Guerra de posiciones
ERC usa la palabra ¡°di¨¢logo¡± sabore¨¢ndola con fruici¨®n, y Quim Torra se siente c¨®modo con los exabruptos de Ponsat¨ª
Como todos los partidos con un m¨ªnimo de presencia p¨²blica, en ERC tambi¨¦n sus dirigentes tienen en cierto modo los papeles p¨²blicos repartidos. Pere Aragon¨¨s, por ejemplo, representa al hombre de gobierno, gestor pragm¨¢tico, tratando de sobrevolar las pol¨¦micas. En cambio, Gabriel Rufi¨¢n se mete en el barro y azota a los rivales, por riguroso turno de coyuntura pol¨ªtica: a veces al PSOE, a veces a Podemos, ¨²ltimamente a Puigdemont, siempre al PP o a Ciudadanos. De Sergi Sol, ex jefe de comunicaci¨®n, se dice que es el Mr. Hyde de Oriol Junqueras. Y el presidente del grupo parlamentario, Sergi Sabri¨¤, ha ejercido en el hemiciclo el papel de mantener viva la llama de la ¨¦pica, la ret¨®rica procesista cl¨¢sica, incluso cuando ERC estaba pasando pantalla; era el republicano que hablaba como los de Junts per Catalunya, aunque en la junta de portavoces hubiera zafarrancho entre los socios.
Por eso, el president Quim Torra en el pleno, y otros jefes de Junts per Catalunya en los pasillos, estaban sinceramente sorprendidos de la intervenci¨®n de Sabri¨¤ de ayer. No esperaban que un diputado normalmente contemporizador echara en cara a Torra los ataques a la mesa de di¨¢logo que lanz¨® la ex consejera Clara Ponsat¨ª el s¨¢bado pasado en Perpi?¨¢n (Perpi?¨¢n, meca perpetua de la catalanidad, destino v¨¢lido para ver porno, dialogar con ETA o coreografiar una apoteosis irredentista. Aunque, El ¨²ltimo tango dejaba fr¨ªo y a Carod ya sabemos c¨®mo le fue¡ veremos el resistencialismo c¨®mo termina.
Se sorprendi¨® Torra y lo hizo expl¨ªcito, s¨ª, pero lo cierto es que deber¨ªa saber que ya no hay tregua, cada uno juega sus cartas a la espera de que, precisamente ¨¦l, ponga fecha al final de la legislatura. Hay una carrera por la hegemon¨ªa independentista en el horizonte, y es momento de maximizar las diferencias. ERC usa la palabra ¡°di¨¢logo¡± sabore¨¢ndola con fruici¨®n, como si quisiera recuperar el tiempo perdido de cuando lo menospreciaba, y cuando habla de ¡°movilizaci¨®n¡±, por el contrario, lo hace con sordina. Y JuntsxCat, a la inversa: Torra se siente c¨®modo con el exabrupto de Ponsat¨ª y no duda en plantarse ante el presidente del Parlament, Roger Torrent (ERC), y exigirle que le restituya el esca?o por las presuntas irregularidades descubiertas en la Junta Electoral Central. En cambio, siempre que cita la mesa de di¨¢logo lo hace con desgana y recelo, luciendo escepticismo con expresiones como no anem amb el lliri a la m¨¤.
Es ¨¦poca de guerra de posiciones, y el regate corto produce paradojas. Por ejemplo, que Junts per Catalunya vote en el Congreso de los Diputados contra el aumento del techo de d¨¦ficit ¡ªni un gesto m¨¢s de concesi¨®n a Pedro S¨¢nchez¡ª y una semana despu¨¦s, en Barcelona, el conseller Dami¨¤ Calvet (JxCat) anuncie, en sede parlamentaria, a qu¨¦ quiere destinar los 26 millones de euros extra para vivienda que recibir¨¢ gracias a ese aumento.
Otra paradoja permanente es que Ciudadanos siga interviniendo en la sesi¨®n de control a un presidente al que considera destituido. Bueno, lo cierto es que ayer, su portavoz, Carlos Carrizosa, se olvid¨® de formular ninguna pregunta, ni siquiera un interrogante de compromiso que justifique la andanada habitual.
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