La presi¨®n vecinal frena el traslado de toxic¨®manos al polideportivo de La Mina

La ola de protestas vecinales de este fin de semana en el barrio de La Mina de Sant Adri¨¤ del Bes¨°s ha frenado el traslado de una veintena de drogodependientes al polideportivo municipal, que el Ayuntamiento y la Generalitat estaban habilitando para que pudieran confinarse. El consistorio ha decidido cancelar este proyecto por ¡°seguridad¡± y para ¡°evitar males mayores¡± tras el ¡°giro radical e inesperado¡± que se produjo el s¨¢bado, cuando decenas de vecinos protestaron con una cacerolada contra la decisi¨®n de confinar a una veintena de toxic¨®manos en el Polideportivo Municipal, que permanece cerrado por el estado de alarma.

¡°Seguramente la situaci¨®n de confinamiento no ha ayudado a que nos expliquemos bien. Hay muchos vecinos que lo han vivido mal y no lo entend¨ªan, as¨ª que para evitar males mayores hemos decidido cancelar este servicio¡±, ha se?alado el alcalde, Joan Callau. Tal como ha subrayado el Ayuntamiento en un comunicado, dicho equipamiento constitu¨ªa una soluci¨®n ¡°pac¨ªfica y razonable¡± y se valor¨® ¡°como un espacio donde pudieran no solo consumir con garant¨ªas, tambi¨¦n cumplir con el confinamiento¡± pero el rechazo vecinal a la propuesta ha obligado a suspenderla.

Una decisi¨®n que, seg¨²n fuentes municipales, se tom¨® ¡°a la vista de la gran peligrosidad¡± del barrio y para proteger ¡°las condiciones de vida¡± de los inquilinos, especialmente los de los edificios Venus y Saturno, donde este fin de semana se requiri¨® presencial policial para mediar en las protestas. Tal como adelant¨® Efe, el consistorio solicit¨® a principios de mes a la Generalitat un espacio donde confinar a los drogodependientes, despu¨¦s de que la presi¨®n policial en Barcelona por el estado de alarma llevara a numerosos toxic¨®manos a instalarse en las calles de La Mina para procurarse droga.

Y es que uno de los principales problemas de este colectivo es precisamente que su adicci¨®n los empuja a la calle con independencia del decreto de confinamiento, ya que la necesidad de droga se antepone a las restricciones de movimiento. En muchos casos estas personas consumen en las escaleras y porter¨ªas de los narcopisos del barrio, sin ning¨²n tipo de protecci¨®n, lo que ha levantado la preocupaci¨®n de los vecinos y del consistorio, que temen que se convirtiera en un foco de contagio de coronavirus.

Tras la petici¨®n del Ayuntamiento, los departamentos de Salud y Asuntos Sociales se comprometieron a contratar a la Cruz Roja y a personal de seguridad para controlar a los confinados en el Polideportivo, pero el repudio vecinal ha dejado el proyecto en el aire. ¡°Ahora mismo est¨¢ todo paralizado¡±, han aseverado las mismas fuentes sobre un posible plan B.

No obstante, han asegurado que continuar¨¢n por ahora los controles conjuntos de Mossos d¡¯Esquadra, Polic¨ªa Local y Polic¨ªa Nacional aunque, como vienen alertando desde el consistorio, esta medida est¨¢ lejos de ser la soluci¨®n, puesto que la presencia de agentes vuelve a los toxic¨®manos escurridizos. A esta coyuntura se suma, adem¨¢s, la dificultad de asilarlos, dado que muchos no cuentan con una residencia fija, y tambi¨¦n de imponerles una sanci¨®n, pues suelen presentarse como insolventes.

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