D¨¦jennos guardar el luto en paz
Algunos l¨ªderes pol¨ªticos y sus portavoces utilizan a los fallecidos a causa del virus para ganar puntos en sus objetivos pol¨ªticos, sea la independencia o el Gobierno del Estado
![Entierro en la intimidad de una anciana fallecida por coronavirus en El Prat de Llobregat.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/H5IECCJXXFNJ6DUKIBQP6CNA2I.jpg?auth=8e88b615bbb9d5231beca2994f851c804cea69ae537375f0d001637761ab7461&width=414)
Llevo semanas dando p¨¦sames por tel¨¦fono o Whatsapp a gente a la que me hubiera gustado abrazar; a los amigos que no pudieron estar junto a sus padres mientras estos mor¨ªan y que han tenido que enterrarlos o incinerarlos a toda prisa. Sin funeral, sin m¨²sica preferida, sin flores. M¨¢s de 20.000 espa?oles han muerto ya a causa del virus. Muchos de nuestros mayores han fallecido en residencias y ha sido imposible despedirlos como merec¨ªan. Los ancianos que resisten han sabido de la peor manera que son los ¨²ltimos de la fila en el protocolo hospitalario catal¨¢n. A las escenas de abandono y dolor ahora se acompa?a el triste espect¨¢culo pol¨ªtico del ¡°nosotros lo hubi¨¦ramos hecho mejor¡±. Algunos l¨ªderes y sus portavoces utilizan a los muertos para ganar puntos en sus objetivos pol¨ªticos, sea la independencia o el Gobierno del Estado.
Mientras se mor¨ªa, consciente de ello, a mi padre le gustaba que me acercara a su cama de hospital para oler mi perfume. Tambi¨¦n ped¨ªa que diera vueltas a su alrededor y, a continuaci¨®n, tocaba suavemente los tejidos que vest¨ªa. Era hijo de un fabricante y vendedor de telas; adoraba el cheviot. Los ¨²ltimos d¨ªas que pasamos en paliativos del Oncol¨®gico de Bellvitge (gracias, una y otra vez, a las enfermeras y m¨¦dicos que lo cuidaron), m¨¢s que hablarme de su vida me la ofrec¨ªa maquillada. Nunca fueron tan bonitas las lagunas de Ruidera que en sus recuerdos: era joven y navegaba entre juncos y ¨¢lamos blancos, buscando patos, apuntando al cielo. Tuvimos tiempo. Pude aceptar sus disculpas, perdonar las ausencias y almacenar los ¨²ltimos piropos. Hicimos lo que el coronavirus ha impedido a tantos hijos y padres durante este largo confinamiento.
Con el cristianismo, la buena muerte pas¨® a ser aquella que lleva el alma a su salvaci¨®n eterna. Esa posibilidad tiene sus s¨ªmbolos y un rico tratamiento art¨ªstico que dio paso a im¨¢genes veneradas. Entre ellas, el Cristo de la Buena Muerte esculpido en 1660, a finales del Siglo de Oro, por el granadino Pedro de Mena y conservado en la iglesia de Santo Domingo hasta mayo de 1931 cuando fue destruido durante la quema de conventos en M¨¢laga. El actual Cristo, el que sale en procesi¨®n todos los jueves santos, llevado a hombros por legionarios, es una escultura relativamente nueva, de 1941. Todo lo que rodea a esa imagen, incluso el canto del Novio de la Muerte que le acompa?a en procesi¨®n, tiene un tufo guerracivilista no merecido, pero que asusta.
El verdadero novio solo quer¨ªa reencontrarse con la mujer que amaba y acababa de morir: ¡°Por ir a tu lado a verte, mi m¨¢s leal compa?era, me hice novio de la muerte¡±. La patria no era la prioridad del enamorado soldado; solo quer¨ªa reunirse con su amada. Con letra original de Fidel Prado ¡ªperiodista, cupletista y autor de novelas del Oeste¡ª, fue una canci¨®n popularizada por Lola Montes. Mill¨¢n Astray, con buen o¨ªdo para la m¨²sica y los idiomas, lo escuch¨® y se lo llev¨® a la Legi¨®n, aunque tampoco es su himno. Para acabar de arreglarlo, Vox lo ha convertido en best-s¨¦ller ultra nacional. De los h¨¦roes, del arte y de la m¨²sica se apropian en ocasiones los m¨¢s fan¨¢ticos. La historia se cambia a medida del consumidor.
Desde que el Ej¨¦rcito inici¨® la desinfecci¨®n de los geri¨¢tricos que nadie quer¨ªa o pod¨ªa limpiar, comenz¨® el juego del ¡°yo soy mejor¡±. ¡°Con la independencia habr¨ªamos actuado antes, no tendr¨ªamos tantos muertos ni tantos infectados¡±, asegura Meritxell Bud¨®, portavoz del Govern. ?Pruebas?, ninguna. Solo 13 d¨ªas antes del anuncio de confinamiento, la c¨²pula de Junts per Catalunya, con Puigdemont y Torra a la cabeza, llenaba Perpi?¨¢n de fieles.
En Catalu?a, donde los partidos nacionalistas e independentistas han gobernado durante unos 33 a?os, la mayor¨ªa de los geri¨¢tricos se han privatizado; muchos de ellos son propiedad de compa?¨ªas y fondos de inversi¨®n internacionales que se han beneficiado de ayudas p¨²blicas. Durante el confinamiento, esas residencias y los escasos centros p¨²blicos han sumado 2.000 fallecimientos. La responsabilidad no es de Madrid; hace d¨¦cadas que fueron traspasadas las competencias de Sanidad y Asuntos Sociales.
No queremos volver a ver c¨®mo las familias se despiden desde lejos, llorando a gritos, mientras un sacerdote enmascarado pronuncia un r¨¢pido e impersonal responso. A los muertos de esta crisis v¨ªrica y a sus familias hay que darles un responsum, una respuesta. D¨¦jenlos descansar en paz a ellos y a sus familias, guarden respeto. Se?ores pol¨ªticos, por lo menos mientras enterramos a nuestros muertos, mantengan la decencia.
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