El narco agita el Guadalquivir: cuatro narcolanchas listas para alijar y otra cargada de combustible en apenas un d¨ªa
La Guardia Civil solo pudo detener a los cinco ocupantes de la embarcaci¨®n que trasladaba 64 bidones de gasolina, uno de ellos con una identificaci¨®n antigua de militar
El ceut¨ª Mohamed M. M. fue militar en el Ej¨¦rcito de Tierra, al menos hasta 2010. En alg¨²n momento debi¨® de decidir que hab¨ªa otro oficio m¨¢s lucrativo y se pas¨® a los submundos del hach¨ªs. Este domingo, al filo de las 21.35, acab¨® detenido, junto a otras cuatro personas, en la desembocadura del Guadalquivir, en C¨¢diz, a bordo de una narcolancha cargada con 64 petacas de gasolina. Fue el final de un d¨ªa en el que el narco agit¨® el r¨ªo para dejar claro que el negocio sigue presente en la zona: cuatro narcolanchas m¨¢s, todas de vac¨ªo pero listas para alijar, sortearon con impunidad y descaro a una patrullera de la Guardia Civil mientras se dirig¨ªan a la desembocadura, sin que los agentes a bordo pudiesen hacer nada para detenerlas.
La narcolancha de Mohamed, de 44 a?os, fue descubierta por la embarcaci¨®n R¨ªo Arlanza del Grupo Mar¨ªtimo del Estrecho del Estrecho de la Guardia Civil cuando navegaba, a la altura de Chipiona, justo detr¨¢s de un carguero para no ser detectada. El hallazgo provoc¨® una persecuci¨®n en la que ambas embarcaciones sufrieron da?os, como confirman fuentes de la Guardia Civil. De hecho, uno de los ocupantes de la lanchaacab¨® ingresado tras romperse la mand¨ªbula al golpearse con uno de los cuatro motores fueraborda de la semirr¨ªgida. La embarcaci¨®n iba cargada con 1.280 litros de combustible, almacenados en petacas que se suelen usar para repostar las narcolanchas que esperan durante d¨ªas en alta mar a la espera del momento adecuado para realizar sus alijos.
A los cinco detenidos, todos de nacionalidad espa?ola, se les investiga por un delito de contrabando ¡ªal viajar en una embarcaci¨®n que, desde 2018, es g¨¦nero prohibido¡ª y de desobediencia. Uno de ellos es original de La L¨ªnea de la Concepci¨®n y el resto de Ceuta, incluido Mohamed M. M., que, en el momento de la detenci¨®n, llevaba una identificaci¨®n caducada en el a?o 2010 que le acreditaba como miembro del Ej¨¦rcito de Tierra destinado en Ceuta. Defensa no ha respondido, a preguntas de EL PA?S, si el detenido sigue siendo militar o ya abandon¨® el ej¨¦rcito, alegando que la causa est¨¢ judicializada.
?@Europarl_ES @AUGC_Comunica@interiorgob
— AUGC C¨¢diz (@AUGC_Cadiz) December 18, 2023
Aqu¨ª ten¨¦is un d¨ªa m¨¢s en el R¨ªo Guadalquivir.
4?? Narcolanchas se enfrentan a 1?? Patrullera de la Guardia Civil, la cual hace lo que puede porque no tiene potencia suficiente para ni siquiera acercarse. pic.twitter.com/buaM6ffNNM
Fue el en¨¦simo tropiezo con asalariados del hach¨ªs que la Guardia Civil tuvo este domingo en el r¨ªo Guadalquivir. La asociaci¨®n profesional AUGC denunci¨® este lunes con un v¨ªdeo c¨®mo una patrullera del Instituto se top¨® con hasta cuatro narcolanchas, todas vac¨ªas, que bajaban el r¨ªo a gran velocidad. En la pieza ¡ªgrabada por un vecino de Sanl¨²car de Barrameda en alg¨²n momento de ese d¨ªa, seg¨²n confirman desde AUGC¡ª se aprecia c¨®mo las semirr¨ªgidas esquivan a la embarcaci¨®n de los agentes, que no pueden hacer nada para evitar su marcha. ¡°Cuando hay [viento de] levante, [los narcos] meten sus narcolanchas en el r¨ªo y luego salen. Ellos saben que los nuestros no los pueden parar porque no tenemos medios y por la peligrosidad. La impunidad es evidente¡±, denuncia uno de los agentes, que pide anonimato.
El refuerzo policial del Estrecho iniciado en 2018 ha modificado la forma en la que los narcos alijan el hach¨ªs desde Marruecos. La presi¨®n les ha llevado a recuperar zonas usadas en el pasado, como el Guadalquivir, a mantenerse durante d¨ªas en el alta mar e incluso a traficar con migrantes, a los que no tienen reparos de arrojarles de las embarcaciones. En esa nueva forma de operar ha proliferado la figura del petaquero, integrado en peque?as mafias subcontratadas por el narco para surtirles de gasolina, cambiar tripulaciones o llevarles v¨ªveres al mar.
Un oficio legal
El auge de estos nuevos peones es tal que, entre 2018 y 2022, las fuerzas de seguridad se hicieron con 800.000 litros de gasolina destinados a narcolanchas, en el marco del Plan Especial de Seguridad para el Campo de Gibraltar. La legalidad de su tarea ¡ªpor ahora¡ª hace que no sea dif¨ªcil toparse con petaqueros que salen desde la costa cargados de bidones de unos 25 litros de gasolina, habitualmente a bordo de embarcaciones m¨¢s peque?as y que no son ilegales, como s¨ª ocurre con las narcolanchas. ¡°Para ellos es un negocio redondo. Aquello es una jaur¨ªa de ca?os en los que pueden cargarse de petacas y salir al mar¡±, apunta este agente de AUGC.
M¨¢s extra?o es ya que los narcos se aventuren a dejarse ver a bordo de una narcolancha, g¨¦nero prohibido valorado entre 150.000 y 300.000 euros por el que s¨ª se les puede detener y cuya p¨¦rdida provoca un importante traspi¨¦s para sus organizaciones. De ah¨ª que los agentes teman que los narcotraficantes est¨¦n recuperando el sentimiento de impunidad que oblig¨® en 2018 a establecer el cerco policial y que consigui¨® recuperar el principio de autoridad en el Estrecho y los alrededores.
Desde julio de 2018 y hasta el pasado 31 de agosto (¨²ltima estad¨ªstica disponible), el despliegue policial ha llevado a la detenci¨®n o investigaci¨®n de 17.635 sospechosos de actividades relacionadas con el narcotr¨¢fico y el contrabando, en su mayor¨ªa gracias a las 19.063 operaciones desatadas por las Fuerzas de Seguridad (de las que 15.446 ya est¨¢n judicializadas), que han permitido la incautaci¨®n de 1.387.832 kilogramos de hach¨ªs, 87.786 de coca¨ªna y 104.018 de marihuana y otras sustancias, seg¨²n los datos aportados por Interior. Esos conteos, buena parte eran atribuidos a OCON Sur, el ¨®rgano de lucha contra el narco del sur en la Guardia Civil, que estuvo operativo desde 2018 y hasta septiembre de 2022, que pas¨® a integrarse en los equipos de las distintas comandancias. Sin ese mando centralizado y con buena parte de sus operaciones convertidas en causas judiciales que no siempre acaban bien, la duda est¨¢ ahora en si el narco acabar¨¢ recuperando con descaro sus fueros en el sur.
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