SOS de los servicios sociales del Raval para afrontar las secuelas de la covid
Los dos centros del barrio piden refuerzos al Ayuntamiento de Barcelona, mientras las redes vecinales contribuyen a parar el golpe de la crisis social
Los profesionales de los servicios sociales del Raval de Barcelona han lanzado un SOS al Ayuntamiento. En una carta del 26 de mayo piden refuerzos de centros de otros barrios para afrontar la crisis social derivada del coronavirus. Alertan, ¡°por experiencia¡±, de que las situaciones urgentes atendidas durante el confinamiento ¡°se perpetuar¨¢n por la situaci¨®n de m¨¢xima precariedad¡± de los vecinos. Mientras, donde no ha llegado la administraci¨®n han funcionado las redes vecinales y comunitarias de un barrio donde la pandemia ha impactado especialmente en las familias que viven de la econom¨ªa sumergida.
Los trabajadores de los centros del Raval Sud y Nord ¡ªque declinan hablar y se remiten a la carta¡ª, piden ¡°medidas correctoras para paliar la desigualdad en la distribuci¨®n de cargas en la ciudad¡±, para que sea ¡°lo m¨¢s equitativa posible, tanto para los profesionales como para el servicio que prestan a los vecinos¡±. ¡°No incrementar ratios de profesionales en los barrios m¨¢s afectados por la crisis supone no poder asumir por igual la atenci¨®n que reciben los vecinos¡±, dicen. Las instrucciones del servicio, lamentan, ¡°pretenden ser homog¨¦neas sin tener en cuenta el impacto de la crisis en cada barrio¡±.
Se?alan que en Ciutat Vella se han atendido durante la pandemia a seis veces m¨¢s usuarios que en Sarri¨¤-Sant Gervasi. Una sobrecarga que se suma ¡°a las carencias de los sistemas de protecci¨®n, seguridad social y empleo al dar respuestas urgentes¡± en un barrio con indicadores socioecon¨®micos de gran complejidad. Preguntado ayer por la carta, el Ayuntamiento no respondi¨®.
En paralelo al trabajo de estos profesionales han estado activas redes comunitarias (religiosas, por origen, familiares o de colectivos como las trabajadoras sexuales) y vecinales de un barrio que encadena luchas (como la del CAP Raval) que han tejido redes que ahora han resultado ¨²tiles. Vecinos agrupados en plataformas como Raval Rebel, Vecines en Red, la Red de Apoyo Mutuo o el Sindicato de Vivienda.
¡°Sin esto el barrio hubiera estallado. La gente ha visto que la administraci¨®n ha funcionado como ha funcionado y todo el mundo ha tenido que improvisar en el sentido m¨¢s amplio, y ha cubierto las incompetencias¡±, entiende I?aki Garc¨ªa de El Lokal, la librer¨ªa y asociaci¨®n cultural que es un punto de encuentro y term¨®metro del barrio. Y lamenta que en este contexto "las trabajadoras de los servicios sociales sufren la presi¨®n de los usuarios y la institucional¡±.
Garc¨ªa cree que ¡°esta crisis es mayor que la de 2008, afecta a m¨¢s poblaci¨®n; en 2008 la econom¨ªa sumergida sigui¨® funcionando igual, ahora el par¨®n de tres meses ha provocado que quien ten¨ªa un colch¨®n se ha quedado sin ¨¦l. Pero al final las dos crisis son las dos s¨ªntoma de que el mito de Barcelona se aguanta por los pelos¡±, dice. Y alerta de que en la misma calle de El Lokal, durante la crisis han cerrado tres negocios veteranos: la pizzer¨ªa L¡¯?via, la tintorer¨ªa y un obrador de embutidos.
Desde Raval Rebel, Anna Moreno explica que atienden ¡°sin pedir el carn¨¦ de pobre¡± ni los itinerarios y cuestionarios con los que trabajan los servicios sociales. Tiphaine Leurent, de Vecines en red, admite que la administraci¨®n ya estaba desbordada por una poblaci¨®n empobrecida desde 2008, pero reprocha ¡°la falta de previsi¨®n, porque saben cu¨¢l es la realidad del barrio¡±, y que las ayudas sean ¡°parches que se van sumando con un criterio que no conocemos¡±. Ahora, por ejemplo, vaticinan que con los juzgados de nuevo operativos habr¨¢ una oleada de desahucios.
Estas dos plataformas comenzaron ¡°repartiendo comida para parar el golpe¡±, y ahora adem¨¢s suman atenci¨®n sanitaria y de salud mental, han armado una red de j¨®venes que han dado clases y han hecho de canguros para familias donde los adultos ten¨ªan que salir a trabajar. Sacan la comida del banco de alimentos, donaciones de supermercados y particulares, panader¨ªas¡ y tienen una caja de resistencia para comprar comida fresca o pa?ales. Entre sus usuarios, migrantes que trabajaban en la limpieza, cuidadoras, cocineros, personas mayores de la ciudad o vecinos ¡°que empalmaban trabajos en negro, en obras o mudanzas¡±.
En el barrio todo el mundo se?ala que esta crisis no ha hecho m¨¢s que ¡°aflorar problemas que el Raval arrastraba, de desigualdades y precariedad¡±, en palabras de M¨°nica Garrig¨®, de la Red de Apoyo Mutuo. ¡°Mucha gente se ha quedado sin ingresos, porque viv¨ªa de la econom¨ªa sumergida¡±, lamenta y no augura nada bueno: ¡°Hay poca perspectiva de recuperaci¨®n, y el modelo econ¨®mico no ayuda¡±. Garrig¨® celebra que las plataformas vecinales ¡°no solo est¨¢n apagando fuegos, que tambi¨¦n, sino que est¨¢n creando una red de solidaridad colectiva para combatir la crisis¡±.
Ciutat Vella, el distrito con m¨¢s poblaci¨®n atendida
El Gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, est¨¢ destinando muchos recursos a la crisis social derivada de la pandemia. Hasta finales de mayo, hab¨ªa gastado 65.000 euros diarios solo en ayudas extraordinarias, una factura que rozaba los cuatro millones de euros. Otro dato indicativo es que solo entre el Consistorio y dos grandes entidades como son C¨¢ritas y Cruz Roja, reparten ayudas alimentarias a 60.000 personas.
El distrito de Ciutat Vella es el que acumula m¨¢s personas atendidas por los servicios sociales durante los dos primeros meses de confinamiento: 6.090 de las m¨¢s de 34.000 en toda la ciudad. Solo en el Raval las redes vecinales atienden a 1.220 personas, seg¨²n los datos recogidos por la Interxarxa que las agrupa.
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