Ciutat Vella pide ayuda ante la emergencia postcovid

La crisis econ¨®mica y social que ha dejado la pandemia empieza a notarse, y mucho, en lugares donde la rutina ya era, en plena bonanza, la subsistencia. En el distrito barcelon¨¦s de Ciutat Vella, varias entidades llevan semanas lanzando voces de alerta. Denuncian, por un lado, que la pandemia ha ¡°agudizado la pobreza estructural y las carencias sociales¡± en un distrito que ha basado su econom¨ªa en el turismo. Por otro, denuncian que las administraciones no est¨¢n a la altura de la emergencia.

Una nueva plataforma ¡ªfruto de la uni¨®n de varios colectivos¡ª bautizada como Emergencia en Ciutat Vella, se present¨® ayer en el Ateneu Barcelon¨¨s para reclamar medidas para paliar los efectos de la pandemia. Los activistas se reunieron el martes con representantes del Consistorio para alertar de la grave situaci¨®n en la que se encuentran los vecinos del distrito, pero la respuesta del Ayuntamiento no acab¨® de agradar a la plataforma. Ayer hizo p¨²blico un manifiesto acompa?ado de una serie de propuestas de m¨ªnimos para que esta crisis ¡°no la vuelvan a pagar las clases m¨¢s desfavorecidas¡±. El encargado de leer el manifiesto fue el actor y vecino del Casc Antic, Manel Barcel¨®: ¡°Exigimos que este grave problema humano sea abordado de una manera eficaz por las administraciones¡±. El portavoz critic¨® ayer que los servicios sociales ¡°no han funcionado correctamente¡± y denunci¨®: ¡°No se puede utilizar el voluntariado ciudadano como sustituto de las obligaciones de la administraci¨®n¡±. La plataforma critica que una de las causas de la crisis econ¨®mica es que el distrito depende casi exclusivamente del turismo y conclu¨ªa: ¡°El Ayuntamiento no tiene ning¨²n plan de acci¨®n¡±.

Emergencia en Ciutat Vella est¨¢ compuesta por varias entidades entre las que destacan la Fundaci¨®n Arrels, que ayuda a las personas sin hogar; entidades vecinales como la de Casc Antic o la Xarxa Ve?nal del G¨°tic; otros grupos como los Anarcoveganos del Raval y asociaciones independentistas como la ANC-Ciutat Vella u ?mnium Cultural. Entre las medidas que proponen se encuentran la de ampliar en 600 plazas los alojamientos de emergencia para personas sin hogar, pedir una ¡°ayuda universal ¨²nica de 2.000 euros para toda la ciudadan¨ªa¡± o ampliar los horarios de bibliotecas, casales o incluso abrir los patios de los centros educativos durante todo el a?o para que los menores puedan estar acompa?ados por monitores mientras sus padres trabajan o buscan empleo.

Las medidas tambi¨¦n pasan por la solicitud de la ¡°condonaci¨®n de los pagos de los alquileres y los suministros¡± de las viviendas o la regularizaci¨®n de las personas migradas en situaci¨®n irregular. ¡°Si nadie hace nada, dentro de medio a?o la situaci¨®n ser¨¢ m¨¢s grave. Cuando se acaben los ERTE y nadie sepa de qu¨¦ vivir. Hay que tener en cuenta que la crisis de 2008 lleg¨® al pico de pobreza en 2014¡±, recordaba, Roser Camp¨ª, que junto a C¨¦sar Algora y Marcos Garc¨ªa, tambi¨¦n present¨® el manifiesto.

Por su parte el Consistorio se defiende asegurando que las propuestas de la plataforma est¨¢n en l¨ªnea con el distrito que mantiene que est¨¢ ¡°pidiendo responsabilidades¡± a otras administraciones.

Precisamente en el Raval es donde m¨¢s entidades han cubierto a trav¨¦s del voluntariado las necesidades de sus vecinos. Pese a ello, la diversidad pol¨ªtica y social de las propias entidades hacen que cada una de ellas afronte el problema de forma separada e individual. Decenas de activistas de la Xarxa de Suport Mutu y del Sindicato de Vivienda del Raval ocuparon el d¨ªa de Sant Joan la antigua Escola Massana de Barcelona. All¨ª est¨¢n comenzando a entregar alimentos ¡ªprocedentes de excedentes de mercados y la industria alimentaria¡ª a los vecinos de la zona. No han firmado el manifiesto de Emergencia en Ciutat Vella pero tambi¨¦n ayudan a los m¨¢s necesitados. Adem¨¢s, en este edificio ocupado tambi¨¦n se ayudar¨¢ en la educaci¨®n de los m¨¢s peque?os entregando materiales o incluso ense?ando actividades como conducir una bicicleta.

El Gimnasio Social Sant Pau ha abierto durante la pandemia para que los m¨¢s necesitados puedan ducharse, cambiarse de ropa y comer. La labor contin¨²a en el Sant Pau. Otra que han abierto todos los d¨ªas es la parroquia de Santa Anna, en pleno G¨°tic. Ayer los responsables del centro parroquial anunciaron que tras haber entregado m¨¢s de 17.000 men¨²s, con largas colas de necesitados durante la pandemia, se transforman en comedor social que ofrecer¨¢ ducha, colada y guardarropa pero solo a un centenar personas sin hogar. El resto de personas necesitadas de alimentos pero con techo que cada d¨ªa iban a la parroquia tras haberse quedado sin nada tendr¨¢n que recurrir a Caritas.