Cascada de denuncias en dos centros de mayores de Barcelona

La lista de testimonios de familiares de pacientes que relatan desatenci¨®n y falta de medios humanos e informaci¨®n en el centro sociosanitario concertado Hestia Palau de Barcelona crece. Las quejas, y denuncias de familias cuyos mayores han fallecido sin ser avisados y poderse despedir de ellos, se extienden a otro centro del grupo, el Hestia Gr¨¤cia. El S¨ªndic de Greuges acumula 31 solicitudes de intervenci¨®n en el Hestia Palau, el centro del que han recibido ¡°m¨¢s quejas, con diferencia¡± durante la crisis del coronavirus.

La empresa asegura que el trato ha sido correcto y no comenta las situaciones que explican los familiares: mayores deshidratados, mal alimentados y mal atendidos, errores en la medicaci¨®n o imposibilidad de hablar con ellos. Sobre las cifras de infectados por el virus o fallecidos en esos centros, Hestia remite a la Consejer¨ªa de Salud. En el departamento indican que abrieron dos expedientes por deficiencias en la atenci¨®n y falta de informaci¨®n a los familiares, y estudian otros seis casos. Los ocho fueron enviados a la Fiscal¨ªa.

Mientras, Salud no facilita datos sobre cu¨¢ntos pacientes han derivado de hospitales a estos dos centros, quejas recibidas, casos de covid-19 reportados por Hestia o pacientes fallecidos desde marzo. Fuentes del departamento aseguran que no lo har¨¢n ¡°hasta que termine la investigaci¨®n¡± y tampoco responden por qu¨¦ siguen derivado enfermos a Hestia a pesar de los expedientes. En el Hospital de Sant Pau, principal origen de derivaciones, un portavoz tampoco facilita cifras y deriva a Salud.

El S¨ªndic, en su informe Salud y Derechos en la crisis de la covid-19, se?ala que el ¡°hermetismo, el silencio, la opacidad y la falta de informaci¨®n de los centros residenciales y de la Administraci¨®n, ha sido el denominador com¨²n de las quejas recibidas¡±. Los centros sociosanitarios (hay 12 en Barcelona, p¨²blicos y concertados) son una mezcla de residencia y hospital que atienden a personas con convalecencias largas que necesitan cuidados o rehabilitaci¨®n. Los dos centros Hestia cuentan con 450 camas (Palau) y 150 (Gr¨¤cia).

La quincena de casos recogidos por EL PA?S repiten el mismo relato: persona mayor derivada de Sant Pau, falta de informaci¨®n, imposibilidad de visitarla por las restricciones, varios interlocutores (no siempre el m¨¦dico) que les dicen que el enfermo est¨¢ bien, sensaci¨®n de falta personal y, de forma precipitada, aviso de que ha empeorado o muerto.

La familia de Alicia Almunia (87 a?os) se llev¨® a su madre, derivada al Hestia Gr¨¤cia tras sufrir un ictus a finales de abril. ¡°Despu¨¦s de 10 d¨ªas sin verla, su imagen me record¨® al Holocausto: no respond¨ªa a est¨ªmulos, estaba abandonada, ten¨ªa infecci¨®n de orina, deshidrataci¨®n y anemia¡±, explica Esther L¨®pez, su hija. Esa misma noche la llamaron avisando de que ten¨ªa fiebre, ingres¨® en Sant Pau y dos d¨ªas despu¨¦s volvi¨® al Hestia. ¡°Al acudir, un sanitario reconoci¨® que no daban abasto, que no la estaban hidratando ni alimentando¡±, prosigue. Asustada, la familia consigui¨® trasladarla a un hospital de su mutua. Dos semanas despu¨¦s, ya en casa, la familia cree que hubiera muerto de no haber intervenido.

El padre de Salvador Bergo?¨®n estuvo 45 d¨ªas ingresado en el Hestia Palau, derivado de Sant Pau y ¡°sali¨® peor de lo que entr¨®: sin caminar, no le hab¨ªan puesto la dentadura, le dejaban en la cama, el trato era denigrante¡±. Le dieron el alta, volvi¨® a casa, recay¨®, ingres¨® en Sant Pau y de vuelta al Hestia, esta vez el de Gr¨¤cia. Con el estado de alarma dejaron de poder visitarle y la situaci¨®n se complic¨®: llamaban cada d¨ªa, les respond¨ªan diferentes voces, hasta que un s¨¢bado les dijeron ¡°que hab¨ªa entrado en el proceso¡±, un d¨ªa despu¨¦s ¡°que estaba bien¡± y, cinco horas m¨¢s tarde, otra voz les comunic¨® la muerte.

¡°Falta de manos¡±

No se pudieron despedir. Bergo?¨®n apunta a la ¡°falta de manos¡±, y censura a la direcci¨®n de Hestia y a Sant Pau ¡°por trasladar pacientes pese a las quejas¡±. Asegura, adem¨¢s, que un m¨¦dico le explic¨® que su padre ten¨ªa fiebre y le dieron antit¨¦rmicos y tambi¨¦n morfina. Preguntados por este y otros tres casos concretos, la empresa declina valorarlos por ¡°protecci¨®n de datos¡±.

Jorge Navarro, cuyo padre falleci¨® en el Hestia Palau nueve d¨ªas despu¨¦s de ingresar, habla de ¡°mala praxis asistencial¡±. ¡°No se entiende que ante tantas evidencias de asistencia nefasta la Administraci¨®n no haya tomado medidas¡±, dice y relata, como otras familias, la desaparici¨®n del m¨®vil de su padre, ¡°lo ¨²nico con lo que se pod¨ªa comunicar¡±.

Un portavoz de Hestia responde por escrito admitiendo que la crisis ¡°ha supuesto una presi¨®n adicional en los centros y el personal¡±. Pero asegura: ¡°Hemos contado con los recursos humanos y materiales necesarios para garantizar el bienestar f¨ªsico y la salud de nuestros pacientes¡±.