La ¡®peli¡¯ m¨¢s segura del mundo

Dos d¨ªas antes de su reapertura oficial despu¨¦s de m¨¢s de tres meses cerrados, los cines Verdi estaban patas arriba. El mismo panorama se puede intuir en la mayor¨ªa de las salas de cine del pa¨ªs, que vuelven a la actividad este fin de semana tras el par¨®n por la crisis sanitaria. Los cines de Gr¨¤cia abrieron sus puertas este pasado jueves con la inauguraci¨®n del BCN Film Festival. Las medidas impuestas por las autoridades sanitarias han ido llegando de forma escalonada conforme se avanzaba en el desconfinamiento. ¡°Esto ha hecho que no pudi¨¦ramos poner a la venta las entradas para el festival hasta el d¨ªa 19 de junio¡±, comenta Manel N¨²?ez, gerente de las salas Verdi. ¡°De todas formas, confirmamos que la gente tiene ganas de volver al cine porque el ritmo de venta ha sido muy bueno¡±. Dos d¨ªas antes de inaugurarse el festival ya se hab¨ªa vendido el aforo completo (es decir, el 50%) de la pel¨ªcula que lo abri¨®, Uno para todos.

Al avanzar desde la entrada de la calle, el espectador ir¨¢ superando medidas de seguridad casi sin darse cuenta, ya que cada una est¨¢ meticulosamente estudiada y ubicada: nada m¨¢s entrar, gel hidroalcoh¨®lico que dispensa una dosis sobre la mano de manera autom¨¢tica, sin que haya que tocar nada. No se toca nada. Ni siquiera la entrada: el cliente la obtiene de una especie de cajero autom¨¢tico, equipado con dat¨¢fono, que la entrega sin que nadie la haya tocado; tampoco la cortar¨¢ ning¨²n acomodador, puesto que tiene un c¨®digo de barras. En la moqueta, marcas cada metro y medio indican esa distancia de seguridad entre los integrantes de la cola de entrada.

El bar lo preside ahora mismo, tras los paneles transparentes que separan la barra del vest¨ªbulo, un botell¨®n de lej¨ªa. Ocupa el lugar que bien podr¨ªa haber ocupado hasta el 14 de marzo la m¨¢quina de palomitas. ¡°?Habr¨¢ palomitas, eh!¡±, aclara Manel N¨²?ez. ¡°Pero ser¨¢n en bolsas cerradas, como todo. Nada a granel¡±.

Unas flechas luminosas en el suelo indican por d¨®nde hay que avanzar, dejando espacio a un lado. Antes de entrar a cada una de las cinco salas de los cines, m¨¢s gel desinfectante. ¡°Ir al cine va a ser m¨¢s seguro que estar en casa¡±, bromea N¨²?ez. A la altura de los aseos, el gerente subraya la importancia de la ventilaci¨®n, se?alando las bocas de aire que se aprecian en el techo: ¡°Es lo principal, renovar el aire para evitar que quede estancado. Para ello se han instalado circuitos de ventilaci¨®n por todas las instalaciones¡±, explica.

La sala grande de los cines est¨¢ siendo desinfectada. Un pulverizador impregna todas las butacas con un viricida (que no moja) inocuo para el ser humano. El proceso, que requiere no m¨¢s de 10 minutos para desinfectar la sala, se repetir¨¢ tras cada sesi¨®n. ¡°Adem¨¢s de la limpieza consabida, se pasar¨¢ este viricida para desinfectar la sala antes de cada proyecci¨®n¡±, dice N¨²?ez, que apunta un dato como medida extra de seguridad: ¡°La gente, en el cine, no habla, lo que hace que el contagio sea todav¨ªa m¨¢s dif¨ªcil¡±. A pesar de ello, l¨®gicamente, la mascarilla es una medida de seguridad obligatoria.

El aforo m¨¢ximo permitido por las autoridades es del 50% de cada sala. Abrir para solo un tercio, como se pod¨ªa haber hecho durante la fase 2 del confinamiento, no habr¨ªa sido rentable, seg¨²n el gerente. Convirtiendo el patio de butacas en un imaginario tablero de ajedrez, se ocupar¨¢n solo las casillas (asientos) de un color, las blancas o las negras. ¡°La verdad es que de aqu¨ª, tocar¨ªa pasar a permitir todo el aforo, porque todo lo que pase del 50% implica que habr¨¢ que ocupar casillas del otro color y, por lo tanto, habr¨ªa espectadores que no mantendr¨ªan la distancia de seguridad¡±, sopesa N¨²?ez.

Tras la pel¨ªcula, el p¨²blico abandonar¨¢ a la sala sin cruzarse con los espectadores de la siguiente sesi¨®n en ning¨²n momento: ¡°La entrada es por un lado, la salida, por otro¡±, especifica N¨²?ez. ¡°Se han habilitado para ello las salidas de emergencia para evitar el contacto humano todo lo que se pueda¡±. Dos d¨ªas antes del estreno, ese pasillo que conduce a la salida por la calle de detr¨¢s (Torrijos) estaba tomado por escaleras, brochas y latas de pintura. El jueves estaba impoluto.