Expertos y sindicatos instan a difundir los protocolos para atajar el acoso sexista
El Ayuntamiento de Barcelona solo ha gestionado un caso en los ¨²ltimos cinco a?os
Sindicatos y expertos en pol¨ªticas de igualdad coinciden en la necesidad de hacer una mayor difusi¨®n de los protocolos para atajar los casos de acoso sexista en el trabajo. Una ley de 2007 obliga a las empresas a disponer de ese instrumento pero en la mayor¨ªa de ocasiones no se realiza un trabajo previo de concienciaci¨®n y de difusi¨®n para que las trabajadoras denuncien con garant¨ªas. La Generalitat ha gestionado solo 25 casos en cinco a?os y solo Esquerra y la CUP, los partidos que han sufrido sendos esc¨¢ndalos de acoso en sus filas, disponen de un protocolo.
En ocho d¨ªas el alcalde de Argentona, Eudald Calvo, de la CUP, tuvo que dimitir de su cargo tras ser acusado por una mujer en Twitter de abusos sexuale s y este lunes Alfred Bosch, consejero de Acci¨®n Exterior, renunci¨® al cargo por proteger e intentar ¡°recolocar¡± a su exjefe de gabinete, acusado por ocho mujeres del Departamento. Este ¨²ltimo caso lo desencaden¨® una informaci¨®n del diario Ara. Ir¨®nicamente la CUP y ERC, las ¨²nicas formaciones que gozan de protocolos propios, son las que se han visto salpicadas.
La pregunta de fondo en el caso de Acci¨®n Exterior es por qu¨¦ ocho trabajadoras optaron por vehicular su situaci¨®n por otros canales y no mediante el protocolo establecido por la Generalitat en 2015. ¡°El protocolo no fall¨®¡±, defendi¨® el pasado martes la portavoz del Govern, Meritxell Bud¨®. En la direcci¨®n de Funci¨®n P¨²blica defienden que el protocolo y los mecanismos de denuncia est¨¢n en la intranet de la Generalitat, pero con todo, las presuntamente acosadas por Carles Garc¨ªas optaron por otras v¨ªas.
Encarna Bodel¨®n, profesora de Filosof¨ªa del Derecho de la Universitat Aut¨°noma y directora del grupo Ant¨ªgona, que investiga pol¨ªticas de igualdad de g¨¦nero, sostiene que el caso de Exteriores es un reflejo de lo que sucede en muchas empresas. ¡°La Ley de Igualdad de 2007 obliga a aplicar las empresas e instituciones a tener protocolos pero no nos lo hemos tomado en serio¡±, lamenta Bodel¨®n, coautora, junto a Carolina Gala, profesora de derecho del trabajo de la misma universidad, de un informe sobre la teor¨ªa y pr¨¢ctica de los protocolos frente al acoso sexual. Bodel¨®n sostiene que los protocolos no se divulgan suficientemente y se remiten a las empleadas, muchas como un mero tr¨¢mite sin un proceso de sensibilizaci¨®n o formaci¨®n. ¡°Son desconocidos¡±, dice.
¡°Las acciones de comunicaci¨®n y de formaci¨®n sobre acoso tambi¨¦n forman parte del protocolo. Eso tambi¨¦n permite medir su eficacia¡±, a?ade Alba Garc¨ªa, secretaria de mujeres y pol¨ªticas LGTBI de CCOO. El miedo de las mujeres a denunciar sigue siendo el principal escollo para que este tipo de herramientas funcione, si bien tambi¨¦n en muchas ocasiones hay una falta de inter¨¦s por parte de las plantillas respecto a la formaci¨®n sobre estos temas. ¡°Cuando haces una charla sobre la recuperaci¨®n de la paga extra de los funcionarios te vienen muchas personas. Cuando haces un taller sobre igualdad y abusos, solo asisten los convencidos¡±, lamenta F¨¨lix Santos, representante de UGT en los ¨®rganos de Funci¨®n P¨²blica que eval¨²an las pol¨ªticas de igualdad.
La Generalitat inform¨® que en los cinco a?os de su protocolo lo ha activado en 25 casos. Bodel¨®n sostiene que esa cifra es rid¨ªcula si se compara con los datos recogidos en la Encuesta de violencia machista elaborada por el Departamento de Interior de la Generalitat de 2016. El sondeo mostr¨® que el 1,2% de las encuestadas hab¨ªa sufrido acoso sexual en el trabajo. ¡°La gente no se anima a denunciar sino ve que esos mecanismos funcionan o si hay garantias de que van a servir de algo¡±, dice. El Ayuntamiento de Barcelona, que cuenta con una plantilla de 12.000 empleados, dispone desde 2017 de un protocolo espec¨ªfico para atajar las violencias sexistas y a¨²n no ha gestionado ni un caso. La ¨²nica denuncia de la que se tiene constancia ocurri¨® en 2015 cuando un bombero coloc¨® una c¨¢mara en un vestuario de mujeres. El expediente se regul¨® a trav¨¦s del manual de discriminaci¨®n y acoso laboral general. El Consistorio est¨¢ dedicando esfuerzos, afirman fuentes municipales, a los procesos de ¡°formaci¨®n, sensibilizaci¨®n y trabajo¡± entre los empleados.
La Diputaci¨®n de Barcelona (con una plantilla de 4.000 personas) cuenta con un gu¨ªa de actuaci¨®n desde octubre de 2017 y se ha activado cuatro veces. En la Universitat Aut¨°noma de Barcelona (con 40.000 personas entre estudiantes, profesores y otros empleados) se han gestionado cinco expedientes: dos se resolvieron con sanci¨®n; uno fue suspendido; otro se desestim¨® y uno est¨¢ siendo investigado. La CUP, que dispone de un detallad¨ªsimo protocolo, ha tramitado 25 casos y dos de ellos con especial impacto medi¨¢tico: el reciente caso del exalcalde de Argentona y el de la exdiputada Mireia Boya, que denunci¨® haber sufrido acoso laboral por parte un exasesor del grupo parlamentario. El PSC y los comunes carecen de protocolo aunque dicen que lo est¨¢n elaborando. Cs y el PDeCAT no disponen de ese instrumento y remiten a sus c¨®digos ¨¦ticos. ¡°No nos constan casos y si sucedieran los pondr¨ªamos en manos de la justicia¡±, dicen fuentes del PP.
Para Vicent Borr¨¤s, profesor de sociolog¨ªa de la UAB e investigador sobre el acoso sexual en el mundo laboral, el hecho de que las afectadas de Acci¨®n Exterior optaran por comentar su situaci¨®n con compa?eras y no por las v¨ªas del protocolo demuestra c¨®mo existe m¨¢s confianza sobre otras estructuras, como el propio partido (que despu¨¦s sin embargo oculta el caso) y eso deber¨ªa tenerse en cuenta a la hora de replantear los circuitos. ¡°Las organizaciones tienen que crear un ambiente propicio para que las afectadas o afectados decidan dar el paso. Puede existir la sensaci¨®n de que hay complicidad entre los hombres o competencia entre las propias mujeres y eso no ayuda¡±, puntualiza. ¡°Es indispensable que las organizaciones den el mensaje de tolerancia cero con los abusos¡±, a?ade Gala, que ha dise?ado varios protocolos contra abusos.
La Generalitat y la CUP se han negado a explicar, alegando la confidencialidad, la conducta de los agresores o de cuantificar el n¨²mero de denuncias. ¡°De esa forma se acaba protegiendo al agresor. Se tiene que explicar qu¨¦ han hecho los agresores porque eso permite a las victimas identificar y decir: ¡®Esto me est¨¢ pasando a m¨ª¡±, dice Bodel¨®n. La jurista agrega que hay que partir de la premisa que el protocolo es un instrumento de prevenci¨®n y de seguimiento y de ¡°encauzar la denuncia¡± cuando son constitutivas de delito. El protocolo de la Generalitat solo tiene cinco a?os. Un lustro en el que explot¨® el movimiento MeToo, las manifestaciones masivas del 9-M... ¡°En general hay m¨¢s empoderamiento femenino. Es una oportunidad para revisar los protocolos¡±, dice Gala.
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