dejarla en manos de la Polic¨ªa Nacional. ¡°La Guardia Civil ten¨ªa previsto solicitar una serie de diligencias de investigaci¨®n contundentes cuando se decretara el secreto de las actuaciones¡±, asegura: ¡°Pero todo se desbarat¨® al publicarse la noticia [con el contenido de la denuncia]¡±. ¡°Muchas pruebas se perdieron [...], la intervenci¨®n de la Fiscal¨ªa fue testimonial, algunos testigos mintieron por cuestiones que alg¨²n d¨ªa explicar¨¦, otros tuvieron miedo y el juez no estuvo acertado en algunas de sus decisiones¡±. Calvente sigue ejerciendo a d¨ªa de hoy en Barcelona.
Esa denuncia de Calvente dio vueltas por varios juzgados hasta recalar en el de Escalonilla, que abre la investigaci¨®n el 16 de julio. El 28 de julio acepta a Vox como acusaci¨®n popular. El 29 toma declaraci¨®n a Calvente, que afirm¨® que no ten¨ªa pruebas. Solo ¡°indicios¡± y ¡°sospechas¡± que le hab¨ªan contado terceras personas. Con ello y solo un d¨ªa despu¨¦s de sus palabras, Escalonilla dicta el auto que trasladar¨¢ la tormenta a los tribunales.
Escalonilla impulsa de inmediato seis l¨ªneas de investigaci¨®n. Solicita una ingente cantidad de documentaci¨®n a media docena de organismos y entidades. Pide informaci¨®n sobre empresas vinculadas a Juan Carlos Monedero, fundador del partido. E imputa a la formaci¨®n y a tres de sus cargos relevantes, impactando de lleno en las entra?as de Podemos: a su tesorero Daniel de Frutos, a su gerente Roc¨ªo Val y a uno de los colaboradores m¨¢s estrechos de Pablo Iglesias, Juan Manuel del Olmo. Estar¨¢n bajo sospecha durante tres a?os.
El d¨ªa que se conoce la imputaci¨®n del partido en la causa, Irene Montero estaba en la sede de Podemos. Recuerda encender la televisi¨®n, poner La Sexta y ver los r¨®tulos de la investigaci¨®n al partido. Juanma del Olmo estaba en un parque de columpios de un peque?o pueblo de Soria, junto a su pareja, la ahora eurodiputada de la formaci¨®n Isabel Serra, y su hijo. ¡°Hablo con Isa¡±, recuerda ahora, ¡°sobre el recorrido que puede tener esto para los pr¨®ximos meses, porque en ese momento ya pens¨¢bamos que iba a ser para los pr¨®ximos meses¡±.
El tesorero Daniel de Frutos estaba veraneando en Segovia con su familia: ¡°Me enter¨¦ por la radio¡±: ¡°Entras un poco en shock [...] No sabes qu¨¦ hacer en ese momento, no entiendes muy bien por qu¨¦, ni tienes ninguna otra informaci¨®n m¨¢s all¨¢ de [lo que cuentan] los medios de comunicaci¨®n¡±. La gerente Roc¨ªo Val conoce la noticia por la prensa en una playa de Santander, donde disfrutaba de las vacaciones con su hijo: ¡°Yo, al principio, fui muy inocente. Fue como: ¡®Esto no pasa nada. El d¨ªa que nos citen, vamos, lo explicamos y se cierra¡±. Pero ambos declararon ante el juez el 20 de noviembre de 2020 y la causa no se archiva hasta diciembre de 2023.
¡°Yo sent¨ªa mucha rabia¡±, rememora Val: ¡°Porque, adem¨¢s, nosotros revis¨¢bamos una y otra vez qu¨¦ era lo que hab¨ªamos hecho, c¨®mo lo hab¨ªamos hecho¡ Y constat¨¢bamos que todo estaba bien, que era correcto, que evidentemente no hab¨ªa nada, que esto no se sosten¨ªa¡±. En opini¨®n de De Frutos, exist¨ªa una ¡°predisposici¨®n¡± del juez a considerar que ¡°todo ten¨ªa que ser delictivo¡±. Contactado por EL PA?S, Escalonilla ha rechazado participar en este reportaje: ¡°Me remito al contenido de la instrucci¨®n. Sugiero en todo caso que para obtener y publicar una informaci¨®n objetiva analicen el procedimiento, en cuanto a su inicio y su desarrollo, lo que les permitir¨¢ contrastar la veracidad del contenido de las cr¨ªticas vertidas¡±, ha contestado el magistrado a este peri¨®dico a trav¨¦s de un correo electr¨®nico.
La onda expansiva del caso Neurona lleg¨® hasta Izquierda Unida, que se present¨® a las elecciones de 2019 en coalici¨®n con Podemos. La primera tesis del juez era que se pagaron servicios de consultor¨ªa a Neurona por labores inexistentes. Carlos Garc¨ªa Ramos, que ten¨ªa 36 a?os y figuraba como administrador por parte de IU, tambi¨¦n fue imputado: ¡°Yo ten¨ªa clar¨ªsimo que no hab¨ªa nada [irregular en esa campa?a]. Yo sab¨ªa perfectamente todos los gastos en los que hab¨ªa incurrido la coalici¨®n y nos inform¨¢bamos de los trabajos y hac¨ªamos un seguimiento¡±.
¡ª?C¨®mo lo vivi¨®?
¡ªPues mal, bastante nervioso. Imag¨ªnate mi familia.
Su c¨ªrculo m¨¢s cercano lo entendi¨®, asegura Garc¨ªa Ramos: ¡°Pero siempre hay alguno que te dice ¡®por qu¨¦ co?o te metes en estas mierdas, qu¨¦ ganas t¨² con esto¡¯. La militancia [en un partido] es algo voluntario y hay gente que no milita, que ve que sufres por cuestiones que podr¨ªas evitar, y no lo entiende. Pero luego, con el tiempo, cuando van viendo que se van archivando una tras otra todas las l¨ªneas de investigaci¨®n, pues se hace m¨¢s evidente para todo el mundo (en mi familia tambi¨¦n) que es una persecuci¨®n y un sinsentido¡±.
La causa alcanz¨® igualmente a un bufete de abogados de la localidad sevillana de Carmona (29.000 habitantes), que figuraba en el registro mercantil como primer administrador de Neurona en Espa?a. Su principal responsable fue imputado: ¡°Si en vez de llevar 35 a?os en la profesi¨®n y tener una cartera de clientes s¨®lida, lleva solo 10 a?os, el despacho hubiera tenido que cerrar¡±, afirman en su entorno.
A la investigaci¨®n judicial se sumaba la gran repercusi¨®n que adquir¨ªa el relato medi¨¢tico. ¡°Yo, compulsivamente, buscaba por la ma?ana mi nombre y a Podemos [en la prensa], porque era cotidiano que surgieran noticias de esto¡±, describe la gerente Roc¨ªo Val. El tesorero Daniel De Frutos prosigue: ¡°Te levantas un d¨ªa en el cual, en un medio de tirada nacional, hay en portada un art¨ªculo sobre ti y te nombran como al contable de Al Capone. En otro medio digital se publica torpemente tu nombre completo, tu DNI y tu n¨²mero de tel¨¦fono particular sin estar tachado. Y, claro, eso genera incredulidad, ansiedad y un poco de inseguridad para ti y los tuyos. Tambi¨¦n empiezas a aparecer en ciertos chats o foros un poco peligrosos y te recomiendan que, si vas a recoger a tu hijo al colegio, cambies de ruta¡±. ¡°Tu conducta se modifica¡±, apostilla De Frutos: ¡°Te metes mucho m¨¢s en ti mismo, te haces una persona m¨¢s desconfiada. Es un tema al que no dejas de darle vueltas¡¡±.
M¨¢s all¨¢ de la instrucci¨®n judicial y de su reflejo en los medios, el caso Neurona fue una gran bola de nieve con repercusiones pol¨ªticas. Seg¨²n admiten varios altos cargos del partido, condicionaba su discurso y les imped¨ªa colocar el foco en los asuntos que ellos quer¨ªan. Las preguntas de los periodistas se repet¨ªan sobre las supuestas irregularidades y la derecha las usaba como arma arrojadiza en muchos debates, sin importar el tema de fondo que se tratase.
Por ejemplo, si el Congreso debat¨ªa el 15 de septiembre de 2020 una propuesta de Unidas Podemos para que las encuestas del CIS recuperasen preguntas sobre la monarqu¨ªa, le sacaban el caso Neurona.
¡ªEst¨¢n tejiendo una cortina de humo para que nadie hable del fraude y de la estafa que ha supuesto Podemos para la sociedad espa?ola. Es un fraude decir que ven¨ªan a hacer la pol¨ªtica contra la corrupci¨®n y acabar imputados por tener una caja b. Han falsificado contratos para unas campa?as electorales ¡ªproclam¨® ese d¨ªa Sergio Sayas, diputado entonces de Uni¨®n del Pueblo Navarro (UPN), ahora en las filas del PP tras protagonizar un episodio de transfuguismo.
Si el 19 de abril de 2021, el Senado abordaba una moci¨®n en favor de la igualdad de la mujer en el ¨¢mbito rural, le sacaban el caso Ni?era.
¡ª[Las mujeres] tienen que observar perplejas c¨®mo la ministra de Igualdad utiliza a un alto cargo del ministerio, pagado con fondos p¨²blicos, de ni?era para su hija ¡ªarremeti¨® la popular Ana Gonz¨¢lez Garc¨ªa.
Podemos encuadra el caso Neurona dentro del lawfare, un concepto de l¨ªmites indefinidos que puede traducirse como guerra jur¨ªdica. ¡°El objetivo era tenernos secuestradas judicialmente durante mucho tiempo para generar miedo, para generar tambi¨¦n desafecci¨®n en nuestro entorno, para que todo lo que est¨¦ cerca de Podemos manche¡±, resume Ione Belarra, actual secretaria general de la formaci¨®n y exministra de Derechos Sociales. ¡°Eso es lo m¨¢s antidemocr¨¢tico de todo: una fuerza pol¨ªtica que es perfectamente legal, que defiende sus ideas a trav¨¦s de las instituciones, ha sido perseguida judicialmente en nuestro pa¨ªs de forma totalmente ilegal, ¨²nicamente para buscar su desprestigio¡±.
¡°El t¨¦rmino lawfare es moderno, tiene poco m¨¢s de 20 a?os. Pero la idea o el concepto (si lo entendemos como el ¡®uso estrat¨¦gico o incluso abusivo del derecho¡¯ para conseguir fines pol¨ªticos que no conseguimos en la arena pol¨ªtica) es tan antiguo como el propio Derecho¡±, ilustra Jos¨¦ Luis Mart¨ª, profesor de Filosof¨ªa del Derecho en la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona: ¡°Lo encontramos en el Derecho Romano, donde era habitual que se procesase a alguien que era un oponente pol¨ªtico para acabar con su carrera pol¨ªtica¡±.
El problema no radica en el desarrollo de una investigaci¨®n, sino en c¨®mo esta instrucci¨®n judicial (sobre todo si se producen excesos) es utilizada a sabiendas como instrumento para influir en la opini¨®n p¨²blica y perjudicar al adversario. Es decir, no importa el resultado final y la verdad, sino el da?o que se inflige mediante la construcci¨®n del relato. ¡°Supone un grave da?o a la democracia¡±, ahonda Irene Montero, que a?ade: ¡°El da?o reputacional que a nosotras nos han hecho no tiene reparaci¨®n. Aunque hayan archivado el caso, no hemos obtenido justicia porque el da?o que nos han hecho, ya nos lo han hecho, y de eso se han beneficiado otros actores pol¨ªticos, empezando por el PSOE¡±.
¡°Todav¨ªa no hay nadie que haya respondido m¨ªnimamente por esta guerra sucia¡±, prosigue la eurodiputada de Podemos, que recuerda que el partido ha sufrido otros ataques gestados desde la irrupci¨®n de la fuerza de izquierdas en 2014. La Audiencia Nacional investiga c¨®mo se fabricaron informes policiales falsos contra el partido en el seno del Ministerio del Interior en la etapa de Jorge Fern¨¢ndez D¨ªaz (PP) para desprestigiar a los miembros de Podemos.
El profesor Mart¨ª, sin entrar en concreto en el caso Neurona, profundiza en la idea del lawfare como herramienta de ¡°erosi¨®n del Estado de Derecho¡±: ¡°Provoca que la ciudadan¨ªa no conf¨ªe en la justicia¡±. ¡°Hay momentos particulares en que, en determinadas sociedades, aumentan las persecuciones de oponentes pol¨ªticos¡±. ¡°Actualmente, parece que est¨¢ pasando¡±. ?Por qu¨¦? ¡°Al no haber un concepto bien delimitado de lawfare, eso dificulta la respuesta [...] Tiene varias causas, pero una es la polarizaci¨®n pol¨ªtica de las sociedades. Cuando se tensionan y las opciones pol¨ªticas dejan de tenerse un respeto y se abre as¨ª la v¨ªa del ¡®todo vale¡±. ¡°Es una preocupaci¨®n global. Lo que no se sabe es cu¨¢l es la soluci¨®n¡±, reflexiona el docente de la UPF.
¡°El caso Neurona no nace como una acusaci¨®n con fundamento, sino que nace precisamente para golpear a una fuerza pol¨ªtica que era determinante para que gobernase la izquierda en Espa?a¡±, opina Monedero, que estuvo imputado dos a?os y medio acusado de haber intervenido como comisionista para que se contratara a Neurona.
La causa comenz¨® a desinflarse pronto. Al mes y medio, Escalonilla ya cerr¨® una l¨ªnea de investigaci¨®n. Pero, pese a que cada indagaci¨®n que se hac¨ªa resultaba infructuosa y provocaba el archivo de m¨¢s partes, el proceso prosigui¨® hasta diciembre de 2023. En la recta final, Escalonilla lleg¨® a modificar su tesis sobre la contrataci¨®n de la consultora: cuando vio que Neurona s¨ª hab¨ªa hecho trabajos para el partido, puso sobre la mesa la teor¨ªa de que pod¨ªan haber pagado mucho para lo que se hizo.
As¨ª que, pese a que la Fiscal¨ªa no le ve¨ªa ning¨²n sentido al nuevo camino emprendido, el juez busc¨® durante 15 meses un perito que valorase esos trabajos. El elegido fue el consultor Aleix Sanmart¨ªn, que concluye que el precio pagado no solo se ajustaba a mercado, sino que en algunos aspectos se movi¨® en rangos ¡°inferiores¡± al coste previsto para servicios similares. ¡°Encima somos un poco ratillas, es decir, austeros; y hab¨ªamos pagado lo justo¡±, ironiza la gerente Roc¨ªo Val. El volantazo acab¨® condenando a la instrucci¨®n.
¡°Neurona se dilat¨® porque naci¨® para dilatarse¡±, incide Monedero. Otro gran ejemplo de ese ¡°dislate¡±, seg¨²n varios cargos de Podemos, fue esa derivada ¡°mal llamada¡± caso Ni?era y su recorrido. Tras no encontrar pruebas contra Teresa Ar¨¦valo, el juez Escalonilla (que hab¨ªa recuperado estas pesquisas por orden de la Audiencia de Madrid) dirigi¨® la causa contra Gara Santana, que hab¨ªa trabajado como responsable de prensa del partido. A petici¨®n de Vox, la imput¨® en abril de 2022 al considerar que quiz¨¢s ella hab¨ªa ejercido como la cuidadora de los hijos de Montero e Iglesias. Como sustento se apoy¨® en la declaraci¨®n de una exescolta de la exministra, que le dijo al juez que hab¨ªa escuchado a Santana quejarse de tener que hacerlo en ocasiones.
Santana, de 37 a?os, cuenta que se enter¨® de su imputaci¨®n porque sus amigas vieron su nombre y su rostro en la televisi¨®n. ¡°Mi miedo era no poder explic¨¢rselo yo a mi madre antes de que ella lo viera en la tele¡±. Lleg¨® tarde.
En julio de 2022, declar¨® ante el juez Escalonilla. Le aclar¨® que le gustan los ni?os, pero que ella en ning¨²n momento ha ejercido como ni?era. ¡°Lo que es fuerte es que, con esa sola declaraci¨®n, se me abre una imputaci¨®n por malversaci¨®n de fondos p¨²blicos¡±. Seis d¨ªas despu¨¦s de su declaraci¨®n, el magistrado cerr¨® el caso Ni?era. ¡°No consta acreditado¡±, escribi¨® Escalonilla, ¡°que persona alguna, ajena a los propios padres, se haya encargado de su cuidado durante el tiempo que desempe?aban funciones remuneradas por el partido pol¨ªtico Podemos o remuneradas por el erario p¨²blico¡±.
Santana abandon¨® el partido meses m¨¢s tarde. Y volvi¨® a Canarias, donde naci¨®, para rehacer su vida como periodista. Seg¨²n narra, en una de las primeras entrevistas de trabajo, su interlocutor le dijo: ¡°Yo a ti te aprecio mucho porque apreciaba a tu padre, pero es que t¨² tienes un tatuaje muy grande escrito en la cara¡±. Ella, un tanto sorprendida, cre¨ªa que se refer¨ªa a su labor de asesora para una formaci¨®n pol¨ªtica. ¡°?Pero cu¨¢nta gente no ha estado en un gabinete de un partido pol¨ªtico y luego ha vuelto?¡±, le replic¨®. Pero ¨¦l fue ya m¨¢s preciso. ¡°No me refiero al tatuaje de gabinete, me refiero al tatuaje de ni?era¡±. Santana rememora que sali¨® de la entrevista entre l¨¢grimas. Cogi¨® el m¨®vil y llam¨® a su madre:
¡ªMam¨¢, no hay trabajo, la cosa est¨¢ dif¨ªcil.