El test a la pol¨ªtica del coronavirus
ERC desteje de noche lo que teje de d¨ªa. De d¨ªa consigue en Barcelona la abstenci¨®n de los ¡®comunes¡¯ en los Presupuestos de la Generalitat, y de noche los deja plantados en Madrid con un no al estado de alarma
En algunas intervenciones del debate del 6 de mayo no se not¨® nada que la pandemia ha cambiado la vida a todos los ciudadanos. Su reino, o su rep¨²blica, no debe ser de este mundo cruel, donde el miedo al hoy y al pasado ma?ana no impide a la gente aplaudir en los balcones a quien se rompe la cara contra el virus. El coronavirus es tambi¨¦n un test a la pol¨ªtica. Se ha tenido que renunciar a lo que era nuestra vida cotidiana, a cobrar cada mes, a ir al trabajo, a estudiar. Ha dejado las tiendas con la persiana cerrada y los aeropuertos vac¨ªos. Hemos perdido personas amigas, familiares y abuelos atascados en las residencias y la canci¨®n del olvido.
Sin embargo, el PP a lo suyo, como si su calendario hubiese quedado confinado en el marzo del D¨ªa del Padre. Como la pol¨ªtica hace extra?os compa?eros de cama, Vox tuvo compa?¨ªa en la litera del no, ensanchada hasta cama de matrimonio para que cupiesen los procesistas del Congreso. Entre ellos, ERC. Esquerra Republicana nunca decepciona. Un amigo dice que siempre ha sido un coche de alto precio y bajas prestaciones, que se para cuando llueve porque se le moja el delco y en las cuestas apea a los compa?eros de viaje porque teme que el peso a?adido les cale el motor.
Lector de odiseas y de ¨ªtacas, el partido de Oriol Junqueras practica la estrategia de Pen¨¦lope. Destejen de noche lo que tejen de d¨ªa. De d¨ªa persiguen y consiguen en Barcelona la abstenci¨®n de los comunes en los Presupuestos de la Generalitat, y de noche los dejan plantados en Madrid con un no al estado de alarma. De d¨ªa empujan una moci¨®n de censura y de noche arremeten con los presupuestos que le daban sentido y recorrido a aquella moci¨®n.
Es evidente que el Gobierno S¨¢nchez, UP y los comunes tienen poco ensayada y menos practicada la concepci¨®n federal y plurinacional, pero tambi¨¦n lo es que exige algo que hoy se echa en falta en la pol¨ªtica espa?ola auton¨®mica, un ingrediente tan imprescindible como el agua para el caldo, sin la cual, por mucha ret¨®rica que se le eche, ni habr¨¢ escudella ni cocido, ni letra ni m¨²sica federal: la lealtad. No la ha habido desde la autonom¨ªa catalana ni desde la madrile?a. Tampoco ERC ha pecado nunca de excesiva lealtad a los socios, ni en el viejo tripartito de izquierdas ni en el bipartito de derechas, aunque en el procesismo todo se perdona. Excepto una cosa, decidir desde el sentido com¨²n.
Eso parece haber hecho Ciudadanos. La geograf¨ªa variable de los apoyos expresa la levedad del ser de las mayor¨ªas parlamentarias en estos tiempos revueltos. El temor y la esperanza es que todo aguanta fr¨¢gil, como soldado con saliva, y que aqu¨ª y all¨¢ la pol¨ªtica tiene que sacar partido de la suma de debilidades, no de afinidades. Ahora necesitar¨ªamos que sacase un aprobado en el dif¨ªcil arte de escribir recto con renglones torcidos.
Jos¨¦ Luis Atienza es coportavoz de Comunes Federalistas.
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